Costa Rica. A inicios del curso lectivo 2025, el Ministerio de Educación Pública (MEP) eliminó los programas de Sexualidad y Afectividad Integral, vigentes desde 2013, argumentando que el “enfoque era el erotismo” y lo sustituyó con el Programa de Estudio de Educación para la Paz y la Convivencia que, según la cartera, incluye temas como la prevención de embarazos en adolescentes y evitar infecciones de transmisión sexual.
No obstante, una investigación realizada por la Fundación Paniamor reveló que siete de cada diez adolescentes buscan respuestas sobre educación sexual fuera de las aulas, lo que evidencia que el sistema educativo costarricense no está satisfaciendo esta necesidad formativa.
Según el escrito, los adolescentes mencionaron que buscan la información en herramientas digitales como ChatGPT, pues “les ofrecen respuestas sin prejuicios y con un tono cercano, aunque esa sensación de acompañamiento puede ser solo aparente”.
En cifras específicas, un 19,5% de los encuestados indicó que probablemente recurriría a plataformas digitales como fuente de información, mientras que un 35,1% afirmó que no acudiría a nadie.
El estudio también reveló que uno de cada cuatro adolescentes aseguró no haber recibido nunca educación sexual integral en su centro educativo.
“Casi la mitad de los participantes señala que la recibió en el pasado, pero ya no se imparte actualmente. Solo una quinta parte dice estar recibiéndola hoy, principalmente desde un enfoque biológico, vinculado a la materia de Ciencias o Biología”, detalla el informe.
Es decir, el 75% de los adolescentes no recibe educación sexual integral dentro de las aulas, pese a los múltiples argumentos expuestos por la cartera educativa.
Por último, el informe detalla un amplio desconocimiento entre las personas adolescentes sobre sus derechos en salud sexual y reproductiva. Específicamente, seis de cada diez (60%) no los conocen.
Lo habían advertido
El Décimo Informe del Estado de la Educación advirtió que el actual programa en los centros educativos no representa una sustitución equivalente.
“La educación sexual aparece mencionada de forma marginal dentro de un área transversal, sin desarrollo temático ni progresión curricular. De sus 85 contenidos, apenas dos se relacionan con la temática. Esto evidencia una reducción sustantiva del tratamiento del tema y un retroceso en su abordaje pedagógico”, enfatizan los investigadores.
El informe destaca que estas decisiones fueron tomadas sin algún sustento técnico por parte del Consejo Superior de Educación (CSE), lo cual, aseguran que, constituyen una vulneración del principio de progresividad en materia de derechos humanos.
“Se produjo un quiebre en esta línea de actuación que marcó un retroceso en el desarrollo curricular y el abandono de un enfoque integral que articulaba dimensiones biológicas, afectivas, sociales y éticas de la sexualidad, alineado con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud”.
Además, la Defensoría de los Habitantes en mayo anterior emitió un informe con recomendaciones al MEP como revertir decisión de eliminación del programa, pues lo califican como “un retroceso en la garantía de los derechos de la niñez y la adolescencia”.
“Es un retroceso”
Diario Extra conversó con Gabriela Garro, psicóloga infanto-juvenil, para conocer su perspectiva profesional. La experta calificó la limitada cobertura en educación sexual como algo negativo.
“Es un retroceso y una situación de altísimo riesgo para la salud integral de las personas adolescentes, no solo por la falta de acceso a la información y formación en educación sexual y afectiva, sino porque esa ausencia afecta la salud física, emocional y el desarrollo de vínculos sanos”, expresó Garro.
Mencionó que, al suprimir estos espacios de formación y diálogo, se están dejando vacíos que más adelante se reflejarán en la vida adulta: en cómo se construyen las relaciones de pareja, en la forma de resolver conflictos, e incluso en la manera de criar a los hijos.
Como explicó Garro, cuando una persona no ha trabajado sus habilidades socioemocionales ni la manera en que se vincula con los demás, difícilmente sabrá desenvolverse de forma sana en la vida adulta.
Además, la experta recordó que la educación sexual no se reduce a lo “coital”, sino que involucra temas como la comunicación, la afectividad, el autoconocimiento, la toma de decisiones y la gestión emocional.
“Se está dejando de lado es un acompañamiento integral en una etapa que, por las características de cambio y de transición que tiene, aumenta la vulnerabilidad y requiere de apoyos específicos para que se constituyan en el cerebro las redes neuronales que necesitamos para la adultez”.
Gabriela Garro. Psicóloga infanto-juvenil
Redacción | El Extra | Andrés Vargas Calvo
