Diez consejos para los maestros, porque ellos siempre influyen en el desarrollo integral de sus estudiantes.
Por consiguiente, lo más adecuado es que reanimen su vocación y la cumplan “de un modo consciente, entusiasta, razonable y apropiado” (cf EG 259) con los padres de familia; comenzando por la dura tarea de saber que todo buen educador comienza por educarse a sí mismo.
El buen educador comienza por educarse a sí mismo
1. Si optamos por hacer lo que todo el mundo hace no vamos a ser los maestros en educación, que deseamos, queremos y soñamos ser.
2. Si te deprimes frecuentemente y no dejas de quejarte, esto no te ayudará a ser una personas feliz y exitosa en la educación.
3. Una persona inteligente habla con la cabeza; una persona sabia, con el corazón. El maestro transmite conocimiento y enseña el camino hacia la sabiduría.
4. Los estudiantes son el número uno en la escuela.
5. La actitud hacia la tarea educativa y las decisiones que tomas son más importantes que tu capacidad.
6. Si alguno en la comunidad educativa es menos talentoso(a) que tú, debes tratarlo(a) como a un igual. Y, de la misma manera, si es más preparado(a) que tú, no debes tenerle miedo.
7. Busca aconsejarte por alguien que complemente tus propias habilidades. No necesariamente necesitas a alguien exitoso.
8. Procura que a tus padres de familia y colegas les dé gusto ir a conversar contigo.
9. En el mundo educativo podemos cometer errores (no están permitidas las negligencias), y necesitamos reconocer, pedir perdón y evitar repetirlos. Pelear no es necesario.
10. ¿Cuáles son tus obligaciones? Tus obligaciones son: ser más aplicado, trabajar con alegría y tener más sueños que los demás.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF