El salario emocional, se refiere a todas aquellas retribuciones no económicas que el trabajador puede obtener de la empresa y cuyo objetivo es incentivar de forma positiva la imagen que tiene sobre su ambiente laboral e incrementar su productividad, así como satisfacer las necesidades personales, familiares o profesionales que manifiesta, mejorando su calidad de vida y fomentando un buen clima organizacional.
Las nuevas generaciones de trabajadores, los millennials como ejemplo paradigmático, ya no tienen suficiente con el salario económico; necesitan además ser recompensados con otro tipo de retribución que les ayude a conciliar la vida profesional y familiar; y aquellas organizaciones que se han situado en la vanguardia de la gestión del talento y del cuidado de su capital humano, ofreciendo a sus empleados un salario emocional, son las empresas preferidas por las nuevas generaciones y se han convertido en las “best places to work”.
10 ejemplos de salario emocional
El salario emocional es un factor fundamental en la retención del talento. Cada vez más las personas eligen una empresa para trabajar por factores que van mucho más allá del tema salarial. les proponemos diez ejemplos de salario emocional en las organizaciones:
- Horario flexible: Cumplir con las ocho horas pero sin tener horario estricto de entrada o de salida, lo verdaderamente importante es realizar nuestro trabajo sin necesidad de estar las ocho horas en una oficina. Salvo las mentes más cerradas, toso el mundo entiende ya que cumplir un horario no es sinónimo de productividad. Por eso, el horario flexible es uno de los mejores salarios emocionales.
- Teletrabajo (trabajo a distancia: Muy valorado por las nuevas generaciones de trabajadores, acostumbrados al uso de las herramientas informáticas, el teletrabajo también es un beneficio importante para padres o madres que tienen hijos o familiares enfermos y les resulta muy complicado conciliar la vida laboral y familiar.
- Planes de formación: Ayudas en el desarrollo de la carrera profesional; las organizaciones más avanzadas en la gestión del talento capacitan a sus empleados para el desarrollo de la misma. Les ayudan económicamente en el pago de alguna formación o le facilitan asistir a esas formaciones.
- Guardería: Guardería para niños pequeños en el mismo lugar de trabajo, o para escolares durante las vacaciones.
- Días libres: Días libres para los empleados el día de su cumpleaños o cumpleaños de familiares, o acompañarlos en momento difíciles de pérdida de un ser querido.
- Beneficios sociales: Seguros, planes de jubilación, ayudas a la educación de los hijos, abono de los costes de transporte y alimentación.
- Espacios de distracción en la empresa: Todos conocemos oficinas como las de Google y otras organizaciones punteras que ofrecen a sus empleados salas de descanso, salas de juegos, salas con televisión, gimnasios u otras salas dedicadas a desconectar del trabajo.
- Capacitación: Ayuda en capacitación y formación que no esté directamente relacionada con nuestro trabajo diario como idiomas, talleres literarios o de cualquier otro tipo y que el trabajador considera necesario para su desarrollo personal.
- Voluntariado: Actividades de voluntariado promovidas por la organización y con horas libres para que los empleados realicen dichas actividades.
- Reconocimiento: Y por último, algo tan sencillo de hacer pero a la vez tan difícil de encontrar en tantas organizaciones actuales como es el reconocimiento al trabajo bien hecho. Y no me refiero a un reconocimiento monetario sino simplemente a las palabras o a los gestos. A todas las personas y por ende a todos los trabajadores, nos gusta que nos digan las cosas que hemos hecho bien y no solamente aquellas que hemos hecho mal. Palabras tan sencillas como “gracias”, “enhorabuena”, “bien hecho”, “confío en ti”, son parte de un salario emocional que compensa y satisface en ocasiones mucho más que cualquier retribución económica.
Los 10 Factores que constituyen el Salario Emocional
Vamos a ver cada uno de los diez factores que comprenden el Salario Emocional. Tienes que explorar y tener conciencia de cómo estos factores se hacen realidad en tu trabajo, esto puede incluir pequeñas acciones como pedir ayuda, realizar un curso, reconocer el trabajo hecho, etc. cualquier cosa que esté en tus manos por pequeña que sea, te ayudará. Recuerda que aunque la responsabilidad del Salario Emocional recae siempre en el individuo, las organizaciones también tienen la responsabilidad de servir como plataforma para que esto suceda a través de su cultura, política y estrategia. Estos son los 10 factores:
- Propósito: Tener el sentimiento que a través de tu trabajo podemos contribuir a nuestro propósito personal y al de la organización.
- Dirección: La oportunidad de ver, crear y elegir una carrera profesional, así como la capacidad de tomar y contribuir a las decisiones que nos afectan profesionalmente.
- Autonomía: La oportunidad de tener libertad en un contexto laboral, en el que la persona se siente respetada, valorada y considerada competente y en el que dispone del espacio para elegir y gestionar su propio estilo organizativo, proyectos y tiempo.
- Disfrute: La oportunidad en el trabajo de experimentar placer y diversión y de tener interacciones sociales relajadas, respetuosas, confiables y auténticas.
