Francesc de Carreras Serra jurista y catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona, afirma que los dos objetivos generales de la educación son enseñar a ser buenos ciudadanos, para “crear las condiciones de una buena convivencia entre las personas basada en los principios éticos y las virtudes públicas, fundamentalmente en la tolerancia, el respeto a los demás, la responsable participación política, la conciencia de ser personas libres e iguales”; y el segundo objetivo es “suministrar los instrumentos para ser personas cultas, además de, naturalmente, en la fase superior, desarrollar un aprendizaje para ejercer una profesión específica”.
“La educación debe enseñar a disfrutar de la vida, a ser feliz y a saber contribuir a la felicidad de los demás. Si a uno le gusta leer no se aburrirá jamás, la curiosidad incentiva la felicidad, conversar más allá de las nimiedades cotidianas contribuye a la buena vida. Para todo ello es necesaria la cultura. Hoy en día creo se confunden las cosas: no se trata de ser feliz “al aprender en la escuela” sino de aprender “para ser feliz en la vida”, algo bien distinto”.
Nuestros estudiantes, pertenecen a una generación (entendemos la menor de 40 años), a “la mejor preparada de la historia”, por los “niveles de enseñanza y adaptación a las nuevas realidades tecnológicas”. Y existen “dos condiciones que justifican esta consideración. Por un lado, es la primera generación que ha ido a la escuela hasta los 16 años y en muy buena parte ha pasado por la universidad, obteniendo o no un título de grado, un máster o un doctorado. Por otro lado, no sólo sabe manejar las nuevas técnicas de comunicación que nos adentran en una sociedad distinta, sino que las ha incorporado a sus proyectos de vida, desde aspectos importantes como es la profesión, hasta cualquier otro asunto de la vida diaria. Amazon o Uber, son dos ejemplos. Estas nuevas tecnologías condicionan, en parte determinan, sus vidas: en eso se distingue la nueva generación de las anteriores”.
“La impresión es que la pedagogía actual tiende a enseñar pocos conocimientos generales en las enseñanzas primaria y secundaria y se fomentan los contenidos profesionales en la universitaria. Con ello no formamos de manera suficiente ni ciudadanos ni personas cultas”.
“Es cierto que el estudiante debe “aprender a aprender”, siempre ha sido así, los saberes cambian y la formación es labor de toda una vida. Pero el conocimiento básico general debe aprenderse en la escuela y el básico específico en la universidad. No sólo bastan “habilidades y competencias”, para usar la terminología pedagógica que está de moda, si no que es necesario, en esas etapas, acceder también al saber, al conocimiento”.
“El aprendizaje no es sólo “tener información” sino sobre todo “conocer”. Tener información es acumular el conocimiento disponible que otros te han trasmitido. Conocer, en cambio, como dice Erich Fromm, es “penetrar a través de la superficie, llegar a las raíces y, por consiguiente, a las causas”. Si ello es una labor difícil en primaria y secundaria, aunque debe intentarse, esta debe ser la labor principal de la universidad. Las informaciones se acumulan, son cuantitativas; los conocimientos se asimilan, son cualitativos. Esta distinción es fundamental”.
¿Qué opina sobre esta distinción entre informar y conocer en la enseñanza? ¿Cuáles son los contenidos que deben aprenderse? ¿Aporta, hoy la educación, para preparar mejor a la nueva generación? ¿Se trata de ser feliz “al aprender en la escuela” o de aprender “para ser feliz en la vida”? “¿Es todavía insuficientemente la educación para preparar al futuro?
Estas reflexiones, las hemos tomado, con fines únicamente educativos – pastorales, como una invitación a leer el artículo de Francesc de Carreras publicado por el diario EL PAÍS (España), y que les recomendamos su lectura; porque como educadores sabemos de nuestra enorme responsabilidad de educar para el futuro. Recordemos, finalmente, la acertada reflexión del orador, ministro religioso y activista estadounidense, Malcolm Little: “La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy.”
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REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF