En las últimas décadas, el campo de la neurociencia ha revolucionado nuestra comprensión sobre cómo aprendemos, y un descubrimiento clave son las neuronas espejo. Estas células, ubicadas en áreas como la corteza premotora y el lóbulo parietal inferior, se activan no solo cuando realizamos una acción, sino también cuando observamos a otros realizarla.
Este sistema, descubierto inicialmente en primates por Giacomo Rizzolatti en 1996, tiene implicaciones profundas en el ámbito educativo.
¿Qué son las neuronas espejo y cómo influyen en la educación?
Las neuronas espejo facilitan la imitación y la empatía, procesos esenciales para el aprendizaje social. Cuando un estudiante observa a su maestro o compañeros realizar una tarea, las mismas áreas cerebrales asociadas con la acción se activan en su propio cerebro, como si él mismo estuviera ejecutando la tarea. Este fenómeno no solo explica la capacidad de los niños para imitar comportamientos, sino también cómo aprenden valores, normas y habilidades sociales.
Aprender desde la empatía
La empatía es uno de los aspectos más fascinantes de las neuronas espejo. Permiten a los estudiantes sentir lo que otros sienten, fomentando la comprensión y la cohesión social en el aula. Como docentes, crear un entorno emocionalmente seguro y atractivo activa estas conexiones neuronales, promoviendo no solo la adquisición de conocimientos, sino también el desarrollo de habilidades interpersonales.
Aplicaciones prácticas en el aula
- Aprendizaje cooperativo: Las neuronas espejo demuestran que el aprendizaje es más efectivo en contextos sociales. Diseña actividades grupales donde los estudiantes colaboren, compartan ideas y aprendan unos de otros.
- Modelamiento de conductas: Como docente, tus gestos, expresiones y comportamientos son modelos constantes. Aprovecha esto para enseñar no solo contenidos, sino también valores y actitudes.
- Fomento de la imitación consciente: Utiliza técnicas como «mostrar y hacer» para enseñar habilidades prácticas. Por ejemplo, cuando demuestres cómo resolver un problema matemático, anima a los estudiantes a repetir los pasos contigo.
- Incorporar narrativas emocionales: Relatos o ejemplos cargados de emoción pueden captar la atención de los estudiantes y activar sus neuronas espejo, ayudándoles a conectar con el contenido a nivel personal.
La neuroeducación en acción
Teorías como el constructivismo social de Vygotsky y el aprendizaje observacional de Bandura se alinean perfectamente con los hallazgos sobre las neuronas espejo. Ambas enfatizan la importancia del entorno social en el aprendizaje. La idea de Vygotsky de la Zona de Desarrollo Próximo, donde el estudiante avanza con la ayuda de un mediador, puede potenciarse al comprender cómo las neuronas espejo facilitan la transferencia de habilidades y conocimientos.
Reflexión final para los docentes
La enseñanza no es solo transmisión de información, sino un acto profundamente humano que conecta cerebros, emociones y experiencias. Las neuronas espejo nos invitan a rediseñar nuestras prácticas pedagógicas, promoviendo la empatía, la colaboración y el aprendizaje significativo. Al comprender y aplicar este conocimiento, los docentes no solo potencian el aprendizaje, sino que también construyen aulas más humanas y conectadas.
Entrevista a Giacomo Rizzolatti:
De joven, las neuronas espejo se multiplican al practicar algo nuevo, como deportes o música, pero con la edad, disminuyen
Giacomo Rizzolatti es uno de los investigadores más influyentes y conocidos en neurociencia, tras identificar, a mediados de la década de 1990, la existencia de un sistema de neuronas espejo que contribuye a nuestra capacidad de aprendizaje e imitación. Desde entonces se ha especulado con que estas neuronas, que se activaban en los macacos durante las pruebas cuando veían al experimentador realizar una acción, pudieron jugar un papel clave en algunos de los procesos mentales que llevaron a los humanos a crear el lenguaje y a fabricar herramientas. Y, aunque el debate sobre la naturaleza de este sistema sigue abierto, el trabajo de Rizzolatti nos ha ofrecido nuevas perspectivas sobre lo que somos y la importancia de la empatía.
El neurocientífico italiano, que recibió el premio Princesa de Asturias en 2011, acude a Madrid en silla de ruedas, en su primer viaje largo tras recuperarse de la amputación de una pierna por problemas vasculares. A sus 86 años, se fatiga al cabo de un rato de conversación, pero sus ojos se vuelven a encender cuando habla del día que descubrió las neuronas espejo y, sobre todo, de fútbol, entusiasmado por su visita programada al estadio Santiago Bernabéu. Conversamos con él en el laboratorio de investigación del Parque Científico de Madrid de la Universidad Autónoma que lleva su nombre y que ha acudido a inaugurar.
