Una maestra de primaria no vacunada que se quitó la mascarilla para leer a sus alumnos acabó infectando a más de la mitad de ellos el pasado mes de mayo, y estos a su vez contagiaron a otros estudiantes, familiares y miembros de la comunidad, según informaron el viernes las autoridades de salud pública de California.
Es un ejemplo de lo fácil que es socavar los esfuerzos para proteger a los niños demasiado jóvenes para ser vacunados, dijo la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés).
La maestra acudió al trabajo a pesar de tener síntomas de covid-19 y luego se quitó la mascarilla para leer a los jóvenes estudiantes, según informó un equipo de Salud Pública del Condado de Marin en el informe semanal de los CDC sobre muertes y enfermedad. La profesora asumió que los síntomas indicaban alergias, no una infección, descubrieron los investigadores.
En el aula de 22 alumnos, 12 se infectaron, incluidos ocho de los 10 alumnos de las dos primeras filas.
Y eso a pesar de las múltiples medidas destinadas a evitar la transmisión del virus.
“La escuela exigía a los profesores y a los alumnos que utilizaran mascarillas mientras estuvieran en el interior; las entrevistas con los padres de los alumnos infectados sugirieron que el cumplimiento de las directrices de uso de mascarillas y distanciamiento por parte de los alumnos, de acuerdo con las recomendaciones de los CDC, era alto en la clase. Sin embargo, se informó que la maestra se quitaba la mascarilla en ocasiones cuando leía en voz alta en clase”, decía el informe.
“A lo largo de este periodo, todos los pupitres estaban separados por dos metros”, añadía. “Todas las aulas tenían filtros de aire de partículas de alta eficiencia portátiles y las puertas y ventanas permanecieron abiertas”.
No fue suficiente para proteger a los niños.
Finalmente, 27 personas, incluyendo a la maestra, se infectaron. Ninguno enfermó gravemente y todos se recuperaron. Los casos que se analizaron correspondían a la variante delta del coronavirus, aunque los investigadores dijeron que no necesariamente pudieron analizar a todas las personas que podrían haberse infectado en el brote.
Los CDC destacaron el caso como un ejemplo de cómo las escuelas deben seguir todas las recomendaciones si quieren proteger a los estudiantes y al personal.
“La introducción del virus en el aula por parte de una maestra que trabajaba en la escuela, mientras era sintomática y no estaba vacunada, y que se quitó la mascarilla al leer en voz alta a una clase, dio lugar a casos dentro del aula, en toda la escuela y entre las familias de los estudiantes y el personal de la comunidad”, afirmó Walensky en una sesión informativa sobre covid-19 en la Casa Blanca el viernes.
“Sabemos cómo proteger a nuestros hijos en la escuela. Tenemos las herramientas”.
La guía de los CDC para las escuelas menciona la vacunación como la forma número 1 de proteger a todos. “La vacunación es la principal estrategia de prevención de salud pública para acabar con la pandemia de covid-19. Promover la vacunación puede ayudar a las escuelas a retomar con seguridad el aprendizaje en persona, así como las actividades extracurriculares y los deportes”, afirmó.
Los niños menores de 12 años no pueden ser vacunados, y los CDC dicen que es importante que los adultos que los rodean se vacunen para protegerlos.
La doctora Lisa Santora, subdirectora de salud del condado, dijo que los funcionarios de ese lugar habían estado instando a los maestros a vacunarse desde enero, pero muchos no lo habían hecho. “Vimos de primera mano que no eran los niños los que iban a enfermar a los profesores. Iba a ser al revés”, dijo Santora a CNN.
Santora dijo que el condado de Marin había organizado eventos de “Súper Sábado” para animar a los maestros y al personal a vacunarse, pero algunos maestros siguen sin vacunarse. “Los adultos están subestimando su riesgo de hospitalización cuando deciden no vacunarse”, dijo a CNN.
Santora dijo que el 90% de las personas que se encuentran en los hospitales con covid-19 en el condado en este momento no están vacunadas, y muchas tienen entre 30 y 50 años de edad.
El brote en la escuela primaria fue un aviso para el condado de que la variante delta iba a dificultar la prevención de brotes, indicó.
“Algunos de los adultos que formaron parte del brote, que eran padres de niños de la escuela, estaban vacunados. Eso fue otro indicio para nosotros de que la variante delta era diferente”, comentó.
“Entre los cinco adultos infectados, uno de los padres y la maestra no estaban vacunados; los demás estaban totalmente vacunados”, dice el informe. “Los adultos vacunados y un adulto no vacunado presentaron síntomas de fiebre, escalofríos, tos, dolor de cabeza y pérdida de olfato. Ningún otro miembro del personal de la escuela informó haberse enfermado”.
El condado pudo llevar a cabo una intensa operación de rastreo de contactos que permitió obtener una buena imagen de lo sucedido. Al parecer, varios niños se infectaron durante una fiesta de pijamas, y algunos de la clase de la maestra infectada parecen haber contagiado a sus hermanos.
La realización de pruebas a la mayoría de los niños expuestos fue clave, porque muchos de ellos nunca desarrollaron síntomas.
“La escuela hizo lo correcto con todas sus estrategias de mitigación”, dijo Santora. “Creo que si no fuera [la variante] delta, no creo que hubiéramos visto esto”.
No obstante, los CDC concluyeron que las escuelas pueden abrir con seguridad para las clases presenciales si tienen cuidado.
Los funcionarios del condado de Los Ángeles estudiaron los casos ocurridos en sus escuelas entre septiembre y marzo. Contaron 463 casos entre los estudiantes en ese tiempo que podían vincularse a una exposición en la escuela, y 3.927 entre el personal que volvió a estar en persona. Se trata de una tasa de casos muy inferior a la de la comunidad en general durante el mismo periodo, informaron.
“En las escuelas con protocolos de seguridad para la prevención y la contención, las tasas de casos en niños y adolescentes fueron 3,4 veces menores durante el pico de invierno en comparación con las tasas a nivel comunitario”, escribieron.
“Este análisis refleja los patrones de transmisión antes de que la variante B.1.617.2 (delta) del SARS-CoV-2, más transmisible, se convirtiera en la predominante en Estados Unidos. Una estrategia de prevención múltiple, que incluya el uso de mascarillas, el distanciamiento físico, la realización de pruebas y, más recientemente, la vacunación de niños y adolescentes de 12 años o más, seguirá siendo fundamental para reducir la transmisión a medida que más estudiantes vuelvan a las aulas”, añadieron.
“Estos hallazgos de un condado grande y diverso presentan evidencia preliminar de que las escuelas proporcionaron un entorno relativamente seguro durante el año escolar 2020-21”.
Este contenido ha sido publicado originalmente por CNN en la siguiente dirección: cnnespanol.cnn.com