La alfabetización digital y el uso de las redes en la educación

El mundo digital y el entorno que se ha desarrollado hoy en cuanto a recursos y tecnologías, nos involucra a todos y (en algunas circunstancias) consciente o inconscientemente ya es parte de nuestra vida cotidiana, o incluso ha hecho que más de uno sea dependientes de él. Y según el director de la Real Academia Española (RAE) José Manuel Blecua, las redes sociales -que es el tema del cual quisiéramos reflexionar en esta publicación- nos dice que la comunicación digital no empobrece el idioma, aunque usen símbolos propios o tomados del lenguaje ordinario, para acortar el espacio del mensaje.

Como decía un recordado profesor de Filosofía, es muy importante definir qué entendemos por cada concepto, y nos enseñó que definir es “expresar claramente qué es una cosa, de tal manera que pueda distinguirse de todo aquello que no es”, o “fijar con claridad, exactitud y precisión el significado de una palabra o la naturaleza de una persona o cosa”. Siguiendo tan buenos consejos, nos permitimos, para esta publicación, definir qué entendemos por:

  1. Internet: es una red de computadoras que se encuentran interconectadas a nivel mundial para compartir información, “por medio del cual un usuario en cualquier computadora puede, en caso de contar con los permisos apropiados, accesar información de otra computadora y poder tener inclusive comunicación directa con otros usuarios en otras computadoras. […] Técnicamente, lo que distingue al Internet es el uso del protocolo de comunicación llamado TCP/IP (Transmission Control Protocol/Internet Protocol)”.
  2. Mundo digital al espacio que cuenta con la disponibilidad y el uso de herramientas digitales para comunicarse en Internet, a través de dispositivos digitales, inteligentes y otras tecnologías, y que cuenta con un lenguaje propio.
  3. Redes sociales: son comunidades formadas por diferentes usuarios y organizaciones que se relacionan entre sí en plataformas de Internet, sitios web y aplicaciones y que están diseñadas para permitir que las personas compartan contenido de manera rápida, eficiente y en tiempo real. Son sitios web y aplicaciones que están diseñadas para permitir que las personas compartan contenido de manera rápida, eficiente y en tiempo real.
  4. Alfabetización digital: también entendida como alfabetización multimedia, alfabetización mediática, alfabetización crítica, alfabetización noticiosa, … es la habilidad para localizar, analizar, organizar, entender y evaluar información utilizando tecnología digital. Las personas digitalmente alfabetizadas, cuentan con las capacidades para entender el lenguaje multimediático y el poder construir procesos comunicativos que se despliegan en los entornos digitales. (cf Wikipedia).
ALFABETIZACIÓN DIGITAL: ¿QUÉ SIGNIFICA? (01´ 06”)

Aunque no lo tratemos con profundidad aquí, es bueno ponernos de acuerdo sobre la importancia de saber qué es “brecha digital” y su estrecha relación con nuestra tarea educativa. El investigador Javier Tolcachier, opina que hay una “necesidad de cerrar la brecha digital para comenzar a paliar estas desigualdades en el ámbito del acceso a conocimientos a través de internet”, ya que la conectividad universal es una condición necesaria pero no suficiente para avanzar en la formación equitativa y con contenidos de calidad. La educación nos permite recorrer caminos ya andados y descubrir nuevas rutas de aprendizaje, promoviendo una mayor autonomía y el cultivo de un espíritu crítico. Necesitamos en el “mundo digital” y el uso de las redes, profesores y estudiantes que sean actores y no espectadores, “personas que aprendan a producir y mantener tecnología, y no solo a consumirla”. Y para lograrlo es necesaria la alfabetización digital, como “el elemento transversal a la educación, integrando la formación en tecnología con las demás materias, conectada con las necesidades, motivaciones y actividades humanas”. Cf TECNOLOGÍA DIGITAL Y EDUCACIÓN, ¿NECESIDAD SOCIAL O NEGOCIO PARA LOS DE SIEMPRE?

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Navegando por internet, los estudiantes, profesores y padres de familia hemos podido encontrar diferentes opciones para seguir el proceso enseñanza – aprendizaje, y gracias a las redes sociales hemos podido recibir, compartir, enviar y crear información en plataformas con diversos formatos como imágenes, texto, audios, videos, etc. Su conocimiento y manejo se hizo de manera acelerada desde las exigencias y desafíos que cada sesión de aprendizaje planteaba, como el método heurístico de ensayo y error para probar una alternativa y verificar si funciona, y que se estableció -en no pocos casos- como un proceso de aprendizaje. Después de superar la exigente prueba de la imprevista educación a distancia, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el internet y las redes sociales han tenido una gran influencia y hasta nos atreveríamos a decir que este hecho es histórico e irreversible, donde las estructuras lo han permitido.