Hay una pequeña leyenda en torno al descubrimiento de las neuronas espejo por accidente, ¿cómo fue?
Pensé que no podía ser verdad. Normalmente, las neuronas motoras se activan cuando te mueves, pero en este caso el mono estaba completamente inmóvil y éramos nosotros los que estábamos agarrando el objeto. Y vimos una activación de la neurona, que era motora. Era una sorpresa que se activara una neurona motora al ver una acción, y había una correspondencia.
Hay cierto debate sobre la presencia de estas neuronas en humanos, ¿se han identificado neuronas espejo individuales?
Las neuronas individuales fueron registradas en Los Ángeles por el equipo de Roy Mukamel [2011] en un paciente con epilepsia resistente a la medicación. Eran neuronas espejo individuales y se vieron en humanos. Pero tenemos muchísima evidencia en neuroimagen, desde tomografía por positrones (PET) a estimulación magnética transcraneal (TMS) o resonancia magnética funcional (fMRI). Así que ahora está más desarrollado el estudio de las neuronas espejo en humanos que en animales.
¿Pero se trata de neuronas anatómicamente distintas o de neuronas que asumen de cuando en cuando esa función dentro del sistema?
Creo que son simples neuronas piramidales y que lo que es especial es su conexión sináptica, que en parte es innata y en parte se desarrolla con la práctica. Por ejemplo, ahora tenemos un experimento con jugadores de baloncesto, que cuando son profesionales de élite predicen mucho mejor si un tiro que se dirige al aro se va a convertir en canasta, viendo solo el inicio de la acción. Hay una enorme diferencia con jugadores más jóvenes. Esto quiere decir que cuando tienes experiencia reconoces mejor la acción en términos de éxito.
Entonces, ¿se pierden neuronas espejo con los años o se ganan?
Creo que suceden las dos cosas. Cuando eres joven se multiplican las neuronas espejo cuando practicas algo nuevo, como deportes y música. Y con la edad, como todo, las neuronas decaen.
Algunas claves estaban en el giro cingulado, ¿qué sucede en esta región del cerebro?
En un determinado momento trabajábamos con un neurocirujano, que registraba la actividad cerebral de algunas zonas del cerebro antes de realizar la ablación en un foco de epilepsia. Descubrimos que, si estimulaba una cierta parte de esta región, el chico o la chica se reían. Y si le mostrabas a un actor riendo, se activaba exactamente el mismo punto. Algunos de estos voluntarios, que eran muy inteligentes, nos decían: ‘Escuche, doctor, pero no es que me ría yo, es como si algo dentro de mí me obligara a reír’. Lo que es bonito, porque ellos no se querían reír, pero al estimular el centro de la risa, todos se reían.
Descubrimos que, si se estimulaba una cierta parte del cerebro, el chico o la chica se reían. Y si le mostrabas a un actor riendo, se activaba exactamente el mismo punto
Entonces, ¿las neuronas espejo explican por qué la risa y otras emociones se contagian?
Sí, esa es una de las razones, probablemente la más importante. El contagio consiste en repetir lo que ves, es una de las formas más primitivas de imitación. Creo que hay pruebas sólidas de que la imitación de las expresiones faciales está mediada por las neuronas espejo, y lo mismo para el dolor, por ejemplo.
¿Qué falla en quienes sienten placer haciendo daño a los demás?
Es una cuestión complicada. En algunos casos puede haber un proceso degenerativo, pero otra forma de no desarrollar empatía puede deberse a experiencias culturales. Por ejemplo, en Alemania, los nazis obligaban de alguna manera a la gente a pensar en los judíos como si no fueran humanos, de modo que modificaron la empatía natural hacia otra persona señalando a los otros como no humanos.
En Alemania, los nazis obligaban a la gente a pensar en los judíos como si no fueran humanos, modificaron la empatía natural hacia los otros
¿O sea, que estamos programados para entender a los demás, pero el sistema se puede ‘hackear’?
Lo que se hace es sacar partido de una idea natural que tenemos todos, de considerar que quien es más parecido a mí es mejor que quien es más diferente. Por eso los blancos prefieren a otros blancos, aunque intelectualmente consideren que está mal.
Algunos estudios indican diferencias en el sistema de neuronas espejo según el sexo, ¿qué sabemos de esto?
No es que tengan más neuronas espejo. Lo que pasa es que las mujeres son normalmente más empáticas, de modo que, en tareas que requieren empatía, vemos más activación en las mujeres que en los hombres.
¿Pueden existir neuronas espejo sin que exista ‘teoría de la mente’? ¿Están implicadas en la autoconsciencia?
Creo que hay una manera en que entendemos a la gente, una forma es con la imitación simple y otra a través de la cognición. Por ejemplo, si te veo agarrando una jarra de cerveza y bebiendo, las neuronas espejo me dicen que estás bebiendo, pero ¿por qué lo haces? ¿Eres alcohólico? ¿Estás triste? ¿Quieres impresionar a alguien? Eso tiene que ver con la ‘teoría de la mente’, así que hay una forma simple de entendimiento y una más completa, que incluye el deseo o las creencias, fenómenos que las neuronas espejo no pueden decir. Porque interviene la cognición.
¿Cómo puede ayudar el conocimiento de las neuronas espejo a entender el autismo?
En mi opinión, el déficit básico de estos pacientes está en la programación genética del sistema motor, que no está bien organizado, de modo que no pueden desarrollar un buen sistema de espejo. Esta mala organización puede explicar comportamientos diferentes, como las estereotipias.
Científicos como V. S. Ramachandran dicen que las neuronas espejo pudieron ser clave en la evolución humana. Pero, si están en otras especies, ¿cuál es la diferencia?
Las neuronas espejo están presentes en numerosas especies, muchas de ellas muy alejadas entre sí. Las hemos registrado en monos, humanos, pero también en los murciélagos, en las aves… Pero habría que hacer una precisión. Hay neuronas espejo que son altamente congruentes, y estas son específicamente humanas. Eso es lo que dice Ramachandran. De modo que los animales entienden, pero no son capaces de imitar. La imitación es solo cuestión de los humanos, el mono puede copiar, pero somos los únicos. Las neuronas espejo en humanos son especiales, porque puedes imitar con precisión un gesto, pero el resto de animales solo pueden emularlo. Lo entienden, pero no es una imitación real. Incluso los niños pequeños son mejores que los chimpancés y otros simios.
¿Podremos fabricar neuronas espejo artificiales? En otras palabras, ¿la inteligencia artificial podrá alguna vez sentir empatía?
Las neuronas espejo artificiales del sistema motor quizá podrían ser copiadas. Las del sistema emocional, lo dudo.
¿Y para tener conciencia hace falta tener neuronas espejo?
Esa es una pregunta muy difícil para la que no tengo respuesta.
¿Pueden explicar estas neuronas espejo por qué nos cuesta tan poco ‘probarnos’ otros cuerpos mediante realidad virtual?
La imagen motora es muy potente y el mecanismo es muy similar, lo que ves es lo que puedes imaginar que haces. Hay personas en coma profundo a las que les pide que imaginen que juegan al tenis y ves que se activa la corteza motora. Y es el mismo set de neuronas que se ve cuando estudiamos las neuronas espejo. En la rehabilitación de pacientes con problemas motores, por ejemplo, les pedimos que imaginen un movimiento que no pueden hacer y después les pedimos que lo hagan dentro de sus límites.
Hay personas en coma profundo a las que se les pide que imaginen que juegan al tenis y ves que se activa la corteza motora. Y es el mismo set de neuronas que se ve cuando estudiamos las neuronas espejo
¿Qué aplicaciones están ya en marcha a partir de su descubrimiento?
Hay un increíble incremento de las terapias de Acción-Observación. Por ejemplo, tienes un problema en tu cadera y te tienen que operar, pero no te mueves porque es muy doloroso. Te operas, pero la recuperación dura un mes y no puedes moverlo. Pero si antes de la operación visualizas el movimiento, la recuperación se acelera. Porque el programa para mover la pierna ha sido restaurado, mientras que de la otra manera se te había olvidado cómo moverte.
Hay deportistas que usan estas técnicas para entrenar y usted trabaja con equipos de diferentes deportes, ¿no?
Estamos en contacto con muchos entrenadores, como el del equipo de fútbol Atalanta, y con algunos equipos de rugby. Ellos ya tenían la intuición de que se puede mejorar con la observación de las acciones de otros, pero desconocían las bases neurológicas. Se están haciendo muchas cosas. Si un centrocampista es muy bueno dando pases, se trabaja en observar vídeos para mejorar. Porque una de las capacidades de las neuronas espejo es que está implícita la intención de los otros, no solo la acción. Con los porteros es especialmente importante, y en rugby hemos hecho experimentos con los especialistas que patean el golpe de castigo. Estamos colaborando con muchos equipos.
Fuente de entrevista:
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF