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Formas para saber si tus estudiantes están comprendiendo tus clase o enseñanzas

Históricamente se ha considerado que el examen era la mejor manera de evaluar si un estudiante está aprendiendo lo enseñado. Hoy sabemos que esto no es así, pues en el proceso de enseñanza y aprendizaje el maestro y el alumno deben ser socios. Ni las herramientas ni la tecnología que los estudiantes usan para aprender tienen el mayor impacto en su proceso de aprendizaje, sino que lo que marca la diferencia es que entiendan qué están aprendiendo, cómo poner ese aprendizaje en sus propias palabras y cómo conectarlo con aprendizajes anteriores y futuros.

De modo que para comprender si un estudiante está aprendiendo, como recomienda el experto en educación Steven W. Anderson, puede hacerse a sí mismo estas 4 sencillas preguntas.

1. ¿Qué estoy aprendiendo?

Antes de que comience la lección, los alumnos necesitan saber qué están aprendiendo, y lo que es más importante, cómo lo que aprenden se conecta con algo que ya saben. Los estudiantes deben poder entender y explicar lo que están aprendiendo con sus propias palabras y los docentes deben ser claros y concisos en sus enseñanzas.

2. ¿Cómo sabré que lo estoy haciendo bien?

A menudo es un misterio para los estudiantes saber si lo están haciendo bien en su esfuerzo por aprender. Por ello se someten a exámenes. Pero los criterios de éxito son más profundos y van más allá de las pruebas porque no solo se enfocan en el resultado, sino también en el proceso. La experta en evaluación formativa Shirley Clark explica que los criterios de éxito necesitan ser conocidos y compartidos y que deberían ser los mismos para todos los estudiantes. Además, su definición permite a los alumnos identificar el éxito por sí mismos, así como dónde están las dificultades y monitorear su propio progreso.

3. ¿Cuál es mi próximo paso en mi proceso de aprendizaje?

El proceso de enseñanza no solo debemos centrarlo en el antes y durante sino también en el después. Los estudiantes deben saber dónde se encuentran en su ruta de aprendizaje y hacia dónde se dirigen a continuación. Esto les da la oportunidad de sacar conclusiones sobre su propio proceso de aprendizaje y sobre cómo lo que aprenden los llevará al siguiente nivel.

4. ¿Cómo comunicaría lo que he aprendido a otros?

Muchas veces no se tiene en cuenta cómo comunicar lo aprendido. Pero si miramos atrás, antes de la imprenta el aprendizaje se compartía a través de las palabras. Aunque ahora tenemos libros y medios de comunicación aún más rápidos y de mayor alcance, como las redes sociales, para aprender y crecer es recomendable que los estudiantes no solo comprendan lo aprendido, sino también que lo compartan con otras personas más allá de las paredes del aula. Esa comunicación puede hacerse en forma de post en un blog, una web, podcasts, vídeos, etc. Pero el hecho es que comunicar ese aprendizaje a otro es una de las formas más poderosas para consolidar lo que saben y cómo lo saben.

A continuación compartimos con fines educativos las 20 Formas de comprobar si tus alumnos han entendido tus enseñanzas. Les recordamos que estas 20 formas fueron escritas en el blog personal del Profesor

1. Discusión. Discute con tus alumnos si aquello que les has enseñado tiene una lógica, tiene una aplicación total o parcial en la vida real. El diálogo es un excelente recurso para la comprensión de contenidos.

2. Definición. Haz que tus alumnos definan los conceptos que les has enseñado en tu sesión lectiva. Procura que las definiciones no se basen en la memorización, sino en la comprensión del concepto.

3. Perspectiva. Haz que tus alumnos interaccionen entre ellos para que por ellos mismos descubran si su aprendizaje es el correcto, es decir, si coinciden en lo que han aprendido. Esta comprobación puede hacerse perfectamente por parejas o con grupos de tres o cuatro alumnos.

4. Listado.  La creación de listados a modo de glosario es una práctica realmente útil y eficaz de cara a la asimilación de los conceptos explicados en una sesión lectiva o en una Unidad Didáctica. El listado tiene la virtud de concretar la esencia de tus enseñanzas.

5. Esquema. Siempre que sea posible, transforma los conceptos de tu sesión lectiva en forma de esquema. De esta manera tus alumnos trabajarán los contenidos de una forma más visual.




6. Examen. Examinar a tus alumnos es una forma más de comprobar si tus alumnos han captado tus enseñanzas. Ahora bien, no olvides que no tiene por qué ser el método de comprobación más importante o más valorado. Procura que tus exámenes se basen más en la realización de procedimientos que en la mera memorización de conceptos.

7. Justificación. Procura que tus alumnos, en la medida de lo posible, justifiquen y defiendan aquellos contenidos adquiridos en tus clases. Haz que verbalicen aquello que aprenden, porque es una de las mejores maneras para afianzar cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje.

8. Conexión. Enseña a tus alumnos a conectar un concepto con otro concepto trabajado previamente en tus sesiones lectivas. Incluso puedes ir más allá e intentar conectar un concepto de tu asignatura con otro concepto de una asignatura diferente. Un ejemplo podrían ser las categorías gramaticales.

9. Crítica. La crítica no siempre es una forma fácil de demostrar que tus alumnos van entendiendo tus explicaciones. Sin duda, la crítica supone un paso más allá de la discusión y requiere de una cierta madurez. Aún así, la crítica permite verbalizar y establecer un diálogo tremendamente valioso para el afianzamiento de los contenidos. Hacer a un alumno crítico es hacer a un alumno reflexivo y esto sin duda es un valor añadido para cualquier aprendizaje.

10. Composición. Elaborar una  composición a partir de las enseñanzas recibidas es otra forma de afianzar los procesos de enseñanza-aprendizaje. Además, mediante la composición, los alumnos trabajan aspectos tan fundamentales como la expresión escrita.

11. Test. A diferencia del examen, un texto es un tipo de prueba mucho más breve, directa, cerrada y que sirve para comprobar in situ el grado de comprensión de tus alumnos. En mi caso me gusta diferenciar entre las llamadas Pruebas de Estudio y Pruebas de Atención.




12. Repetición. Aunque no es una de mis fórmulas preferidas en cuanto a comprobar el grado de comprensión de mis alumnos, la repetición de determinados conceptos en según qué asignaturas, también puede servir para mejorar el aprendizaje y la comprensión de las enseñanzas adquiridas por tus alumnos.

13. Comparación. La comparación de dos conceptos es clave para el afianzamiento de dichos conceptos. La comparación permite extrapolar un concepto y relacionarlo con otro desde múltiples punto de vista.

14. Resolución.  La resolución permite al docente comprobar que se ha ido más allá del mero aprendizaje memorístico de una enseñanza. La resolución de problemas se sitúa en uno de los aspectos más significativos del aprendizaje de un alumnos, porque mediante la resolución el alumno no te demuestra sólo que ha aprendido lo que le has enseñado, sino que ha sido capaz de encontrarle una aplicación o resolución a un determinado problema.

15 Representación.  La representación o dramatización de los conceptos adquiridos por los alumnos es una magnífica estrategia para afianzar el aprendizaje de tus alumnos. La representación permite a los alumnos verbalizar y visualizar el contenido adquirido y estimula la memoria.

16. Rol. Esta es otra forma excelente que tienes de comprobar si tus alumnos han captado tus enseñanzas durante una sesión lectiva. De lo que se trata es de cambiar el rol del alumno, cambiar el papel que tiene el alumno en clase y convertirlo por unos minutos en un docente. Cambiar el papel que juega el alumno en el aula es un magnífico recurso ya que con él tus alumnos trabajan la expresión oral y aprenden a perder el miedo a hablar en público. Bien gestionado, el cambio de rol supone una inyección muy considerable de autoestima para cualquier alumno.




17. Presentaciones. A través de herramientas como Prezi o Powerpoint, tus alumnos pueden realizar presentaciones de los contenidos trabajados en clase. En este tipo de presentaciones la pizarra digital supone una excelente ayuda para el alumno.

18. Proyecto. Aunque algo más ambicioso, el proyecto sigue siendo tremendamente significativo para comprobar el grado a consolidación de los contenidos. En este sentido cabría destacar por encima de todos los llamados proyectos colaborativos a través del aprendizaje cooperativo.

19. Velocidad. Una métrica muy interesante para comprobar lo que sabe el alumno se centra en la velocidad con la que es capaz de demostrar aquello que sabe. Aunque la velocidad no es un elemento imprescindible para un aprendizaje, sí que creo que te puede dar ciertas pistas sobre el grado de seguridad con el que el alumno parte acerca de los contenidos aprendidos en el aula.

20. Error. Se puede y se debe aprender del error. Dar a corregir el error a un alumno sobre un determinado contenido es otra excelente herramienta de cara a la consolidación del aprendizaje.

Cómo evaluar a los alumnos: ¿Los exámenes son la mejor opción?

En todas las instituciones, los exámenes han sido desde siempre la prueba determinante para evaluar los conocimientos aprendidos de los alumnos. De esta forma, el profesor evalúa si ha alcanzado los objetivos o no.

Pero son muchos los profes los que nos preguntáis si esta es la mejor forma de evaluar a los alumnos en vuestras clases, y más aún cuando se trata de enseñar un idioma¿Hay otras alternativas de evaluación?

A la hora de enseñar una segunda lengua, hay que tener en cuenta algunos factores, entre estos por ejemplo están la edad, la motivación, el contexto y los diferentes niveles de aprendizaje. Es decir, cada uno procesa la información de diferentes formas, algunos más rápidos, otros más lentos.

Entonces, ¿cómo saber si tus alumnos están aprendiendo? ¿Son los exámenes la mejor herramienta para evaluar a los alumnos? ¿O existen otros mecanismos?




Tipos de evaluación para determinar si tus alumnos están aprendiendo

Existen varios tipos de evaluación:

  • De diagnóstico: esta es la que se suele hacer al principio del curso para saber el nivel con el que parte el alumno. Y se suele hacer otra al final del curso para analizar la evolución.
  • Formativa: son las actividades de la clase, con las que se hace una evaluación de la unidad.
  • Evaluativa: al finalizar un tema o unidad didáctica, se suele hacer un examen o test para comprobar si los alumnos llegaron a los objetivos de la lección. O incluso se puede también hacer un examen final.
Truco para detectar a los alumnos que procesan la información más lenta

Como hemos dicho más arriba, no todos procesan la información a la misma velocidad. Algunos alumnos necesitan que le repitamos las cosas muchas más veces.

A este tipo de alumnos es fácil identificarlos cuando das clases en grupo, ya que notarás pronto cómo necesitan que le repitamos las ideas más veces para entenderlas y asimilarlas.

Otras veces no nos damos cuenta, pero podemos llegar a hablar demasiado rápido. Cuidado porque ir al nivel de los más avanzados de la clase supondrá una dificultad para los alumnos con niveles más bajos. Este es el motivo por el que puedes desmotivarlos y podrán perder poco a poco el interés en tus clases.

Por eso, es importante que tengas en cuenta el nivel de cada uno de tus alumnos y evaluar los aprendizajes usando distintos tipos de evaluación. Y, por supuesto, es clave que los alumnos se sientan cómodos para demostrar lo aprendido.




Consideraciones sobre cómo evaluar a los alumnos en clase

Algunas consideraciones a tener en cuenta para evaluar a un alumno en clase de español o de otra segunda lengua son:

  • La pronunciación.
  • La gramática.
  • El léxico.
  • La semántica para una correcta comunicación.
  • La construcción de frases organizadas.
  • El contexto comunicativo, no es lo mismo escribir un email que contar algo de forma oral.
  • Enfocarse más en los objetivos que en los propios contenidos y unidades didácticas.

Por ejemplo, si vas a enseñar el futuro, el objetivo puede ser que los alumnos cuenten cómo van a ser sus vacaciones de verano este año. Evalúa sus competencias para hablar con el tiempo futuro, sus capacidades y hasta dónde pueden llegar.

9 formas para comprobar si tus estudiantes están progresando

La observación a veces no es suficiente para saber si tus alumnos están comprendiendo y asimilando toda la información que les estás dando. Por ello, debes conocer algunos mecanismos para identificar cuándo tus alumnos se quedan atascados en una parte del proceso de aprendizaje.




Estas son algunas fórmulas e indicadores a tener en cuenta para saber si tu alumno está aprendiendo:

  1. Inicia un diálogo con el alumno para que aplique el contenido a su vida real.
  2. Haz que los alumnos defiendan los contenidos que aprendieron para afianzar conceptos.
  3. Diles que definan los conceptos aprendidos con sus propias palabras sin memorizar.
  4. Juego de rol, donde el alumno se convierte en profesor por unos minutos. Una forma fantástica para que tus alumnos se suelten hablando y pierdan el miedo escénico. Lo que les hará ganar más seguridad.
  5. Las presentaciones son otro recurso para que el alumno se suelte.
  6. El grado de velocidad con la que el alumno demuestra lo aprendido.
  7. Un paso más allá del diálogo está la crítica, que lleva al alumno a la reflexión.
  8. Los esquemas, los listados y las repeticiones son claves para que tus estudiantes mejoren el proceso de aprendizaje-enseñanza.
  9. Evaluar con rúbricas para reducir la ansiedad y el estrés de tus alumnos. Estas son tablas de registro donde se anotan descripciones sobre los elementos señalados más arriba, puntuaciones y otras valoraciones. Y, a través de esta forma, corroborar el avance del alumno o las dificultades por las que atraviesa.

Con todo esto, no queremos decir que los exámenes, los tests o las pruebas no sean un método para evaluar a tus alumnos. Son un método más que puede ayudarte a conocer el grado de comprensión que han alcanzado. Pero no son el único método para conocer si tus alumnos han captado tus enseñanzas en tus sesiones.




Método tradicional vs. método alternativo

Hay un gran debate en cuanto a este tema. Muchos expertos en educación se inclinan por el método tradicional, que no es otro que el de los exámenes para medir el aprendizaje.

De hecho, un estudio de la Universidad de Minnesota señala que es un gran aprendizaje prepararse para un examen final si el profesor ofrece al alumno la información necesaria para hacerlo de forma eficiente.

Sin embargo, en el otro bando, se encuentran otros expertos, que piensan que los exámenes finales solo ponen al alumno nervioso, generando estrés. También sostienen que la memorización no contribuye a retener la información durante más tiempo en la memoria.

Por otro lado, y en línea con esto, desde la Universidad de California afirman que hay otros métodos alternativos para mantener los conocimientos más frescos. Por ejemplo, realizando exámenes o pruebas por temas o capítulos (más cortos, directos y concisos). Así el alumno estudiará de forma más frecuente durante el curso y más enfocado.

Otros, en cambio, preferirían prescindir de los exámenes, y proponer a sus alumnos anotar sus impresiones sobre lo aprendido o sobre qué le gustaría aprender en un cuaderno o diario. Incluso se decantan por metodologías más visuales y rápidas, como las dianas de evaluación.




Este contenido ha sido publicado originalmente por mheducation.es y eleinternacional.com

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ENLACE DE LECTURA: TÉCNICAS PARA EVALUAR EL POTENCIAL DE COMPRENSIÓN Y APRENDIZAJE DE LOS ESTUDIANTES 

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