Las redes sociales han ingresado al mundo el Educación para cambiar muchos paradigmas o fundamentos de la educación pre pandemia, los planes y programas curriculares -en no pocos países- han debido ser reestructurados, porque la realidad de la educación a distancia no aceptó simples maquillajes. De hecho -salvo mejor opinión-, la educación con las nuevas plataformas y redes nos planteó una urgente capacitación y actualización digital tanto los padres de familia, profesores y estudiantes, con el doble desafío es saber cómo maximizar los beneficios de internet y el uso de las  redes para cada niño y adolescente, para cada realidad educativa (inclusive dentro del mismo país), optimizando su apoyo al proceso enseñanza – aprendizaje, así como el mitigar su mal uso y los daños que ya traían ante de la pandemia. Consideramos que en los dos últimos años -en no pocos espacios educativos- se ha evidenciado, que “las redes sociales se han convertido en una herramienta que permite el aprendizaje colaborativo e involucra espacios de intercambio de información que fomentan la cooperación”.

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Con el retorno las clases presenciales, el uso de las redes sociales, como recurso de aprendizaje, han logrado un significativo arraigo y fascinación en los alumnos con una posibilidad didáctica enorme, por ser un medio de gran interacción y capacidad para comunicarse con gran rapidez. Los educadores, estamos en la encrucijada de responder con nuevos itinerarios educativos, y que necesariamente deben -así de imperativo- ser producto del consenso de los tres principales agentes del proceso enseñanza- aprendizaje; pues cada día nos sorprendemos con nuevos recursos y aplicaciones (TIC), que nos están obligando a reconstruir nuestros espacios educativos, revisar los paradigmas educativos, la urgente capacitación y actualización permanente de todos los actores del proceso educativo. Pero quizá -en muchos espacios educativos- se ha dejado “para después” los principios éticos y morales de su uso. No se ha prestado mucha atención a la importancia de tener normas para su uso, dejando las puertas abiertas al relativismo y al libertinaje tanto gnóstico como ético. Dejamos a cada uno de ustedes profundizar en este aspecto tan importante como es la educación, el conocimiento y la virtud.

Para Claudia Islas y María del Rocío las redes puedan convertirse en parte de la transformación educativa, lo que hace importante papel significativo del profesor, “puesto que participa en el proceso de generar conocimientos junto con el estudiante de forma construida y compartida; a partir de esto, se entiende que los procesos centrales del aprendizaje son la organización y comprensión del material informativo, ya que el aprendizaje es el resultado de la interpretación. Sin embargo, en este tipo de situaciones de aprendizaje, el esfuerzo del profesor está centrado en ayudar al estudiante a desarrollar talentos y competencias utilizando nuevos esquemas de enseñanza, lo cual lo convierte en un guía del proceso de enseñanza-aprendizaje. A la par, el estudiante se vuelve un ser más autónomo y autosuficiente que construye sus propios conocimientos. El profesor ahora tiene la labor de ayudarle a aprender (Meso, 2010)”.

Las redes sociales están exigiendo un cambio en el papel del profesor en el proceso enseñanza – aprendizaje, pues “deja de ser la fuente de transmisión de saber para su alumnado, puesto que toda la magnitud que se quiera de conocimiento reside en la Red, y debe ser consciente de ello y legitimar su posición en el aula como guía, tutor y mediador en el aprendizaje”. Este nuevo panorama está exigiendo que los profesores pospandemia sientan a necesidad urgente de actualizarse y de comprometerse a desarrollar las habilidades y competencias que le permitan ser un experto en la lectura, interpretación y enseñanza del lenguaje digital. Solo quienes estén dispuestos a conocer el mundo digital de hoy, en el cual se mueven muchos de nuestros estudiantes, le permitirá "no anclarse en métodos/sistemas hoy ya caducos ante el avance informativo, comunicativo e interaccional que ofrece la Red y, más aún, las redes sociales".

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Respecto al papel del estudiante en las redes sociales, y al ser éste quien representa el eje central del proceso de enseñanza-aprendizaje, es necesario que desarrolle conocimientos relacionados al acceso efectivo y correcto de las fuentes de información soportadas por tecnologías, guiado y apoyado por profesores alfabetizados digitalmente. El objetivo no es solo que tengan familiaridad en el manejo tecnológico de las redes, sino también el conocimiento de su uso ético de las competencias tecnológicas aprendidas. Nuestros estudiantes deberán ir profundizando su capacidad discernimiento, para consumir, usar y producir más información en las redes, con pensamiento crítico y responsabilidad.

Los profesores que necesitamos hoy en las aulas, deberán ser capaces de motivar, en sus estudiantes, el desarrollo de las habilidades para encontrar, asimilar, interpretar y reproducir información. Esta tarea implica que reconozcan los estilos de aprendizaje de los estudiantes, puesto que cada uno tiene un modo distinto de percibir y procesar. “Lo anterior implica, también, que dependiendo del contexto y tipo de información, el estudiante combine sus estilos de aprendizaje particulares: visual, auditivo o kinestésico, según su canal de percepción, o teóricos, pragmáticos, reflexivos, activos, a partir de la interiorización que efectúen en una etapa específica”.

Hoy encontramos -con la nuevas tecnologías digitales- que hay varios conceptos respecto a los estilos de aprendizaje, y las estrategias de aprendizaje, ante el uso de las redes sociales en el proceso de enseñanza – aprendizaje, y que exigen un nuevo y mayor esfuerzo a todos los docentes para estudiar los nuevos recursos tecnológicos digitales y el manejo de sus herramientas, así como el estar dispuestos a cambiar lo que se necesite cambiar para mejorar su desempeño docente. Los profesores que no estén dispuestos a aprender al uso de la integración de las nuevas TIC y los nuevos recursos e instrumentos digitales, (nos parece que) quedarán “auto marginados” y posteriormente descartados del nuevo sistema educativo pospandemia, compuesto por “comunidades de aprendizaje en las que los alumnos investigan los contenidos temáticos, así como información de interés personal, y se convierten en líderes y responsables de su aprendizaje”. cf USO DE LAS REDES SOCIALES COMO ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE. ¿TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA?

Y para este nuevo panorama de la educación. con el uso de las redes sociales, todos necesitamos estar preparados para enseñar, en el hogar y en la escuela, el correcto uso del internet y las redes sociales, porque aumenta la vulnerabilidad de los niños y jóvenes a los riesgos y los peligros con “el uso indebido de su información privada, el acceso a contenidos perjudiciales y el acoso cibernético”; pues la facilidad del acceso a los dispositivos móviles, hace (en no pocos países) que esté al alcance muchos estudiantes, con menos supervisión de los padres y sea potencialmente más peligroso. Según el Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, el “internet fue diseñado para adultos, pero los niños y los jóvenes lo utilizan cada vez más, y la tecnología digital afecta cada vez más sus vidas y su futuro. Por ello, las políticas, las prácticas y los productos digitales deberían reflejar mejor las necesidades, las perspectivas y las opiniones de los niños”. Cf UNICEF PIDE PROTEGER A LOS NIÑOS EN EL MUNDO DIGITAL AL TIEMPO QUE SE MEJORA EL ACCESO A INTERNET DE LOS MÁS DESFAVORECIDOS

El analista político, académico y periodista estadounidense Yuval Levin (1977), opina que en general, las redes no son un lugar para los niños, y sostiene que “si Instagram o TikTok fueran lugares físicos en tu vecindario, probablemente nunca dejarías a tus hijos, aunque fueran adolescentes, ir ahí solos. Los padres deberían tener la misma capacidad de decisión sobre la presencia de sus hijos en estos espacios virtuales” [...] “Quizá tengamos la vaga impresión de que eso es imposible, pero no. Hay una herramienta viable, legítima y eficaz a disposición de nuestra sociedad para empoderar a los padres ante los riesgos que conllevan las redes sociales: hay que aumentar el requisito de edad para el uso de redes sociales, y vigilar que se respete”.

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El analizar y cuantificar los peligros de las redes implica un reto para los investigadores, y sin duda hay quienes dicen que los riesgos se han exagerado. “Pero hay evidencia de que la exposición a las redes sociales presenta un daño serio para los preadolescentes y también para los adolescentes. Al menos eso sugieren las investigaciones mismas que han realizado las plataformas. Los documentos internos de Facebook —que ahora se llama Meta— sobre el uso de los adolescentes de Instagram señalan algunas preocupaciones graves. “Empeoramos los problemas de imagen corporal para una de cada tres niñas preadolescentes”, mencionaron los investigadores en una diapositiva que se filtró. Los documentos también distinguían vínculos entre el uso habitual de las redes sociales, la depresión, las autolesiones e incluso, hasta cierto punto, el suicidio.

Actualmente, “hay evidencia de que la exposición a las redes sociales presenta un daño serio para los preadolescentes y también para los adolescentes. Al menos eso sugieren las investigaciones mismas que han realizado las plataformas. Los documentos internos de Facebook —que ahora se llama Meta— sobre el uso de los adolescentes de Instagram señalan algunas preocupaciones graves. “Empeoramos los problemas de imagen corporal para una de cada tres niñas preadolescentes”, mencionaron los investigadores en una diapositiva que se filtró. Los documentos también distinguían vínculos entre el uso habitual de las redes sociales, la depresión, las autolesiones e incluso, hasta cierto punto, el suicidio”.

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Pero no todo es negativo. Algunos especialistas educativos no dicen que “las redes sociales también presentan beneficios para los jóvenes. En ocasiones, ahí encuentran conexión y apoyo, descubren cosas y afinan su curiosidad. Como respuesta a los informes negativos sobre sus propias investigaciones, Facebook señaló que había encontrado que, según algunas consideraciones, Instagram “ayuda a muchos adolescentes que batallan con algunos de los problemas más difíciles de esa edad”.

Las restricciones al acceso a algunas plataformas, casi siempre conllevan costos, sobre todo en los usuarios más jóvenes, como lo ha señalado Jonathan Haidt de la Universidad de Nueva York: “Los jóvenes están muy conscientes de que Instagram puede ser malo para su salud mental, pero se sienten obligados a pasar tiempo en la aplicación por miedo a perderse de las tendencias culturales y sociales”.

Por todo lo expuesto, creo que podemos coincidir en la necesaria “alfabetización en el uso de redes” en la Educación, tanto en casa como en las escuelas, y no solo estar al pendiente de aprender a manejar los nuevos recursos tecnológicos, las nuevas TIC, del tiempo frente a las pantallas, sino también en los contenidos. Tomando las palabras de la profesora Sonia Livingstone, para la alfabetización mediática, alfabetización digital, alfabetización crítica, alfabetización noticiosa, -o como quiera llamarse-, se sugieren alternativas educativas a la regulación del entorno digital por todos lados, sin embargo, ésta construye un pensamiento y una ética sobre el papel de los medios en la sociedad. Pero, “curiosamente, esto rara vez se traduce en políticas o recursos concretos para aumentar la alfabetización mediática del público. Parece que la mera sugerencia es suficiente para desviar la atención de lo políticamente indeseable o prácticamente desafiante. La alfabetización mediática, convenientemente, es responsabilidad de otra persona y ellos (docentes, expertos en pedagogía, el Departamento de Educación) rara vez están presentes cuando se habla de “noticias falsas” o regulación de plataformas o estándares periodísticos o explotación de datos!. Cf ALFABETIZACIÓN MEDIÁTICA: LA SOLUCIÓN FAVORITA DE TODOS A LOS PROBLEMAS DE REGULACIÓN

Los encargados de elaborar políticas educativas pueden ayudar, con leyes consensuadas de protección de la privacidad infantil y sanciones significativas para las plataformas que no verifiquen su uso por menores, una poderosa herramienta para hacer frente a la presión social de usar las redes sociales, porque” todo el mundo quiere estar en ellas porque todo el mundo está en ellas”. Les sugerimos leer con mayor amplitud el artículo del periodista norteamericano Yuval Levin, publicado por el New York Times en este enlace: ¿CÓMO PROTEGER A LOS NIÑOS EN LAS REDES SOCIALES?

Para César Coll en América Latina siguen existiendo notables diferencias entre los países e incluso entre sus propias zonas geográficas, en cuanto a la conectividad, la brecha digital y la alfabetización digital, que permita tantos a los profesores, como a los estudiantes el uso de las TIC. Pero lo que sí puede afirmarse que “no existe un determinismo pedagógico o didáctico en el sentido de que el potencial de las TIC para transformar, innovar y mejorar las prácticas educativas. La incorporación de las TIC a la educación está, pues, lejos de presentar un panorama tan homogéneo como se supone en ocasiones y sus efectos benéficos sobre la educación y la enseñanza”. Y que sin duda hace más necesaria una capacitación docente de primera calidad, si queremos la próxima generación responsable, crítica y libre.

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La alfabetización digital y el uso de las redes, nos está exigiendo a los educadores conocer y manejar excelentemente el enlace de la tecnología, la pedagogía y la didáctica, en todo proceso enseñanza – aprendizaje. Y es, según especialistas, mucho más compleja de lo que hemos supuesto tradicionalmente y pueden llevar a un reduccionismo tanto en lo tecnológico como en el pedagógico. Ojalá se descubra y aplique pronto una eficiente política educativa que tenga en cuenta la alfabetización digital y el uso de las redes, que no comporte solo el aprendizaje del uso funcional de las tecnologías, sino también “el conocimiento de las prácticas socioculturales asociadas al manejo de estas tecnologías en la sociedad de la información y la capacidad para participar en esas prácticas utilizando dichas tecnologías de manera adecuada, por parte del profesorado y del alumnado para desarrollar su actividad como docentes y aprendices. Cf APRENDER Y ENSEÑAR CON LAS TIC: EXPECTATIVAS, REALIDAD Y POTENCIALIDADES (113 – 126)

“... hay que evitar a toda costa caer en los modelos de formación tecnocéntricos y verticales, desconectados de la realidad que enfrenta día a día el profesorado, ajenos a su cultura de pertenencia”. (Frida Díaz Barriga, TIC y competencias docentes del siglo XXI).

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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