La mnemotecnia o nemotecnia como también se le conoce, es el nombre con el cual se describe a la técnica de memorización que se basa en asociar la información a retener, con datos que ya son parte de la memoria de una persona. Dentro de la psicología y pedagogía, la mnemotecnia es considerada un arte, que se encarga de facilitar la memorización a través de medios o artificios convencionales.
Los medios mnemotécnicos sobrecargan el espíritu utilizando para ellos una multitud de ideas auxiliares que es necesario retener, además de su relación con las ideas centrales. Por lo general las técnicas mnemotécnicas suelen radicar en vincular las estructuras y los contenidos que necesitan ser retenidos con determinados emplazamientos físicos que se ordenan respecto sea la convivencia.
Es importante señalar que existen diferencias entre la memoria y mnemotecnia. Ya que por un lado la memoria se describe como la capacidad de ingresar, mantener y recuperar cierta información; mientras que la mnemotecnia es una técnica que se utiliza para poder recordar algún hecho.
Aquí tienes unos trucos para cuando se te resisten palabras clave, fechas o autores.
1. Mnemotecnia de palabras clave
Este truco se aplica sobre todo para el aprendizaje de vocabulario en otros idiomas. Consiste en vincular la palabra que queremos aprender a otra que se le parezca fonéticamente en nuestro idioma –aunque no tengan nada que ver– e imaginar una escena que la asocie con el significado de palabra la que queremos aprender. Campos pone el siguiente ejemplo:
El libro Estudiar es divertido: técnicas de estudio y cálculo mental incluye ejemplos para palabras en inglés:
Bill = Cuenta o factura. Imaginas a Buffalo Bill pagando la cuenta.
2. Acrónimos
Los acrónimos son, según Campos, una de las prácticas mnemotécnicas que más aplicamos en el día a día. Consisten en formar una sola palabra con las iniciales de una frase o listado de palabras. Un ejemplo aplicable en la PAU para los alumnos que se examinen de Economía es el acrónimo de la fórmula del interés compuesto: «Carrete».
3. Acrósticos
Consiste en formar una frase utilizando las iniciales de las palabras a memorizar. En Mnemotécnicas, una página que recopila reglas mnemotécnicas en diferentes idiomas, aparecen varios acrósticos que pueden ser útiles para la PAU. Por ejemplo, para memorizar elementos de la tabla periódica:
Las fases de la mitosis celular:
Wikipedia, en su entrada sobre los métodos de integración en matemáticas, recoge un clásico para la fórmula de la integración por partes: «Un Día Vi Una Vaca Vestida de Uniforme»
4. Técnica de loci (lugar)
¿Te suena las expresiones: «en primer lugar […], en segundo lugar…»? Provienen de esta regla mnemotécnica. «Es una técnica que utilizaban los griegos para preparar exposiciones», cuenta Campos. «Consiste en imaginar un recorrido que hagamos a diario y sepamos de memoria, y asociar localizaciones de ese recorrido con lo que queramos memorizar». De ahí la expresión. Un ejemplo:
El recorrido a utilizar debe estar completamente integrado en la memoria, por lo que el ejemplo de este método (al igual que ocurre con el siguiente, el palacio de la memoria), no puede ser aplicado por cualquiera. Cada uno debe crear su propio recorrido único.
5. Palacio de la memoria
Es similar a la técnica de loci pero, en vez utilizar un recorrido, utiliza un edificio o casa que conozcamos de memoria. A cada habitación de la casa se le asocia una categoría. Tiene la ventaja de que no hace falta recorrerla por orden, sino ir entrando a las habitaciones y, dentro de las habitaciones, crear subcategorías. Eso lo hace idóneo para memorizar palabras de distintas categorías o apartados. Por ejemplo, la historia de la literatura a partir del XIX con tu hogar:
6. Técnica del relato
Este truco sirve para memorizar listados de palabras, y consiste en elaborar un relato que contenga las palabras a memorizar. Puedes utilizar las propias palabras que tengas que aprender o convertirlas en imágenes que las sugieran. No es necesario que la historia sea lógica o congruente, solo que genere un hilo conductor que permita vincular todas las palabras. En el libro Cómo salvar los exámenes, del mnemonista Maximiliano Texeira, ponen el siguiente ejemplo para recordar el teorema matemático de Rouché-Frobenius:
Frobenius – Frog, rana en inglés
Sistemas – Un cajero automático
Compatibles – Una pareja de enamorados
Incompatibles – Una pareja que se pelea
Matrices – Los personajes de Matrix, con sus gabardinas y gafas de sol
7. Sistema fonético
Se utiliza para memorizar números. Consiste en sustituirlos por letras, de modo que formen palabras fáciles de memorizar. «Es muy útil para aprender fechas», cuenta Campos, «pero también es de los más complicados de utilizar porque requiere de un estudio previo del sistema fónico internacional». Este sistema es una conversión internacional de números a letras:
1 – t d (para recordarlo: ambas letras tienen un solo palito recto y solo tienen una sílaba)
2 – n ñ (ambas tienen dos palitos rectos y dos sílabas)
3 – m (tiene tres palitos rectos)
4 – c k q (empieza por c, que suena como la k y la q)
5 – l (L es 50 en números romanos)
6 – s z (empieza por s, y la z es una «s» al revés)
7 – f (la F se parece a un 7)
8 – ch j g (la consonante de la palabra 8 es ch, y la g parece un ocho sin cerrar. La j suena como la g)
9 – v b p (la «n» ya la usa el 2, y la otra consonante de la palabra 9 es «v. La b suena igual que la v, y la p es una b dada la vuelta)
0 – r (c está cogido porque es el cuatro, y la otra consonante de la palabra cero es la r)
Aquí puedes ver un par de ejemplos de su aplicación:
Otra forma de convertir los números en palabras sin necesidad de memorizar el sistema fónico es buscar palabras que rimen con los números, formar frases con ellas y asociarlas a una idea: uno-tuno, dos-tos, tres-estrés…
Cómo aplicar la mnemotecnia
Muchas de estas reglas consisten en vincular la palabra o datos a memorizar a una imagen mental. «Una cosa es el método, que es común para todo el mundo, y otra es la imagen que la persona crea para recordar, que es diferente para cada persona», cuenta Campos. Por eso, de muchas de ellas pueden darse ejemplos de cómo funcionan, pero eso no significa que podamos aplicar ese mismo ejemplo, sino utilizarlo para crear nuestras propias imágenes.
Para que todas estas normas sean efectivas, Alfredo Campos recomienda no utilizarlas como técnicas aisladas, sino implementarlas junto al resto de técnicas de estudio. «Son una herramienta más», explica. «Hay que aplicarlo junto a los resúmenes, los esquemas e incluso las chuletas, que no dejan de ser resúmenes muy condensados». Luego, eso sí, Campos recomienda dejar las chuletas en casa.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Verne (El Pa{is) en la siguiente dirección: verne.elpais.com | Autor: Pablo Cantó
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