¿Cuántos métodos pseudocientíficos sobre la enseñanza – aprendizaje se usan en su escuela?

Desde hace algunos años, los institutos de formación inicial docente comenzaron a innovar sus planes y programas curriculares, así como a ofrecer cursos de actualización sobre nuevas teorías relacionadas al cerebro y los métodos de enseñanza – aprendizaje, según se conocían nuevos descubrimientos en la neurociencia, como el manejo independiente de los hemisferios cerebrales; el que solo usamos el 10% de nuestro cerebro; que el azúcar reduce la atención; que los estudiantes aprenden mejor si se les enseña de acuerdo a su estilo de aprendizajes preferido: auditivo, cinestésico o visual; que el cerebro se encoge por falta de agua; que el ejercicio mejora la comunicación entre los hemisferios cerebrales y que existen períodos críticos en los cuales deben ocurrir ciertos tipos de aprendizajes, entre otros.

Actualmente, a esas y otras creencias (en el campo educativo) se les denominan “neuromitos”, que vendrían a ser malentendidos o malinterpretaciones de hechos científicos sobre la investigación del cerebro en otros contextos del saber, como la educación. Su origen, en opinión de algunos investigadores, ha sido (y es en algunos lugares) la falta de colaboración entre los neurocientíficos y las escuelas; además de diversos factores como las condiciones culturales, el lenguaje y el uso de fuera de contexto de la terminología que han aportado a la fisura entre neurociencia y educación. Y en no pocos lugares, se debe agregar la escasa formación científica que tienen los docentes: “No basta con el entusiasmo y la buena voluntad. Hay que dotar de herramientas a los profesores para ser críticos, porque muchos de estos métodos llegan a los centros a través de los programas de formación continua [en los que se amplía y profundiza la preparación del profesorado]”. NEUROCIENCIA Y EDUCACIÓN: 7 NEUROMITOS EN LOS QUE AÚN CREEN LOS DOCENTES.

¿Sabemos que los neuromitos, han dado origen a métodos de enseñanza – aprendizaje pseudo científicos? ¿Cuántos “neuromitos” siguen vigentes en su medio educativo? ¿Qué podemos hacer como profesores? La licenciada en Filosofía y periodismo, Natalia López Pevida, publica en El País (España) un artículo en el que analiza el estudio de Frontiers in Psychology, dirigido por la maestra de educación infantil y licenciada en Psicopedagogía Marta Ferrero González. La investigación afirma que las investigaciones “sobre el cerebro y su aplicación en la educación está creciendo entre los docentes. Sin embargo, la falta de conocimientos suficientes, la comunicación deficiente entre educadores y científicos y la comercialización efectiva de productos educativos dudosos han llevado a la proliferación de numerosos “neuromitos”. Como primer paso hacia el diseño de intervenciones efectivas para corregir estos conceptos erróneos, estudios anteriores han explorado la prevalencia de neuromitos en diferentes países”.

En los últimos años ha crecido el interés por construir puentes entre la ciencia del cerebro y la educación, y especialmente han sido (y son) los profesionales de la educación, quienes más se han entusiasmado, “sin embargo, dentro de la comunidad científica hay un consenso claro de que los llamamientos para aumentar el uso de la investigación neurocientífica en las aulas son prematuros”. Las opiniones, las razones y los conceptos son consecuencia de variados factores que han contribuido a la propagación de neuromitos en las escuelas, y que les invitamos a conocer con mayores detalles en la publicación (traducida al español), del estudio Neuromyths in Education: Prevalence among Spanish Teachers and an Exploration of Cross-Cultural Variation; sabiendo que “la última palabra en educación, todavía no ha sido dicha”. NEUROMITOS EN LA EDUCACIÓN: PREVALENCIA ENTRE LOS PROFESORES DE ESPAÑOL Y UNA EXPLORACIÓN DE LA VARIACIÓN INTERCULTURAL.

En un reciente artículo publicado por Howard-Jones en Nature Reviews Neuroscience el autor habla sobre éste y otros neuromitos. De hecho, cita una investigación en la que tanto él como otros investigadores analizaban la prevalencia de estos mitos entre el profesorado. 

