Maestros al servicio de la educación

Si un docente no lee, cómo pretende inculcar el hábito

La lectura es un pilar fundamental en el desarrollo intelectual y emocional de los individuos, abriendo las puertas hacia el conocimiento, la imaginación y el crecimiento personal. En el contexto educativo, el fomento del hábito lector ocupa un lugar de vital importancia, ya que no solo contribuye al aprendizaje académico, sino que también influye en el desarrollo de habilidades cognitivas y comunicativas. En este sentido, un viejo adagio cobra especial relevancia: “Un docente que no lee, no produce niños lectores”.

En el presente artículo, exploraremos la trascendencia de la lectura en el ámbito educativo y cómo los maestros desempeñan un papel crucial en la formación de estudiantes ávidos de leer.

La figura del docente va más allá de impartir conocimientos; actúa como un modelo a seguir y guía en el proceso de descubrir el fascinante mundo de la literatura. A través de su propia pasión por la lectura, un maestro puede inspirar y motivar a sus alumnos, sembrando la semilla del amor por los libros y el aprendizaje a lo largo de toda su vida.

Desde el estímulo a la imaginación hasta la adquisición de nuevas perspectivas y conocimientos, exploraremos cómo la lectura mejora las habilidades de comprensión, escritura y expresión, permitiendo a los estudiantes desenvolverse con éxito en diferentes áreas académicas y en la sociedad en general.

Enlace relacionado: Miguel Salas Díaz: Es posible que los niños que tienen un mal resultado en lectura los tengan también en otras asignaturas

En consecuencia, en estas líneas se destacará el impacto que genera un maestro que lee, no solo en el desempeño académico de sus discípulos, sino también en la formación de ciudadanos críticos y reflexivos. Abordaremos cómo el docente como lector activo enriquece su enseñanza con una visión más amplia y actualizada, cultivando así un ambiente lector en el aula que impulsa el desarrollo integral de cada estudiante.

Acompáñanos en este recorrido por la relevancia de la lectura en la educación y descubre cómo un maestro comprometido con la lectura puede ser un agente transformador en la vida de sus alumnos, guiándolos hacia un futuro lleno de conocimiento, imaginación y sabiduría.

“Un docente que no lee, no produce niños lectores”, recalca maestro

El artista, escritor y docente paraguayo Nelson Aguilera dijo que la formación docente es clave para que el país pueda llevar adelante el plan nacional de lectura, que pretende implementar en el próximo gobierno la futura viceministra de Educación Básica, María Gloria Pereira.

Apostó por la lectura. Nelson Aguilera acompaña el proyecto que tiene en mente la docente y escritora María Gloria Pereira cuando asuma como viceministra de Educación Básica en el gobierno de Santiago Peña.

Pero advirtió que para contar con una mejor calidad en el sistema educativo es clave la formación de los maestros y maestras; por lo tanto, esto implica mayor inversión.

“Si no hay presupuesto como corresponde tampoco tendremos docentes bien formados”, apuntó a Monumental 1080 AM este jueves.

En este sentido, sostuvo que “lectura, más lectura, más lectura es igual al desarrollo del pensamiento crítico”. “Ojalá que el MEC (Ministerio de Educación y Ciencias) invierta en eso”, agregó.

“Un docente que no lee, no produce niños lectores”, enfatizó. “Vos te das cuenta cuando el docente leyó, procesó un material y les contagió el amor por la lectura a los niños. El chico vuela. Pero también te das cuenta cuando solamente cumple”, prosiguió.

Lamentó que en Paraguay solamente se registre actualmente un 8% de comprensión matemática y 32% de comprensión lectora.

Sobre el punto, recalcó que es el docente quien debe proveer herramientas a los niños para que les pueda cambiar hasta el nivel social de vida, de pensamiento y desarrollo. “Necesitamos maestros de verdad para que los niños se desarrollen en forma integral”, indicó.




Hay que entusiasmar al maestro

La futura viceministra María Gloria Pereira reconoció en una entrevista con el mismo medio esta jornada que la comprensión lectora y de matemáticas es un tema sensible en la sociedad paraguaya.

Afirmó, por su parte, que la clave para conseguir implementar su iniciativa es “entusiasmar al maestro primero por la lectura”.

“Nosotros podemos diseñar políticas educativas macro muy buenas, interesantes. Pero muere en el aula cuando cierran las puertas y tienen la lapicera, y nosotros necesitamos hacerle sentir al maestro que estamos a su lado y no en su contra”, subrayó.

El plan nacional de lectura es un proyecto que surgió en la época que Blanca Ovelar fue ministra de Educación y que ahora la futura viceministra María Gloria Pereira tiene la intención de implementar.




5 habilidades del docente para fomentar la lectura en los alumnos

  • Asertividad pedagógica

    Ser asertivo es una habilidad que requiere tiempo de formación, pero con el tiempo sus  resultados son muy enriquecedores. Esto nos permite transmitir nuestras ideas y emociones con efectividad, expresando nuestros puntos de vista de forma directa pero sin ser impositivos.

    La asertividad pedagógica es la habilidad de transmitir información y convertirla en aprendizaje efectivoeliminando cualquier conflicto de comunicación, ya sea por diferencias de opiniones, desinterés u otras situaciones que puedan entorpecer el proceso de aprendizaje.

    Pongamos un ejemplo de asertividad pedagógica en los entornos virtuales de aprendizaje: estamos proponiendo la lectura de un libro como actividad en curso y uno de nuestros alumnos expresa que ese libro no le parece interesante. ¿Qué hacer en estos casos?

    La asertividad pedagógica nos enseña que no basta con proponer una lectura, sino que previamente debemos generar una empatía con los intereses lectores de nuestros alumnos, es decir, causar una expectativa previa.

    Presentar la lectura de un libro como cualquier otra actividad es reducir el acto de la lectura a un proceso académico. Lo ideal es presentarlo como una experiencia nueva, la posibilidad de acceder a algo desconocido, pero al mismo tiempo, como algo que está relacionado con sus intereses particulares.




  • Diversidad estratégica

Un estudio de la Federación de Editores en España señala que en la adolescencia el hábito de la lectura tiende a disminuir, debido a que los jóvenes encuentran otras actividades de mayor interés. Es en este punto donde se vuelve prioritario generar mecanismos que inviten a los alumnos a incluir la lectura entre sus actividades de entretenimiento.La diversidad estratégica implica generar varias alternativas que encaminen a nuestros niños a considerar la lectura como una actividad que se pueda realizar fuera del aula y que rompa con el umbral de aprendizaje académico.A diferencia del modelo presencial, en los entornos virtuales de aprendizaje tenemos la ventaja de contar con clases asincrónicas, donde las actividades y contenido están alojados en una plataforma digital que puede consultarse en cualquier momento por los alumnos. Esto nos da la oportunidad de diseñar estrategias de lectura a corto y mediano plazo. Por ejemplo:

    • Círculos de lectura
    • Debates temáticos
    • Lecturas colectivas
    • Video-reseñas tipo Tik-Tok
    • Concursos de escritura creativa
    • Lecturas teatralizadas

Las estrategias anteriores funcionan muy bien, tanto en la modalidad de aprendizaje virtual como presencial. El objetivo es  dotar a cada actividad de una nueva perspectiva, evitar que los alumnos se desmotiven por repetición, permitir que se relacionen con la lectura a través de dinámicas que les inviten a desarrollar la creatividad y tener una participación más activa en lectura.

  • Fomentar la lectura significativa

Es probable que el profesor sea muy asertivo en sus clases y además cuente con una amplia gama de estrategias de lectura, pero si los contenidos propuestos no tienen una significación importante para los alumnos, las habilidades docentes anteriores se podrían ver limitadas.La Universidad Pedagógica de Colombia define la lectura significativa como “el conjunto de conocimientos y competencias empleadas por el niño para la construcción de significados y la atribución de sentido a su experiencia vital”.Lo anterior no quiere decir que el maestro deba adecuar todos los materiales de lectura a los gustos de los alumnos, va más allá: implica que el docente tenga la habilidad de transmitir los contenidos de un libro de tal manera que los jóvenes encuentren significado que puedan comprender e identificar con sus intereses diarios.Sabemos que no es tarea fácil, por ejemplo, involucrar a los alumnos en la literatura clásica, pues lo primero que se preguntan es: “¿Qué tiene que ver conmigo El Quijote, La Ilíada o Romeo y Julieta?” y es aquí donde las habilidades anteriores (asertividad pedagógica y diversidad estratégica) trabajan en equipo para lograr que estos textos clásicos tengan un significado.




  • Comprensión de lectura global

La lectura global amplía el panorama de aprendizaje de los alumnos porque les permite relacionar los contenidos de un libro con su entorno, fortaleciendo su habilidad para establecer campos semánticos cada vez más complejos.Desde las primeras actividades donde los niños aprenden a leer sílabas, comienzan a jugar con las palabras y sus significados a partir de imágenes, sonidos y objetos. Su cerebro comienza a establecer relaciones entre lo que leen y el mundo que les rodea, haciendo que la lectura se convierta en algo más que un proceso para codificar información. El libro se convierte en una guía para comprender su entorno.La lectura global está relacionada directamente con una metodología lectora que ya ha sido probada con excelentes resultados hace más de 50 años: hablamos del método Doman, un sistema de estimulación temprana basado en una serie de pasos específicos para “estimular las vías sensoriales del menor”, trabajando todos sus sentidos de forma progresiva.

  • Ejercer la liminalidad en la literatura

    Otra habilidad docente para fomentar la lectura es la liminalidad en literatura. Esta consiste en traspasar las fronteras del libro y llevar su contenido a otras áreas, pueden ser diversas artes como el cine o la música, u otras disciplinas como la ciencia.

    Cuando el educador integra en sus lecturas otros contenidos relacionados con el libro, está ejerciendo la liminalidad; por ejemplo, al proponer historias como La reina de las nieves y generar dinámicas donde intervenga la adaptación de ese cuento al cine (Frozen).

    Incluso hay escritos que ya están diseñados para fomentar la lectura en los alumnos el interés por otras áreas. Es el caso del libro de cuentos Las voces de los árboles, de Fernando M. Reimers y Elisa Guerra (experta en educación preescolar). El libro aborda historias amenas y emotivas que permiten a los niños generar conciencia sobre el cuidado del planeta.




Se puede promover la liminalidad en la literatura de muchas otras maneras. Además del cine, los libros tienen una estrecha relación con la música, las historietas, las series animadas e incluso con los videojuegos, lo que amplía las posibilidades estratégicas en clase para integrar dinámicas como la gamificación.

Aunque no es considerada una habilidad docente, sino una emoción, es muy importante que el maestro posea una genuina pasión por la lectura. Muchos de los contenidos que los estudiantes aprenden lo hacen por imitación (principalmente cuando son pequeños); comienzan imitando a los padres y después a sus maestros.

Cuando un maestro proyecta pasión por la lectura, transmite una genuina motivación en los alumnos, haciendo que sientan curiosidad por saber qué es lo que al educador le causa tanto interés por los libros.

Este contenido ha sido publicado originalmente por última Hora en la siguiente dirección: ultimahora.com

ENLACE DE LECTURA: VARIABLES QUE INCIDEN EN LA ADQUISICIÓN DE HÁBITOS DE LECTURA DE LOS ESTUDIANTES 



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