- Creatividad: La oportunidad de explorar, desarrollar y expresar formas originales, diferentes y/o innovadoras de hacer las cosas.
- Maestría: La oportunidad de adquirir dominio y una comprensión más profunda de las tareas así como adquirir mayores conocimientos a lo largo del tiempo con el fin de sobresalir, aumentar la experiencia y la consciencia de las sutilezas de una profesión.
- Pertenencia: La oportunidad de tener un sentido de conexión con el equipo, la organización y los compañeros. El sentirse reconocido, apreciado, valorado e identificado con el papel que desempeñamos en nuestro trabajo.
- Crecimiento Profesional: El tener la oportunidad de desarrollar talentos, habilidades y destrezas a través de la exposición a oportunidades laborales y sociales estimulantes, tales como el intercambio entre amigos, la tutoría y la supervisión. También poder reflexionar sobre los errores y aprender de ellos.
- Inspiración: El tener la oportunidad de alinearse con los valores más profundos de una persona generando una conexión con un sentimiento de posibilidad y orientación hacia el mejor trabajo posible.
- Crecimiento Personal: La oportunidad de adquirir conciencia de nosotros mismo, aprender de nuestros errores, volvernos más reflexivos y flexibles y poder aprender de nuestro entorno laboral para desarrollar aquellas cualidades que nos hacen mejores seres humanos.
El beneficio del salario emocional docente en pandemia
Si decimos salario enseguida lo asociamos con dinero, le damos un valor y un concepto económico pero hoy solo no pensamos en esto, hoy hay también Educación emocional, sé muy bien que no comemos con emociones pero las buenas emociones nos ayudan a tener la mente sana, en momentos de pandemia de encierro es muy necesario tener un cerebro y un corazón sano.
Es vital que una persona se sienta a gusto en su trabajo, todos muchas veces hemos trabajado en algo que no nos gustaba, y a ese trabajo lo veíamos como una carga. El salario emocional es parte de los elementos que puede recibir el trabajador más allá del sueldo.
La docencia no es valorada por muchos aclarando que la mayoría de los docentes hacemos nuestro trabajo porque nos gusta, por es un trabajo que cambiará al mundo y más en esta pandemia. Con la educación generamos y pensamos que la humanidad tiene que cambiar ahora y siempre.
En la actualidad, la escuela en nuestro país experimenta conflictos y violencia verbal que afectan su imagen frente a la sociedad y repercuten en la salud e integridad física de la comunidad educativa, afectando el desempeño de los docentes y los aprendizajes de los estudiantes, no son tiempos fáciles.
Hoy los docentes transitamos entre el contrato emocional, salario emocional y la inclusión educativa en esta pandemia, esto sin dudas lo hacemos siempre. No hay nada más triste que el menosprecio por el trabajo decente. No es una situación menor que los docentes nos sintamos contentos y motivados para ser más productivos nuestro trabajo, que nos lo hagan sentir.
Los docentes, entre sus funciones diarias, tenemos el reto de formar a personas integradas a la sociedad, con herramientas sociales y emocionales que les permitan a los alumnos afrontar los desafíos de la vida, esas herramientas tienen que ser herramientas de esperanzas, no de castigo y sumisión.
Hoy los docentes transitamos entre el contrato emocional, salario emocional y la inclusión educativa en esta pandemia, esto sin dudas lo hacemos siempre
El salario emocional se refiere a todas aquellas retribuciones no económicas que necesitamos los docentes y todos los trabajadores cuyo objetivo principal es incentivar de forma positiva los logros para mejorar mejor la calidad de vida personal de los trabajadores y fomentar un buen clima tanto en la escuela como en la organización toda.
El salario hoy no debe ser la única retribución importante para los “empleados docentes” ínsito sé que no comemos emociones, que no pagamos los impuestos con emociones. Pocas cosas destruyen tanto el salario emocional como la sensación de que, con el propio trabajo que realizamos, estamos traicionando o atacando los valores que uno persigue, que es una educación equitativa para todos.
Tenemos una sociedad que hace elogio de la Educación en general pero ejerce desprecio por los educadores, es raro. Así, los docentes vemos cada día cuestionada nuestra capacidad para tomar decisiones pedagógicas.
Estamos en la era de la tecnología pero la enseñanza es una actividad humana y los docentes no somos robots. En la teleescuela de hoy se vive con estrés y la presión por llegar a un objetivo estadístico, que comúnmente se caracteriza por una sensación de no poder hacer frente a una situación avasalladora y amenazante que recibimos los docentes, pareciera que las personas somos un número en varias estadísticas que pululan por los ministerios educativos convirtiéndose esto en políticas de gobierno de turno y no en políticas de Estado.
Los docentes en el mundo siempre vamos más allá de lo económico, es una actividad generosa por lo tanto el salario emocional es cada vez más importante, él es la base de la calidad educativa.
Los docentes no queremos solo beneficios económicos no siempre reclamamos esto queremos acciones que reconozcan lo que hacemos y más en estos tiempos.
Este contenido ha sido publicado originalmente por magisnet.com, iebschool.com y prevencionar.com