Aquí tenemos los cinco “neuromitos”, que han investigado Marta Ferrero, Pablo Garaizar y Miguel A. Vadillo, y que compartimos con Ustedes, por motivos únicamente educativos y de formación permanente, como una invitación para seguir conociendo las opiniones de especialistas. Sin agotar el listado de los “neuromitos” asociados a la educación, veamos resumidamente estos cinco:

1. EL MÉTODO DE LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA

Creado en la década de los 60 por Glenn Doman y conocido como patterning (modelado), que consiste en la aplicación intensiva de una serie de ejercicios físicos para estimular las áreas del cerebro responsables de las discapacidades como la parálisis cerebral; afirmando “que si un niño no pasa por esta fase va a tener dificultades de aprendizaje”. Este método se ha extendido como una forma de maximizar las habilidades cognitivas en guarderías bajo la denominación “estimulación temprana”.

2. LOS ESTILOS DE APRENDIZAJE

Se apoya en que “existe una serie de características como la sensibilidad o el detallismo con las que se pueden clasificar a los alumnos en hasta 70 categorías —visuales, auditivos o kinestésicos, por ejemplo— y proclama que hay que enseñarles en función de la que les corresponda”. Este planteamiento cuenta con un amplio rechazo entre los estudiosos de la psique, materializado en una carta de la Educational Endowment Foundation, en la que se asegura que no hay evidencia científica que respalde este método.

3. LA LATERALIDAD CRUZADA

“Esta teoría está basada en la creencia de que los diferentes hemisferios cerebrales se encargan de tareas distintas y no actúan de manera unitaria (el derecho, de las artísticas y creativas, y el izquierdo, de la lógica y las matemáticas)”. Por ello, en las escuelas se han aplicado (o se aplican) terapias psicomotoras como juegos de motricidad y de mesa con ejercicios personalizados según cada niño. Según Ferrero “la lateralidad cruzada jamás explica dificultades en el aprendizaje porque no existe relación entre los problemas de lectura, matemáticas o escritura y la lateralidad cruzada”.

4. ESTIMULACIÓN DEL CEREBRO CON AURICULARES

“A mediados del siglo XX, el otorrino francés Alfred Tomatis desarrolló un aparato al que denominó “oído electrónico”, que funciona de forma similar a un reproductor de música —emite piezas clásicas y voces a distintas frecuencias—, y que se vende como beneficioso para la educación de los niños con dislexia, autismo, depresión, trastornos de aprendizaje o esquizofrenia. [… pero] “tampoco existe evidencia ni rigor científico que respalden este estilo de enseñanza”, asegura José Ramón Alonso, catedrático de Neurobiología de la Universidad de Salamanca.

5. APRENDER A LEER Y A ESCRIBIR DE MANERA INTUITIVA

“Este método, que consiste en dejar a los más pequeños que aprendan a leer y a escribir de forma intuitiva y por su cuenta, es una idea que se repite en algunos centros de pedagogías alternativas como los Waldorf. Se usan herramientas o recursos como los juegos de memoria para enseñar a leer, distinguiendo palabras distintas. Según Ferrero, este sistema, “es más cómodo y fácil para el docente, que no tendrá que centrarse en las dificultades que supone enseñar el abecedario a los alumnos y probablemente ni siquiera los evalúe”.

Los descubrimientos neurocientíficos son valiosos para describir los mecanismos de aprendizaje, pero no deberían ser tomados directamente para la práctica educativa. Más de un investigador recomienda una visión cautelosa pero optimista sobre el futuro de la neurociencia educativa, sin embargo, otros se manifiestan escépticos sobre el potencial de la neurociencia para mejorar la enseñanza. “Solo el tiempo nos dirá cuál es el futuro de esta disciplina emergente. Mientras tanto, es aconsejable estar atento a la aparición de nuevos mitos en las aulas”. Si desea ampliar sus conocimientos sobre este tema, le recordamos con solo un “click” (en los enlaces), ingresará a las fuentes de este artículo. EDUCACIÓN INFANTIL: CINCO MÉTODOS PSEUDOCIENTÍFICOS CON LOS QUE NOS INTENTAN TOMAR EL PELO

“Estas ideas se venden con frecuencia a los profesores como sustentadas en la neurociencia, pero la neurociencia actual no puede ser usada para soportarlas.

Estas ideas no tienen valor educativo y a menudo se asocian con las malas prácticas en el aula”. (Paul Howard-Jones)

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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