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Cómo se inventan las palabras nuevas en el lenguaje e influencia del Quechua en el castellano de neologismos y quechuísmos

Hace unos días publicamos un artículo sobre Gamificación (tomado del término anglosajón “game”) y escribieron un comentario que decía: “Pensé que eran rayos gama, ¿por qué no lo castellanizan?”, y al encontrarnos con el artículo de Analía Llorente, publicado en BBC MUNDO, en el cual nos dice que la formación de nuevas palabras es producto de un proceso de invención que sucede (muchas veces) sin darnos cuenta; porque en la actualidad, cuando a una persona se le ocurre una palabra, y la difunde por las redes, automáticamente se propaga, y llega a ser utilizada sin tener que estar en el diccionario. Así como ahora ya están reconocidas: “hacker”, “tuitear”, “bloguero”, “coach”, “feminicidio”, “placar”, “baipás” (bypass), “bluyín” (blue jean), etc (25 NUEVAS PALABRAS ACEPTADAS POR LA RAE).

Nuestros estudiantes son (frecuentemente) los primeros que traen al ambiente escolar nuevas palabras o frases que comienzan a ser usadas en su lenguaje corriente, y que los profesores debemos conocer, sabiendo que la lengua hablada es un sistema dinámico, no estático, que va incorporando nuevos vocablos o acepciones distintas de las habituales y va desechando las palabras o expresiones que ya no se utilizan (arcaísmos); y que luego la RAE tiene la misión de ordenar y fijar todos esos cambios a través de los diccionarios, gramáticas, etc., y los denomina “neologismo”. LAS NUEVAS PALABRAS APROBADAS POR LA RAE.

Los neologismos son términos nuevos que se añaden al lenguaje corriente, coloquial y hasta académico. La creación de neologismos se produce por modas y necesidades de nuevas denominaciones. “Ésta fue una tarea relativamente sencilla hasta el fin de la II Guerra Mundial, aproximadamente, ya que se recurría al griego y al latín sistemáticamente para la creación de los mismos. Sin embargo, después, los neologismos nos han venido ya “preformados” desde otros idiomas, particularmente desde el inglés, y la adaptación al español ha sido cada vez más ardua. Los diversos modos para crear nuevas palabras podemos resumirlos así:

  • REUTILIZACIÓN DE ELEMENTOS MORFOLÓGICOS O SINTÁCTICOS: por ejemplo, telenovela o telediario, a partir de televisión y no del prefijo tele- como “a distancia” (telegrama o teleobjetivo)
  • ASOCIACIÓN DE SONIDOS O LETRAS: tictac, cucú, etc.
  • UN CAMBIO DE SIGNIFICADO DE PALABRAS YA EXISTENTES: de virus (medicina) a virus (informática).
  • INTRODUCCIÓN DE PALABRAS PROVENIENTES DE OTROS IDIOMAS: bricolaje (de bricolage), espónsor (de sponsor), etc. (cf TIPOS DE NEOLOGISMOS).

Llorente afirma que las palabras se van creando de modo espontáneo, “simplemente porque necesitamos expresar un concepto. Y si no tenemos la palabra, intentamos explicarlo o la inventamos”, explica Javier Bezos, especialista en ortotipografía [Conjunto de normas para el uso correcto de la tipografía] de la Fundación del Español Urgente (Fundéu). Pero también hay palabras que se crean con premeditación, como “ningunear” que deriva de ninguno y significa no hacer caso o menospreciar a alguien.

Y, ¿cualquier persona puede crear una palabra? “Si, aunque podrá o no tener éxito”, sostiene el especialista.

Así se usa fútbol o futbol del inglés es football o el pronunciarse según la escritura como túnel, del término inglés tunnel”; interview se tradujo en entrevista, de entre: inter y vista: view. Aunque también sufrió un proceso de adaptación a interviú.

Por derivación se han inventado palabras añadiendo uno o más prefijos o sufijos, por ejemplo, de perro a perrera o uniendo dos o más vocablos, como sacacorchos. También por Eponimia, que es la adopción de un nombre propio que asumimos como un nombre común. Por ejemplo, linchar, que es ejecutar a un sospechoso o reo sin proceso y tumultuosamente, [que] viene del juez estadounidense del siglo XVIII, Charles Lynch, que encabezó un tribunal irregular en Virginia para castigar a un grupo de leales a la corona británica en la guerra de la independencia de Estados Unidos.

En la ciencia se han adoptado palabras como clorofila: chloros en griego es verde y fýlon que significa hoja; y centígrado: centésimo o ciento del latín y grado. En los últimos años se usan corrientemente siglas y acrónimos por ejemplo “sida” (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), “ovni” (objeto volador no identificado) y ofimática (de oficina e informática).

Para ampliar y conocer más sobre este interesante tema, le recomendamos nuestra fuente: ¿CÓMO SE CREA UNA NUEVA PALABRA?

Pero, es ¿Castellano o Español? La RAE empieza en 1923 a hablar de ‘lengua española’ para titular tanto su Gramática como su Ortografía y su Diccionario, a pesar que desde su fundación había utilizado el castellano como denominación. «Entendemos que un cierto sentimiento de rechazo hacia la dependencia de la ‘antigua metrópoli’ ha llevado a algunos hispanoamericanos a preferir referirse a nuestra lengua común con el término castellano, en lugar de español, en lo cual subyace una intencionalidad política y no una cuestión simplemente lingüística», afirman.

Nos permitimos sugerirle leer la publicación de ABC (España): ¿HABLAS ESPAÑOL O HABLAS CASTELLANO? CONOCE CUÁL ES TU VERDADERO IDIOMA

Recordemos que la lengua española o castellana (según su opinión del enlace anterior), también se ha ido agrandando, de manera muy significativa, con palabras de los pueblos conquistados, como cóndor (del quechua), tomate (del náhuatl) o piraña (del guaraní) que se introdujeron en el castellano para luego entrar en el resto de lenguas europeas.

La oración: “El sábado vi a Francisco. Estaba en la cancha, fumándose un pucho mientras ayudaba a armar la carpa para la venta de comida”, puede que las palabras no le llamen la atención. Pero ¿sabe que tres de ellas no son de origen español?

Uno de los orígenes es del quechua, idioma que nació en algún lugar de la cordillera de los Andes y era la lengua que utilizaban los incas para comunicarse; cuenta en la actualidad con diversas variedades, y se habla en varias regiones de Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia, Argentina, Chile y Brasil; calculándose en 3,3 millones de personas lo utilizan. Su “castellanización” ha dado lugar a los ‘quechuismos’ en el español.

Por ejemplo:

  • CANCHA: “kancha” y significa recinto, cercado, como el espacio destinado a ciertos deportes o espectáculos.
  • CARPA: “karpa” que quiere decir gran toldo que cubre un circo o cualquier otro recinto amplio. En concreto, una tienda de campaña.
  • PUCHO: “puchu” que significa sobrante, “no vale un pucho”, que es igual a que no vale nada y “sobre el pucho”, que significa enseguida, sobre el último minuto.
  • MOROCHO: “muruch’u” que quiere decir “variedad de maíz muy duro”, se trata de un adjetivo y una persona que tiene piel morena o el pelo negro.
  • CHACRA: “chakra”, significa granja o estancia para cultivar la tierra.
  • CAUCHO: “kawchu” que quiere decir el látex que se extrae del árbol Hevea, conocido como el árbol del caucho, con el que se obtiene una masa impermeable muy elástica.
  • OJOTA: “ushuta”, calzado similar a una sandalia hecha de cuero que usaban los indígenas, hoy se usan de restos de llantas o neumáticos.
  • MATE: “mati” que es “calabacita”; se trata de una infusión de alguna yerba. También es el recipiente donde se toma.
  • CHOCLO: “choccllo” y quiere decir mazorca tierna de maíz. En México se dice elote (del náhuatl elotl, ‘mazorca tierna’) .
  • PONCHO: “punchu”, prenda de vestir tejida con lana y con un agujero en el medio para introducir la cabeza. Otra versión es que proviene de la palabra “pontro” del araucano o mapuche que significa frazada.

Esta última parte ha sido resumida de un interesante artículo de BBC MUNDO: CANCHA, PUCHO, CARPA Y OTRAS PALABRAS QUE USAS A DIARIO Y QUE QUIZÁ NO SABÍAS QUE PROVIENEN DEL QUECHUA.

Los lenguajes más hablados de acuerdo a la UNESCO (por orden de mayor a menor) son: Chino Mandarín, Inglés, Español, Hindú, Árabe, Bengalí, Ruso, Portugués, Japonés, Alemán y Francés.

Ojalá los profesores recordemos (consecuentes de nuestra responsabilidad académica), este pensamiento del filósofo griego Platón, seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles: “Hablar impropiamente no es sólo cometer una falta en lo que se dice, sino causar un mal a las almas”.

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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