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[Carlos Massuh] Trabajo cooperativo y colaborativo en ambientes virtuales de aprendizaje

En el aula lo más común es que el docente haga talleres, a lo que llamamos trabajo de equipo o de grupo. Hoy los trabajos en pares no son desconocidos dentro de un entorno virtual y por medio de plataformas utilizando salas de conferencias como Google Meet, o Zoom que nos ayudan a dividir la audiencia, y tener cierto control sobre ellas. Usualmente se da una instrucción, en la que se detalla los pasos para llevar a cabo el trabajo, el tiempo límite y la forma de cómo la va a presentar, en donde usamos desde una presentación en Power Point, Canvas o Genialy, o cualquier producto audiovisual e interactivo.

Definitivamente es una característica que el docente debe dominar, saber liderar los trabajos en entornos virtuales de los equipos de sus estudiantes. Pero hoy en los planes no dice trabajo de equipo, hoy en día se habla de trabajo cooperativo y también el trabajo colaborativo, sin embargo, estos dos términos no son iguales, vamos a tratar de distinguirlos.

Figura 1
Salas virtuales colaborativas

Las salas virtuales se han transformado en los nuevos entornos de aprendizaje y trabajo colaborativo.
Esta foto de Autor desconocido está bajo licencia CC BY-SA-NC

Debemos empezar identificando cuáles son las características de la colaboración, para esto luego ejemplificaremos desde un taller de análisis de caso que se plantea en una clase virtual sincrónica o asincrónica:

  1. Designación de los integrantes por equipo: de acuerdo con el análisis que cada docente haga de sus estudiantes, debe decidir si los divide aleatoriamente mediante las aplicaciones y recursos virtuales, o permitir que los alumnos puedan seleccionar a los integrantes. Es importante que el docente entienda que la designación de los integrantes debe estar en función de los objetivos de aprendizaje planteados.
  2. Instrucciones claras: es necesario que el docente brinde instrucciones claras del trabajo para realizar, el tiempo, las herramientas virtuales, las formas de presentación, los criterios de evaluación y otros elementos que faciliten la comprensión de qué es lo que se quiere lograr con el trabajo de equipo, para esto el profesor puede usar un documento en PDF compartido, incluso puede contener enlaces de vídeos o audios con las instrucciones.
  3. Objetivos socializados y comunes: los estudiantes deben de entender qué es lo que se le pide al equipo, deben leer las instrucciones y analizar cuál es el producto que se solicita.
  4. Roles definidos: los estudiantes deben identificar cuál es su papel en el proceso, para esto cada uno tiene que exponer cuál es la parte o cuál es su rol dentro del análisis de casos solicitado.
  5. Coordinación: es necesario que los estudiantes definan a un líder entre ellos, que coordina los tiempos y los subproductos que se necesitan para que el trabajo tenga una secuencia y terminación en el tiempo solicitado.
  6. Presentación abierta a la clase: es importante que las aplicaciones usadas tengan enlaces abiertos para la clase y el docente. Hay que evaluar el tiempo de disponibilidad de estos enlaces y la cantidad de personas que lo pueden visualizar.
  7. Colaboración activa: es preciso dentro de la virtualidad trabajar con pizarras colaborativas como jamboard de Google, o en documentos compartidos como Google Docs o paneles de proyectos como Trello. en donde los estudiantes pueden al mismo tiempo escribir y comentar de forma activa.
  8. Responsabilidad: cuando se trabaja en espacios compartidos virtuales es necesario conocer las herramientas o aplicaciones informáticas y ser responsable con el trabajo del otro. Es muy fácil borrar los aportes de un compañero sin querer, y por eso es necesario estar atentos para remediar, mediante las herramientas de edición de cada aplicación en línea.
  9. Comunicación oportuna: es necesario que cada integrante del equipo esté informado en todo momento de lo que sus compañeros están haciendo, para esto es necesario tener un chat de equipo para conocer cómo va el trabajo del otro.
  10. Evaluación y calificación común: el trabajo del equipo debe tener una rúbrica o criterios de evaluación definidos y conocidos, y el docente tiene que aplicarlo a todos por igual. Asimismo, la calificación o recompensa del grupo debe ser común para cada integrante, es decir la calificación es para todos por igual.

Figura 2
Pit Stop

Los Pit Stop, en las carreras de autos son un buen ejemplo de trabajo colaborativo, todos colaboran en un objetivo común y con instrucciones claras del rol y responsabilidad de cada uno.
Fuente: Esta foto de Autor desconocido está bajo licencia CC BY-SA-NC

Entonces, ¿Cuál es la diferencia del trabajo colaborativo con uno cooperativo?

Para responder a esta pregunta, pasemos a una clase en donde el profesor comparte en un de grupo de tres integrantes, una actividad basada en hacer tres ejercicios en un tiempo determinado. Los estudiantes simplemente se reparten un ejercicio por cada uno, esto es trabajo cooperativo. Aquí simplemente se repartieron el trabajo, no hay un objetivo común no hay coordinación y comunicación, esto no es colaboración.

El reflexionar sobre el trabajo colaborativo dentro de entornos virtuales, conlleva entender que las características no se alejan mucho de los trabajos presenciales, pues sigue dependiendo mucho del liderazgo y participación de los estudiantes, la efectividad del acompañamiento y retroalimentación del docente. En otras palabras, el uso de aplicaciones dentro de entornos virtuales para trabajos colaborativos, si bien potencian la participación y colaboración, son solo instrumentos que el docente debe saber aplicar para desarrollar las habilidades y competencias de sus estudiantes.

Figura 3
Diez características de la colaboración en ambientes virtuales

Fuente: Elaboración propia

En conclusión, dentro de las actividades de aprendizaje en donde el estudiante es el centro, y participe activo de su proceso, es necesario hacer trabajos colaborativos, pero para esto es necesario enseñar a los chicos a trabajar en equipo de manera responsable y consciente de que su trabajo repercute en el otro y la consecución de los objetivos.

Referencias Bibliográficas
  • Lucero, M. M. (2003). Entre el trabajo y el aprendizaje colaborativos. Revista iberoamericana de Educación, 33(1), 1-21.
  • Férez, P. E. G. (2005). Un acercamiento al trabajo colaborativo. Revista iberoamericana de educación, 36(7), 1-14.
  • Rodríguez Zamora, R., & Espinoza Núñez, L. A. (2017). Trabajo colaborativo y estrategias de aprendizaje en entornos virtuales en jóvenes universitarios. RIDE. Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo, 7(14), 86-109.

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Autor:
Carlos Massuh, tiene 25 años de experiencia docente en educación básica, bachillerato, superior y postgrado. Con certificación de docente de economía para el Bachillerato Internacional (IB), Formador de Formadores, en Diseño Instruccional y Gestión de Proyectos e-Learning; Pensamiento de Diseño, Evaluación y Metodologías y Herramientas e-learning.Con experiencia en administración educativa en el campo público y privado, docente universitario de pregrado y posgrado y asesor educativoBlog: https://sway.office.com/
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