Como comunidad educativa, y conscientes de nuestra tarea de instruir integralmente y formar en valores, no debemos dejar pasar la oportunidad que de aprovechar todos los recursos que consoliden el respeto, la responsabilidad, la tolerancia, la lealtad, la empatía, la solidaridad, …, y que nos permitan educar en la inclusión que merecemos todos en la vida escolar. Toda práctica de inclusión nos ayudará a frenar el bullying o acoso escolar y la futura discriminación social.
Les invitamos a tomarse un tiempo, con su comunidad educativa, para reflexionar sobre la recomendación que nos hizo la UNESCO (1994), y que quizá ignoramos o hemos olvidado: «Las personas con necesidades educativas especiales debe tener acceso a las escuelas ordinarias, que deberán integrarlos en una pedagogía centrada en el niño, capaz de satisfacer esas necesidades».
Juntos podemos superar las inevitables diferencias que tenemos los seres humanos propias de nuestra raza, cultura, política, religión, capacidades, habilidades, desarrollo intelectual, economía, etc. Y como un excelente recurso se nos presenta el cortometraje IAN, que nos puede servir para reflexionar sobre la mala práctica (que tienen algunas personas) de “etiquetar” a los demás. Nos puede ayudar a apreciar la importancia del respeto mutuo y reconocer el valor la diversidad.
Como educadores, debemos sentir que es una necesidad fundamental de nuestra tarea, el que todos nos preocupemos por trabajar en la construcción de puentes, herramientas, recursos y sentimientos que faciliten la capacitación y la difusión del valor de la inclusión educativa. Hagamos crecer el aprecio, la interiorización y el deber social de proporcionar calidad de vida a todos los niños, jóvenes y adultos con alguna discapacidad (o con habilidades diferentes); así como a las familias, para que, con nuestra solidaridad y cercanía, se sientan capaces de superar y remontar todas las barreras que incitan los prejuicios, la indolencia y la indiferencia, instalados en nuestras mentes, en nuestra sociedad, en nuestras escuelas, en nuestras aulas y en nuestros corazones. Tengamos presente que “la única discapacidad en la vida es una mala actitud” (Scott Hamilton) y “cuando eliges la esperanza, todo es posible” (Christopher Reeve).
LA FUNDACIÓN IAN tiene como objetivo el mejorar “la vida de las personas con discapacidad y sus familias para que alcancen su potencial.”, que les permitan desarrollar “un abordaje integral, para producir una transformación en la sociedad”. Con este propósito han colgado en YouTube un cortometraje de 9´45”, que compartimos por motivos únicamente educativos – pastorales, porque nos adherimos al objetivo de promover “una sociedad diversa, inclusiva en la cual cada uno alcance su máximo potencial”. Este cortometraje nos recuerda el pensamiento de la activista sorda y ciega estadounidense Helen Keller: “el optimismo es la fe que guía al logro. Nada puede ser logrado sin esperanza y confianza”.
Este corto de Nickelodeon, nos muestra que nadie tiene que tratar a otro como diferente, calificarlo como mejor o peor que otro. Este video está basado en una historia real de Ian, un niño que tiene una dificultad para caminar y siente ser diferente a los otros los niños. Esto lo obliga volver siempre a su silla, y desde allí simplemente mirar a los demás. Sin embargo, todo cambia cuando los otros niños empiezan a entenderlo y le hacen participar de sus juegos, a pesar de las dificultades que tiene.
“La sociedad no puede continuar incapacitándose así misma a través de la necesidad de categorizar a las personas o al asumir las habilidades de los individuos basándose en cómo lucen” (Evelyn Glennie).
“Mi madre nos decía “Carl, ponte tus zapatos. Oscar, ponte tus prótesis”. Entonces crecí pensando no que tenía una discapacidad, sino que tenía un par de zapatos diferentes”
(Oscar Pistorius).
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF