[Beatriz Cristóbal] ABP: pros y contras de una puerta abierta al cambio

En estas últimas décadas han ido surgiendo nuevos estudios de investigación en los campos del psicoanálisis, pedagogía y neurociencia, culpables de abrir puertas a unos modelos educativos más eficaces. Así es como la escuela de las sociedades occidentales se ha visto en la necesidad de actualizarse, de entender la educación desde una perspectiva más dinámica, motivadora y resolutiva.
DESARROLLO

Surge así el aprendizaje basado en proyectos que, según Daniel Sánchez y Diego Ojeda (2011) es “una metodología que permite a los alumnos adquirir los conocimientos y competencias clave en el siglo XXI mediante la elaboración de proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real. El aprendizaje y la enseñanza basados en proyectos forman parte del ámbito del aprendizaje activo”.

Con características como girar en torno al discente y su aprendizaje, partir de un planteamiento real, favorecer el compromiso del estudiante…, se puede deducir, como afirma Gardner (2012), que el aprendizaje por proyectos es la mejor vía de trabajar las inteligencias múltiples ya que, a raíz de un único tema, se desarrollan todas las áreas del conocimiento, así como la conciencia de uno mismo y las interacciones con los otros. Por ende, este modelo se basa en un enfoque globalizador, interdisciplinar y cooperativo; lo que promueve aprendizajes significativos, constructivos y a largo plazo.

Además, la puesta en práctica de este paradigma educativo hace que jueguen un papel muy importante una serie de factores que dirigen y estimulan la actividad mental, éstos son las diferentes funciones ejecutivas.

Mediante esta metodología, los docentes sorprenden al alumnado entrando disfrazados al aula, hacen que el colegio se transforme en diferentes espacios (hospital, cocina…) con una trabajada decoración, buscan temas que enganchen, actividades como visitas de familiares, etc. Esto hace que el infante se motive, focalice la atención y, en consecuencia, también la concentración. Además, el plantear un proyecto conlleva planificar la tarea, organizar tiempos, flexibilizar la acción si va mal encaminada para llegar al producto final… Y cómo no, el trabajo en equipo ayuda en el desarrollo de la metacognición, la inhibición de conductas por observación y contagio emocional de sus iguales; así como la asignación de roles demanda compromiso, responsabilidad y participación. En fin, una serie de factores que hacen que la inteligencia ejecutiva, la cual abarca la cognitiva y emocional (Marina, 2012), dirijan a buen puerto el proyecto, y con ello, el aprendizaje.

Por tanto, las principales ventajas de este tipo de enseñanza y aprendizaje son el buen fomento de las inteligencias múltiples con simulacros de la vida real, y de la inteligencia ejecutiva con relevancia social y carácter práctico, claves estas dos para el fomento del proceso psicoevolutivo del discente y su envolvimiento en la vida diaria.

Esto es lo que hace que se aprecie un cambio en el aprendiz que demuestra que el sistema funciona, que es la hoja de ruta de una escuela inteligente.

Por otro lado, este cambio comentado en el párrafo anterior, conlleva una dificultad en la continuidad entre niveles y etapas del sistema educativo español: son tales las diferencias que hay entre este modelo con la enseñanza directa (rutinas diarias, exámenes, modos de comprensión de conceptos…) que si se pone en situación una alumna que cursa, por ejemplo, 2o Educación Primaria bajo este modelo por proyectos creando unos esquemas mentales determinados, cuando vaya a cursar 3o Educación Primaria con una enseñanza clásica, probablemente se verá frustrada por el uso de una metodología diferente, tendría que volver a formarse nuevos esquemas mentales, rutinas y prácticas que le supondrían un mayor esfuerzo e incluso un pequeño retraso en el ritmo de aprendizaje en comparación con sus iguales que sí estuvieran acostumbrados a este tipo de enseñanza.

Se podría solucionar poniendo toda la etapa de Primaria con proyectos, pero, ¿qué ocurriría cuando comenzara la Educación Secundaria Obligatoria? Sí, efectivamente, lo mismo. Por tanto, nuestro sistema educativo se tendría que mudar a otra nueva vivienda con vistas a un aprendizaje mejor como es el basado en proyectos.

Además, existen otras dificultades que el profesor Trujillo (2012) argumenta, como el intenso trabajo que conlleva la puesta en marcha de proyectos, la falta de recursos en las escuelas, la sensación de inseguridad por lo novedoso, la dificultad de abordar todos los contenidos del currículo, etc.

Para finalizar, y a modo de conclusión, tras hacer un breve análisis de algunas ventajas y desventajas de esta metodología activa, cabe subrayar la importancia que tiene el cambio de vista hacia una perspectiva innovadora en la educación.

BIBLIOGRAFÍA

 

Autor: Beatriz Cristóbal Magro, Guadalajara (España).
Experiencia laboral: Premio extraordinario en Maestra: Educación Primaria máster en Procesos educativos de enseñanza y aprendizaje.
Miembro de la Comisión de la Coordinación Pedagógica en el CEIP Hermanos Valdés (Cuenca).
Desarrolló de un proyecto de innovación para la mejora de la motivación en el alumnado de 3º Educación Primaria en el CEIP María Montessori (El Casar), y miembro de la Comisión contra el Acoso Escolar en el mismo centro.
Correo electrónico: [email protected]
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