Estimados docentes: Adaptar un espacio de la casa donde no haya elementos distractores –paredes coloridas, ruidos molestos- se hace difícil si vives en una casa muy pequeña con todo apiñado o si tienes la desgracia de que una construcción esté realizándose a tu costado, de lunes a viernes, de 9am. a 5pm. y los sábados, hasta la 1pm.
Cumplir con este paso no solo tiene que ver con hacer lo que dice esa guía que encontraste en Google sino también con tu capacidad de paciencia y resignación. Como no te puedes mudar a otro distrito, tienes que dar tus clases con el taladro encima. Y aun así, tener buenos resultados.
Ofrecer buenas clases online es cuestión de creatividad, vocación y esfuerzo. Pero también de contar con los elementos técnicos necesarios para una conexión y transmisión básica, sin aspirar a superproducciones de alta sofisticación tecnológica.
Captar la atención de los estudiantes es un reto, ya que el entorno digital es, por naturaleza, fuente de distracciones: publicidades, hipervínculos, mensajes de amigos, chats, canciones, videos. Todo conspira para que conseguir la tan ansiada atención que se necesita para fijar los aprendizajes de la manera tradicional no sea posible.
Por ello, debemos aspirar a un nuevo formato en el que cada cosa que pase en internet sirva para aprender algo. Con esto en mente, por cierto, lo primero que debemos buscar es establecer un acuerdo, apelando a la responsabilidad de los alumnos, para que sepan que deben poner de su parte y dejar la distracción online para después de clases.
¿Suena difícil conseguir eso? No solo suena difícil. Es lo más difícil del mundo en estos momentos. Así nos toca trabajar la nueva educación, lidiando con una coyuntura en la que las ventajas y desventajas, ambas ilimitadas, del manejo tecnológico, coinciden y se cruzan todo el tiempo durante cada sesión.
¿Nos cuentan sus experiencias en ese terreno?
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EL DATO
Un alumno puede llegar a ser un gran profesor ayudante. Otorgar una responsabilidad a un alumno, a menudo resulta ser muy beneficioso, porque se esforzará al máximo para corresponder esa confianza. Este “coprofesor” llenará esos silencios incómodos de una clase online, mientras que compruebas o buscas algo; avisará si algún comentario o pregunta se ha quedado en el chat sin contestar; escogerá a los ‘voluntarios’ para responder preguntas o corregir y sobre todo, hará que la monotonía de escuchar durante tanto tiempo la misma voz se rompa con sus intervenciones.
¿Si se usan videos en clases presenciales por qué en una online, no? Por un lado, son una herramienta didáctica muy valiosa y por otro, sirven para evitar que los alumnos se aburran de escuchar siempre la misma voz. Ahora bien, como siempre es fundamental que ese visionado tenga un propósito y vaya asociado a una actividad planificada.
Fuente: EDUCACIÓN 3.0
NOTA DE REDACCIÓN: La Web del Maestro CMF publica los textos originales de su autor, no necesariamente coincide con lo expuesto en el tema, y no se hace responsable de las opiniones expresadas.
Este artículo ha sido publicado en el blog Baúl del Docente, portal de recursos educativos de la Derrama Magisterial del Perú, y lo puede encontrar en este enlace: BLOG BAÚL DEL DOCENTE. Y este es el enlace del Profesor Jorge Luis Tineo Rendon: [email protected]. |
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