Los dibujos de los niños expresan sus sentimientos y emociones. Nos dan pistas sobre su comportamiento y personalidad. A veces nos muestran sentimientos y vivencias que no saben o no se atreven a expresar de otra forma. Es importante ver el dibujo pero también como lo hace. Si está contento y disfruta dibujando, si presta atención, etc.
Los dibujos de nuestros alumnos o hijos nos pueden ayudar a conocerlos mejor. Pero los datos que vamos a comentar son orientativos. El uso del dibujo con fines diagnósticos debe ser realizado por profesionales. Para interpretarlos correctamente es necesario conocer al niño y su familia.
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A continuación les contamos la siguiente historia del confuso dibujo de un niño que no es lo que parece:
La maestra de mi hija nos convocó urgente a la escuela. Le pregunté a mi hija qué había pasado y me dijo, con lágrimas en sus ojos, que a la maestra no le gustó el dibujo de nuestra familia. Cuando llegamos a la reunión, estaba la directora, la consejera de la escuela y la maestra. Me llamaron la atención tantas personas por un dibujo que hizo mi hija.
Paso siguiente la maestra con cara de preocupación y muy pensativa, nos mostró el dibujo explicándonos, a mi esposo y a mí, que les había pedido a los niños que dibujaran a su familia mientras hacía algo juntos. Había un silencio total y todos los ojos puestos en nosotros. Tomé el dibujo en mis manos, y le dije a la maestra qué en efecto, durante las vacaciones de verano, ¡todos hicimos un buceo juntos en Santo Domingo!
¡Entendí que no sería un Picasso, pero yo encontré lindo su dibujo! ¡A veces nos apresuramos a pensar y juzgar sin preguntar! ¡Eso es un Grave error!
La llave a la armonía es la “comunicación”.
Este dibujo anda por las redes ya que un infante lo hizo y alarmó a la maestra, este dibujo no fue hecho durante alguna sesión psicológica, se citó a los padres por La naturalidad del dibujo, en la junta de los padres se le cuestionó al infante a lo que el infante pic.twitter.com/K868RDDvvV
— Meredith G. 🛋️✨ (@MerGarza) November 21, 2021
¿Qué nos transmite dibujo del niño?
El dibujo representa en parte la mente consciente, pero también, y de una manera más importante, hace referencia al inconsciente. No debemos olvidar que lo que nos interesa es el simbolismo y los mensajes que transmite dibujo del niño, no su perfección estética. Sin darse cuenta el niño traslada su estado anímico al papel. Por ello no es conveniente obligarlo a dibujar, si él no siente la necesidad. Debe dibujar por placer, nunca por obligación. Es recomendable dejar que su imaginación se manifieste con toda libertad. En algunos niños su deseo de expresión se canaliza a través de otros medios como la música, la danza, el canto o los deportes. Cada uno encontrará el que más le convenga.
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No debemos preocuparnos si advertimos que el niño tiene tendencia a dibujar formar fluidas. La originalidad indica capacidad para afirmar las opiniones propias. No hay por qué asombrarse si no se altera el que un árbol no se dibuja de ese modo, tal vez nos responda que su árbol procede de Marte, por ejemplo.
Si hay algo con lo que debemos estar alerta, es el dibujo con trampa; algunas veces el niño dibuja un tema en un lado del papel mientras en el otro coloca a un personaje, un objeto o cualquier otra cosa. Pues bien, está arrinconando aquello que se encuentra en el reverso de la hoja. Por ejemplo, el niño que dibuja a su familia omitiendo a su hermana pequeña o a su padre y los pone en la otra cara del papel. En este caso eso significa que aleja a dicho personaje de su entorno.
Los dibujos nos permiten conocer datos sobre el temperamento, el carácter, la personalidad y las necesidades del niño, asimismo, nos ayudan a descubrir y a reconocer las diferentes etapas por las que atraviesan.
¿Cómo es la evolución del dibujo en la etapa infantil?
De dos a tres años: El niño desea probar herramientas diferentes: el rotulador, la acuarela, los lápices de cera, etc. En esta fase la experimentación predomina sobre la expresión. La coordinación se va desarrollando y pronto llegará a coger firmemente en su mano los lápices que esté utilizando.
De cuatro a cinco años: Elige los colores en función de la realidad (un árbol marrón con hojas verdes, por ejemplo) y tal vez al comenzar a escribir pierda interés en el dibujo. Su capacidad imaginativa es muy fuerte, por lo que los cuentos de hadas captan mucho más su atención.
En estas etapas a los más pequeños le gusta experimentar con diferentes materiales que pueden ser motivadores a la hora de expresar o manifestarse y que también nos pueden indicar aspectos a tener en cuenta a la hora de analizar, el por qué elige un material u otro. Otro aspecto importante en el análisis del dibujo es la orientación espacial, tamaño de los trazos, el simbolismo de los trazos, la interpretación de los colores, etc. Serán indicadores que nos ayudarán a conocer al niño más allá del dibujo.
En nuestra metodólogia educativa podemos trasladar la interpretación y análisis de los dibujos a través de nuestro proyecto Hara en la que los más pequeños pueden vivenciar sus emociones a partir de una experiencia y posteriormente reflejarlo en un dibujo.
Los dibujos siempre cuentan algo de quien los realiza, algo que se guarda pero desea desvelar. Por tanto son esenciales para saber cómo se siente por dentro o qué piensa realmente respecto a él mismo, a los demás, a su familia o a su entorno
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¿Por qué es importante que los niños dibujen?
