Colombia ocupa el primer lugar en el Ranking Mundial de Satisfacción Docente 2024 elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En un contexto global donde la desmotivación y la sobrecarga laboral afectan a gran parte del profesorado, el caso colombiano se destaca: nueve de cada diez docentes volverían a elegir su profesión, superando a países como España, Italia, Portugal, Islandia e Israel. En contraste, naciones como Japón, Francia, Australia y Corea muestran niveles de satisfacción considerablemente menores.
Este resultado, según la secretaria de Educación de Bogotá, Isabel Segovia, es reflejo de políticas sostenidas de acompañamiento pedagógico, inversión en bienestar docente y reconocimiento profesional. “La calidad educativa empieza por quienes la enseñan”, afirmó Segovia, destacando que el compromiso de las regiones ha sido esencial para fortalecer una comunidad educativa más cohesionada, optimista y orgullosa de su labor.
Vocación y reconocimiento social
El estudio revela un dato especialmente alentador: el 90 % de los docentes colombianos volvería a elegir la docencia como carrera. Esta cifra no solo mide satisfacción personal, sino también vocación y orgullo profesional. La percepción pública sobre la enseñanza también ha cambiado. El 54 % de los encuestados considera que ser maestro es una de las actividades más valoradas en el país, un crecimiento sostenido desde 2018.
Segovia subraya que este avance responde a una transformación cultural en torno a la figura del educador. El fortalecimiento de la formación continua, la mejora de las condiciones laborales y los programas de reconocimiento han contribuido a dignificar una profesión históricamente subvalorada.
Mejora en la satisfacción económica
En un aspecto que sorprende incluso dentro de los países miembros de la OCDE, el 63 % de los docentes colombianos se declara satisfecho con su salario. Este porcentaje supera con amplitud el promedio general del 39 %, evidenciando que las políticas de bienestar y estabilidad profesional comienzan a rendir frutos.
Aunque persisten desafíos en materia de equidad y distribución de recursos, estos indicadores confirman un progreso tangible en la percepción del bienestar docente y en el reconocimiento de la labor educativa como eje central del desarrollo nacional.
El impacto del bienestar docente en la educación
Más allá de las cifras, el estudio resalta el entusiasmo y la conexión emocional de los maestros colombianos con su entorno escolar. La satisfacción laboral se traduce en un mayor compromiso pedagógico, en una enseñanza más significativa y en un vínculo más fuerte con los estudiantes. La confianza institucional y el apoyo social fortalecen el sentido de pertenencia y la identidad docente.
“Este reconocimiento internacional debe ser un impulso para seguir fortaleciendo la formación pedagógica, el bienestar y la participación de los educadores en la construcción de políticas públicas”, enfatizó Segovia durante la presentación del informe.
Un modelo educativo que inspira
El liderazgo de Colombia no es fruto del azar. Es consecuencia de una política educativa que ha comprendido que la satisfacción del docente es el punto de partida para mejorar la calidad educativa. El país ha demostrado que cuando se apuesta por la formación, el respeto y el bienestar de los maestros, el resultado es una comunidad educativa más fuerte y una enseñanza más humana y efectiva.
El Ranking Mundial de Satisfacción Docente 2024 no solo coloca a Colombia en la cima de la felicidad profesional, sino que también la posiciona como referente regional en dignificación del magisterio y transformación social desde la educación.
Redacción | Web del Maestro CMF
