En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados, transformando la manera en que trabajamos, estudiamos y nos comunicamos. Sin embargo, en medio de esta revolución tecnológica, corremos el riesgo de descuidar nuestras capacidades más esenciales: las inteligencias humanas (IH).
Tal como lo señala la infografía realizada por Daniel Ordaz C., es urgente equilibrar el dominio de las IAs con el cultivo consciente de nuestras facultades humanas. Este artículo explora ese desafío, brindando contexto, fundamentos científicos y herramientas útiles para estudiantes, docentes y el público en general.
¿Qué son las inteligencias humanas?
Más allá de modelos cuestionados como el de las “inteligencias múltiples” de Howard Gardner, existe una base científica más sólida sobre la inteligencia humana desde la psicología cognitiva y la neurociencia. Robert J. Sternberg, profesor de la Universidad de Yale, desarrolló la teoría triárquica de la inteligencia, que propone tres dimensiones validadas empíricamente:
- Inteligencia analítica: razonamiento lógico, resolución de problemas.
- Inteligencia creativa: capacidad de generar ideas nuevas o útiles.
- Inteligencia práctica: habilidad para adaptarse a entornos reales.
Estas dimensiones, respaldadas por pruebas psicométricas y estudios de campo, coinciden con muchas de las habilidades que hoy están siendo replicadas por las IAs. Sin embargo, aún hay algo que la IA no puede reemplazar completamente: la conciencia humana, la empatía, el juicio moral y el sentido de propósito.
Las IAs replican tareas humanas… pero no reemplazan capacidades profundas
La infografía de Daniel Ordaz C. establece una comparación directa entre herramientas de IA y las capacidades humanas que imitan. Desde redactar textos (ChatGPT) hasta sintetizar la voz (ElevenLabs), las máquinas están cubriendo muchas funciones cognitivas. Pero como advierten investigadores como John Sweller, si delegamos nuestras funciones mentales más demandantes a sistemas externos, nuestro cerebro reduce el esfuerzo cognitivo, lo que impacta directamente en el aprendizaje (Sweller, 1988).
Desde la neurociencia, el principio de plasticidad cerebral establece que las funciones mentales no usadas se debilitan. Como señala Daniel Levitin, autor de Tu cerebro y la música, el entrenamiento activo mantiene la salud neuronal y fortalece los circuitos del pensamiento. Lo mismo aplica para la lectura profunda, el razonamiento lógico o la escritura creativa.
¿Cómo se relacionan las IAs con nuestras inteligencias?
La siguiente tabla, basada en la infografía de Daniel Ordaz, permite visualizar qué tipo de inteligencia humana está siendo sustituida (o replicada) por cada IA popular y cómo podemos seguir desarrollándola de forma activa.
Inteligencia Humana | IA Asociada | Cómo desarrollarla | Recurso recomendado |
---|---|---|---|
Lingüística-verbal | ChatGPT | Escribir a diario, leer en voz alta, debatir ideas complejas | Mientras escribo de Stephen King, Grammarly |
Visual-espacial | Midjourney | Dibujar mapas mentales, hacer sketch-notes, explorar diseño visual | Dibujando con el lado derecho del cerebro de Betty Edwards |
Lógico-matemática | Notion AI | Juegos de lógica, análisis de patrones, resolución de problemas | Pensar rápido, pensar despacio de Daniel Kahneman, Brilliant.org |
Musical-auditiva | ElevenLabs | Aprender un instrumento, entrenar el oído, identificar emociones en la música | Tu cerebro y la música de Daniel Levitin, Yousician |
Corporal-kinestésica | Runway / Synthesia | Practicar teatro, deportes, baile, explorar el lenguaje corporal | Yoga o expresión corporal en educación |
Interpersonal | Synthesia | Desarrollar empatía, habilidades sociales, trabajo en equipo | Terapias grupales, dinámicas de cooperación |
Intrapersonal | Perplexity AI | Reflexionar por escrito, practicar el autoconocimiento, llevar un diario emocional | Inteligencia emocional de Daniel Goleman, Daylio |
¿Por qué es tan importante no descuidarlas?
Desde la neurociencia se ha demostrado que el cerebro es plástico, es decir, cambia con el uso. Cuando ejercitamos una habilidad, fortalecemos las conexiones neuronales relacionadas; pero cuando dejamos de usarla, esas conexiones se debilitan (Doidge, 2007). Por ejemplo, si delegamos constantemente la redacción a una IA, nuestra propia capacidad para estructurar ideas con claridad podría deteriorarse.
Además, investigaciones recientes advierten sobre los efectos negativos de la sobredependencia tecnológica. Según estudios publicados en Nature Reviews Psychology, el uso excesivo de herramientas automáticas puede afectar funciones ejecutivas como la memoria, la atención sostenida y la autorregulación (Wilmer, Sherman & Chein, 2017).
Implicancias educativas
Para el ámbito educativo, este debate es crucial. Los docentes no solo deben enseñar a sus estudiantes a usar IAs con sentido crítico, sino también a cultivar activamente sus capacidades humanas. La educación debe equilibrar el uso responsable de la tecnología con el desarrollo integral del ser humano.
Las siguientes sugerencias pueden orientar ese equilibrio:
Docentes: Incorporar actividades que fortalezcan las IH en el aula, como debates, escritura reflexiva, juegos de lógica, música y teatro.
Estudiantes: Utilizar herramientas tecnológicas como apoyo, pero también proponerse desafíos que requieran pensamiento propio, análisis profundo y creatividad sin asistencia.
Padres y cuidadores: Fomentar espacios sin pantallas para el juego libre, la lectura y el diálogo cara a cara.
Reflexión final
Dominar las IAs puede abrirnos puertas, pero descuidar las inteligencias humanas puede cerrarnos muchas más. El progreso no debe ser a costa de nuestra humanidad, sino en favor de ella. Por eso, esta es una invitación a recuperar la escritura genuina, el pensamiento profundo, el arte de conversar, la introspección, el cuerpo en movimiento y la conexión emocional real.
Agradecemos a Daniel Ordaz C., autor de la infografía que inspira este artículo, por recordarnos con claridad y creatividad que el equilibrio entre tecnología y humanidad es no solo posible, sino necesario.
Bibliografía
- Gardner, H. (1983). Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences. Basic Books.
- Doidge, N. (2007). The Brain That Changes Itself. Penguin Books.
- Kahneman, D. (2011). Thinking, Fast and Slow. Farrar, Straus and Giroux.
- King, S. (2000). On Writing: A Memoir of the Craft. Scribner.
- Levitin, D. (2006). This Is Your Brain on Music: The Science of a Human Obsession. Dutton.
- Wilmer, H. H., Sherman, L. E., & Chein, J. M. (2017). “Smartphones and cognition: A review of research exploring the links between mobile technology habits and cognitive functioning.” Frontiers in Psychology, 8:605. frontiersin.org
- Brilliant.org. Sitio web: brilliant.org
- Grammarly. Sitio web: grammarly.com
- Daylio App: daylio.net
- Yousician. Sitio web: yousician.com
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF