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Estrategias para implementar actividades colaborativas en cursos virtuales

Continuación compartimos con fines educativos la publicación escrita por Andrea Godoy para el blog TICTACTEP. Esperamos que el siguiente contenido les se de utilidad para este tiempo de cuarentena y educación a distancia.
El trabajo colaborativo es una gran herramienta para promover la interacción y el aprendizaje social. Esto permite que entre los estudiantes se contribuya la construcción de conocimiento, desarrollo del pensamiento crítico y de habilidades para trabajar en equipo.

En la medida en que cada estudiante asuma un rol activo y contribuya para el cumplimiento de los objetivos grupales, el trabajo colaborativo será más valioso [cursos de capacitación]. El elemento clave en este proceso es la interacción grupal.

A partir de este proceso se fortalecerá la cohesión del grupo ya que los estudiantes se apoyarán los unos a los otros para completar las tareas asignadas. El éxito, así como el fracaso, es en conjunto. Los esfuerzos individuales se unen para lograr una meta en común. El liderazgo es compartido.

De esta forma, cada miembro del grupo se percibirá a sí mismo como un integrante esencial del equipo y a sus compañeros también, quienes en conjunto lograrán los objetivos planteados.

Contempla que, aunque existen muchas herramientas colaborativas que puedes utilizar en tu curso virtual, es necesario que el docente analice el tipo de tarea a desarrollar y supervise las variables que se aplicarán.

Las actividades colaborativas y su estrategia de implementación

Una característica importante del trabajo colaborativo en los cursos virtuales es la participación del docente y su organización. Su intervención es fundamental para garantizar el nivel de satisfacción, y motivación, de los estudiantes.

Considera que si implementas actividades colaborativas es necesaria la organización como la fase de definición de objetivos y diseño de tareas. Luego está el proceso de colaboración, que en esta segunda fase le comunicas a tus estudiantes la dinámica y ejecución de la actividad para generar un ambiente de motivación.

Por último, está la fase de reflexión, en la cual debes organizar la actividad de evaluación y ayudar a tus estudiantes a reflexionar y evaluar su propio proceso de aprendizaje, tanto grupal como individual.

Estas son algunas estrategias que puedes poner en marcha para implementar actividades colaborativas en tu curso:

1. Intervenir en la formación de grupos:

Esta estrategia es muy importante para evitar que sean los propios alumnos quienes se reúnan según afiliación o preferencia. Los grupos colaborativos deben ser máximo de tres estudiantes de esta forma la responsabilidad del trabajo será equitativa.

Establece un determinado tiempo para conocer a los estudiantes, así podrás conocer las características de cada uno y organizarlos grupalmente de acuerdo a sus habilidades y capacidades. Si vas a realizar varias actividades, es recomendable que rotes a los integrantes, así conocerán a otros compañeros del curso y cambiarán la dinámica de trabajo grupal.

Otro método que puede ser bastante atractivo es que los grupos se organicen de acuerdo por el interés de cada estudiante por las temáticas a estudiar o desarrollar. O bien, puedes organizarlos según la región geográfica.

2. Motivar el intercambio colectivo de conocimientos

Esta es una estrategia muy efectiva que puede ayudarte para desarrollar en tus alumnos la resolución de conflictos y negociación. Si la actividad promueve intercambiar propuestas o contenidos entre los integrantes, se desarrollarán habilidades de comunicación.

Además, se fomentará el respeto por el criterio de las demás personas y los adentrará en la toma de decisiones consensuadas para presentar la respuesta que en grupo, consideren es la más apropiada. Así también, estarás fomentando el liderazgo.

Esto permite al mismo tiempo observar los comportamientos en el desarrollo de las tareas asignadas por grupo y cómo los estudiantes resuelven los problemas que surgen en el proceso de colaboración.

3. Fomentar la comunicación entre los estudiantes:

Si bien la comunicación entre compañeros puede ser complicada por los horarios o compromisos personales, el acompañamiento en su comunicación es necesaria.

Para ello, puedes presentarles las opciones que faciliten este intercambio: las redes sociales, una plataforma web específica para compartir información, etc. Es así como al organizar los lineamientos específicos para aclarar expectativas y responsabilidades, obtendrán mejores resultados.

El objetivo será que el grupo tenga una comunicación fluida. Puedes incluso pedirles a los alumnos que al final del curso compartan su experiencia de comunicación con todos sus compañeros que permita saber las ventajas o desventajas del medio utilizado.

4. Promover la responsabilidad colectiva:

Tu acompañamiento es vital en el proceso, es por ello que al ejercer como guía y conductor de la actividad al principio les dará a tus alumnos la seguridad para que, paulatinamente, ellos asuman su responsabilidad.

Esto les brinda la oportunidad para que ellos más tarde, desarrollen sus propias ideas o proyectos. Para esto, puedes orientarlos en los procesos a seguir para completar las fases del proyecto, que las planifiquen, definan el aporte de cada uno y se organicen.

Llegado ese punto, tu rol será solo el de supervisar y resolver dudas específicas. Así podrás intervenir para orientar a tus alumnos durante el desarrollo del trabajo.

5. Brindar acceso a los recursos de desarrollo de habilidades: 

Si bien las actividades colaborativas promueven el intercambio de conocimientos, este proceso requiere de habilidades específicas.

La resolución de conflictos, el análisis crítico, organización de tiempos, etc., son algunas habilidades que los estudiantes necesitan desarrollar. Para ello, puedes brindarles un repositorio de microaprendizaje que presente contenido, técnicas o escenarios de estos temas.

Otra opción es proporcionarles enlaces que contribuirán a su desarrollo en estas áreas. Ten en cuenta que tiene que ser un contenido dinámico y concreto, de forma que aporte a su formación sin recargarlos de trabajo.

Las actividades colaborativas son muy enriquecedoras en los ambientes virtuales puesto que posibilita a los estudiantes que no coinciden en tiempo y espacio, a trabajar en conjunto por un objetivo común mientras que aprenden a trabajar en equipo y a organizar sus responsabilidades.

María Mercedes Gómez: Licenciada en Ciencias de la Comunicación con experiencia en comunicación organizacional y RRPP. Apasionada por la educación, la promoción de nuevas oportunidades de aprendizaje y del intercambio de conocimientos.

Este contenido ha sido publicado originalmente por TICTACTEP en la siguiente dirección: tictactep.cl



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