Al igual que sucede con el juego, dibujando y garabateando, el niño siente el placer del movimiento. El dibujo es una actividad motora espontánea que contribuye a la formación de la personalidad. Cuando un niño domina el movimiento y controla el trazado gráfico madura psicológica, motor, intelectual y afectivamente. El arte, la creatividad y la imaginación desempeñan un papel vital en la educación de los niños. Y el dibujo constituye un proceso complejo, a través del cual el niño reúne diversos elementos de su experiencia para formar un conjunto con un nuevo significado. En este proceso de seleccionar, interpretar y reformar estos elementos, el niño hace más que un dibujo, nos transmite una parte de sí mismo: cómo piensa, cómo siente y cómo se ve. Por eso hay que dar al niño la oportunidad de crear constantemente, por medio de su imaginación y a través del dibujo. Porque cuanto mayores sean las oportunidades para desarrollar la sensibilidad y agudizar todos los sentidos, mayor será la oportunidad de aprender y mejor la preparación para su futura capacidad creadora. Porque no olvidemos que el desarrollo de la sensibilidad a través de la expresión que ofrece el dibujar es una de las partes más importantes del proceso educativo.
¿Cómo interpretar el dibujo del niño?
Los datos que vamos a comentar son orientativos. El uso del dibujo con fines diagnósticos debe ser realizado por profesionales. Para interpretarlos correctamente es necesario conocer al niño y su familia.
Entre los rasgos que se pueden valorar hay que destacar:
- Como coge el lápiz: Si lo sujeta con mano firme y muy apretado, puede querer decir tensión o nerviosismo. Cuando lo coge suave, el niño está relajado y tranquilo.
- Características de trazo: Si es firme y continuo muestra seguridad y confianza en sí mismo. Si es demasiado fuerte, agresividad. Si es dubitativo o tembloroso, baja autoestima.
- Espacio ocupado: Si dibuja en todo el papel, nos dice que es extrovertido, que siente confianza y seguridad. Dibujar sólo en una parte de la hoja, se asocia a timidez e introversión.
- Situación del dibujo: Donde sitúa el dibujo en la hoja nos puede ayudar a conocer a nuestro hijo. O a mostrarnos en que piensa en ese momento. El centro representa el momento actual y no demostraría inquietud ni inseguridad. El lado izquierdo, el pasado. Algo que recuerda de forma feliz o que le preocupa. El lado derecho es el futuro. La parte superior representa el lado intelectual, imaginación y curiosidad. La parte inferior, las necesidades materiales.
- Color: Si usan muchos colores suelen ser niños alegres, curiosos, expresivos y seguros. Si usan siempre el mismo color en diferentes dibujos puede ser inseguridad y falta de confianza. Mezclar colores, pintando encima unos de otros puede ser signo de irritabilidad. Hay que tener en cuenta que la elección del color puede depender tan sólo de la disponibilidad, el tamaño o la forma del lápiz.
Algunos rasgos de los dibujos pueden darnos a conocer rasgos psicológicos de los niños. Aunque siempre de forma orientativa. Estos son algunos ejemplos:
- Motivación para el aprendizaje: El dibujo ocupa gran parte del papel. Está bien centrado. Figuras proporcionadas. Con caras expresivas y ojos grandes. Incorporan también detalles en el dibujo (plantas, animales,…)
- Autocontrol: Dibujo simétrico y proporcionado. Hay trazos ondulados. Si usa colores, no se sale de los contornos.
- Autoestima: El dibujo ocupa bastante espacio en el papel. Bien organizado. Figuras más bien grandes. Con brazos y manos abiertas. Caras sonrientes.
- Perseverancia: Dibujos con muchos detalles. Figuras bien delimitadas. Con rostros expresivos y con todos los elementos. Si colorea lo hará en casi todo el dibujo.
- Inseguridad: Dibujos con trazos irregulares. Tiene fallos, tachones y rectificaciones. Figuras pequeñas a veces inclinadas. Con brazos pequeños y pegados al cuerpo.
- Agresividad: Dibujos con trazos rectos, alargados y en sentido ascendente. Caras en las que destacan los dientes. Extremidades asimétricas. Brazos largos con manos cerradas, con garras en vez de dedos. Con frecuencia aparecen números o letras de forma progresiva. Y cada vez más grandes.
- Ansiedad, miedo: Dibujos con figuras pequeñas, simples. Caras muy poco expresivas. Con frecuencia el niño se dibuja dentro un coche, casa,… para sentirse protegido. El sombreado de la cara puede reflejar ansiedad. Si pintan a la persona a la que tiene miedo lo harán con brazos cortos o sin ellos.
- Egocentrismo: Si dibuja a la familia o varias figuras, se sitúa el primero y el más grande.
- Dificultad para la relación social: Dibuja figuras con brazos pegados al cuerpo. Con expresión triste o indiferente.
- Déficit de atención. Impulsividad: El dibujo ocupa mucho espacio pero mal estructurado, desorganizado. Hay objetos de diferentes temas y formas. Con muy pocos detalles y a veces irreales. Trazos rápidos.
Este contenido ha sido publicado originalmente por planlea.edu.do y familiaysalud.es
ENLACE DE LECTURA: CÓMO INTERPRETAR LOS DIBUJOS DE LOS NIÑOS