La pandemia de COVID-19 obligó a una transformación completa del trabajo de los maestros, probablemente causando cambios más grandes que en cualquier otra profesión. De un día para otro, se pidió a los profesores de todo el mundo que abandonaran la instrucción presencial y crearan entornos de aprendizaje completamente remotos para sus alumnos.
En América Latina y el Caribe (ALC), estos cambios de gran alcance en el sector educativo ofrecen una oportunidad de innovación para ayudar a fortalecer las habilidades de los docentes. Para esto, los responsables de las políticas educativas deben comprender qué funcionó y qué no en este gigantesco experimento de enseñanza a distancia.
Para comenzar a explorar esta situación, el Ministerio de Educación de El Salvador (MINED), con el apoyo de Innovations for Poverty Action (IPA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), le preguntó a 3.246 docentes sobre sus experiencias con el programa de educación a distancia de emergencia en El Salvador, Aprendemos en Casa (AeC).
Durante la rápida transición a la enseñanza a distancia a principios de 2020, descubrimos que las escuelas y los maestros habían implementado muchas estrategias y canales efectivos que valdría la pena preservar y seguir construyendo incluso después de la pandemia. Al igual que con cualquier proceso de cambio apresurado, también encontramos desafíos que deben abordarse para garantizar el aprendizaje de todos los estudiantes. Aquí compartimos siete conclusiones importantes para los sistemas educativos:
- Los docentes corren un alto riesgo de agotamiento. Los días escolares nunca terminan ya que los maestros sienten que tiene que estar disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Se está pidiendo mucho de los docentes alrededor del mundo en este momento. Alrededor del 60% de los maestros reportan sentirse abrumados en medio de mensajes de WhatsApp y llamadas telefónicas incesantes con los padres. Más de la mitad de los docentes (53%) reportan algún tipo de síntoma relacionado con el estrés; un tercio piensa que se les exige demasiado; y el 17% siente que está fracasando en sus tareas como docente.
- Los docentes y directores están constantemente en contacto, enfocándose principalmente en que los estudiantes sigan aprendiendo desde casa. Casi todos los maestros afirman que se han comunicado con su director al menos una vez en la última semana, generalmente a través de una combinación de llamadas a teléfonos celulares (76%) y mensajes de WhatsApp (88%). Los temas discutidos se centraron en los roles y responsabilidades en la implementación del programa de educación a distancia de emergencia AeC (66%); cómo interactuar con las familias (64%); e información sobre programación de lecciones de radio y televisión (54%).
- La mayoría de los docentes buscan regularmente instrucciones sobre cómo deben implementar AeC. Los docentes suelen utilizar una combinación de estrategias y dispositivos para conocer los objetivos y planes de aprendizaje, siendo los más comunes la televisión (86%) y el portal web del MINED (44%). Las guías didácticas virtuales son menos usadas, ya que solo las utilizan uno de cada cuatro docentes.
- El principal desafío es encontrar estrategias para mantener a los estudiantes comprometidos con el aprendizaje. La mayoría de los maestros (82%) se comunica con colegas a través de comunidades informales de docentes para discutir estrategias de enseñanza a distancia y cómo mantener a los estudiantes involucrados y atentos en este período de tiempo caótico; así como la programación de lecciones de radio y televisión.
- A los docentes les preocupa que el aprendizaje a distancia esté agravando las desigualdades. Los maestros cuentan la historia de dos grupos de estudiantes con niveles muy diferentes de apoyo de los padres. El 60% de los educadores informa que los padres están involucrados y mantienen a los maestros informados sistemáticamente sobre el progreso de sus hijos; el 36% informa que los padres incluso solicitan actividades de aprendizaje complementarias. Por otro lado, al menos el 15% de los docentes temen que casi ninguno de sus alumnos y familias esté siguiendo las actividades educativas que se les ofrecen.
- Alrededor del 62% de los profesores llama la atención sobre los obstáculos de comunicación, a pesar de estar en contacto constante con los padres. Lo más importante es que el 71% piensa que los canales de comunicación, principalmente el teléfono celular y WhatsApp, no son plataformas ideales para la comunicación entre padres y docentes. Otros obstáculos informados por los maestros con respecto a los padres son: falta de tiempo para conectarse y ayudar a sus hijos (68%); y que tienen actitudes relativas a la educación que no favorecen el aprendizaje (59%).
- La comunicación de los docentes con los padres y estudiantes no se limita a lo académico. Incluso en los mejores momentos, los docentes de ALC muchas veces asumen el papel de trabajadores sociales. La experiencia de los docentes salvadoreños sugiere que este rol ha continuado o incluso se ha intensificado durante la crisis del COVID-19. Los maestros se preocupan por el bienestar socioemocional de sus alumnos y el 9% reporta que las familias los contactan con preocupaciones sobre el bienestar socioemocional de los niños.
La encuesta nacional en El Salvador es parte de un estudio regional realizado durante los últimos meses donde padres y maestros cuentan la historia de cómo fue su experiencia con el aprendizaje a distancia. Manténganse atentos mientras analizamos los desafíos y las áreas sobre las que construir en los sistemas educativos de ALC.
Entrada por Juan M. Hernández-Agramonte (IPA), Emma Näslund-Hadley (BID), Olga Namen (IPA) y Brunilda Peña de Osorio (MINED)
Este contenido ha sido publicado originalmente por ROME REPORTS en la siguiente dirección: blogs.iadb.org