El auxiliar de educación es una figura clave dentro de la comunidad educativa. Aunque su labor no siempre recibe la visibilidad que merece, constituye un eje indispensable para el desarrollo integral de los estudiantes y el correcto funcionamiento de las instituciones educativas. Las funciones establecidas por el Ministerio de Educación del Perú, en la Resolución Viceministerial N.º 126-2023-MINEDU, no son simples tareas operativas: son acciones que contribuyen directamente al clima escolar, a la seguridad, a la convivencia y al bienestar de los estudiantes. Este artículo explica para qué sirven y qué sentido tienen las funciones generales, específicas y el portafolio que regulan su desempeño.
Funciones Generales: el corazón operativo del trabajo del auxiliar
Las funciones generales del auxiliar de educación están diseñadas para garantizar que la escuela sea un espacio seguro, ordenado, inclusivo y participativo. Cada literal de la norma responde a una necesidad concreta del entorno escolar.
a. Apoyar a los profesores en la vigilancia y disciplina.
Esta función busca asegurar la convivencia armónica y la protección de los estudiantes. El auxiliar supervisa los ingresos, recreos y salidas, evitando accidentes, conflictos y situaciones de riesgo. Su presencia constante fomenta la responsabilidad y el respeto por las normas escolares.
b. Mantener un clima institucional positivo.
El auxiliar es mediador y promotor de valores. Al fomentar la cooperación, la amistad y el respeto, contribuye al bienestar emocional de la comunidad educativa. Esta tarea es fundamental para prevenir la violencia y fortalecer el sentido de pertenencia.
c. Registrar incidencias y asistencias.
El cuaderno de incidencias y las fichas de seguimiento son instrumentos que permiten monitorear la conducta, asistencia y desarrollo de los estudiantes. Estos registros son esenciales para tomar decisiones pedagógicas y garantizar la transparencia en la gestión escolar.
d. Comunicar y coordinar con la dirección.
El auxiliar no trabaja de manera aislada; debe informar sobre los casos de conducta y proponer acciones correctivas. Actúa como un puente entre los estudiantes, el equipo directivo y los docentes, colaborando en la prevención de conflictos.
e. Vigilar la salud e higiene de los estudiantes y el cuidado del entorno.
Esta función tiene una dimensión preventiva. Un entorno limpio y seguro influye directamente en el aprendizaje. El auxiliar supervisa mobiliario, equipos y materiales, contribuyendo a que los recursos institucionales se utilicen adecuadamente.
f. Atender emergencias o accidentes.
El auxiliar debe actuar con rapidez y empatía ante situaciones imprevistas, brindando primeros auxilios y coordinando la atención médica. Esta labor reafirma su compromiso con la seguridad física de los alumnos.
g. Supervisar la conducta dentro y fuera del aula.
El acompañamiento permanente en patios, talleres, laboratorios o baños permite mantener el orden y garantizar que los espacios educativos se usen con responsabilidad.
h. Participar en actividades cívicas, deportivas y culturales.
El auxiliar apoya en la organización de eventos escolares, fortaleciendo la identidad institucional y el desarrollo integral de los estudiantes a través de la participación activa.
i. Coordinar con familias y dirección.
La intervención oportuna del auxiliar en casos de impuntualidad o conductas problemáticas permite una respuesta más rápida y coordinada, evitando que los problemas se agraven.
j. Colaborar con la comunicación institucional.
El auxiliar facilita el flujo de información entre docentes, padres y directivos, entregando documentos oficiales y asegurando que los mensajes lleguen correctamente.
k. Atender a padres y apoyar la convivencia escolar.
Su rol en tutoría, convivencia y prevención de violencia es esencial. El auxiliar acompaña los procesos educativos y emocionales, reforzando la educación en valores y la orientación integral.
l. Participar en la elaboración de instrumentos de gestión.
Su conocimiento del entorno escolar lo convierte en un actor valioso para la construcción de documentos como el PEI, PCI, PAT o Reglamento Interno, donde se definen las metas institucionales.
m. Participar en procesos de autoevaluación.
El auxiliar también reflexiona sobre su labor, aportando al diagnóstico institucional y a las estrategias de mejora continua.
n. Cuidar los recursos institucionales.
Garantiza el uso responsable de materiales, equipos y mobiliario, así como la protección de las pertenencias de los estudiantes.
o. Apoyar el manejo del sistema SIAGIE.
Colabora con la gestión de datos académicos y la entrega de informes de evaluación, contribuyendo a la eficiencia administrativa.
p. Cumplir otras funciones que la normativa establezca.
Esta disposición otorga flexibilidad al cargo, permitiendo que el auxiliar apoye según las necesidades específicas de cada institución o contexto.
En conjunto, estas funciones hacen del auxiliar una figura de apoyo integral que combina vigilancia, acompañamiento emocional, gestión administrativa y orientación social.
Funciones Específicas: adaptadas a cada nivel educativo
Las funciones específicas reconocen que el trabajo del auxiliar cambia según la edad, el contexto y las características del alumnado. El objetivo es que su labor responda con pertinencia a las necesidades del nivel educativo donde se desempeña.
1. En la Educación Básica Especial
El auxiliar cumple un rol fundamental en la atención de estudiantes con necesidades educativas especiales. Su labor está orientada a garantizar una educación inclusiva y equitativa. Participa junto al docente en la planificación, desarrollo y evaluación de las actividades pedagógicas, brinda apoyo técnico, fomenta la autonomía personal del estudiante y colabora en todos los cuidados diarios. Además, se encarga de registrar ausencias, acompañar a los alumnos en su ingreso y salida, y mantener contacto con las familias para asegurar la continuidad educativa. Su presencia es un pilar de acompañamiento afectivo y de inclusión real.
2. En la Educación Básica Regular – Nivel Inicial
En este nivel, el auxiliar representa una figura de referencia afectiva para los niños más pequeños. Su misión es acompañar el aprendizaje desde el cuidado, la protección y la estimulación temprana. Apoya al docente en las rutinas de higiene, alimentación, recreación y salud, observando el desarrollo integral del niño. También vigila los espacios de juego y descanso, y garantiza que los ambientes sean seguros. Cuando un niño no es recogido a tiempo o falta de forma reiterada, el auxiliar actúa con responsabilidad y empatía, comunicándose con las familias y registrando las incidencias. Además, participa en reuniones de padres, fortaleciendo el vínculo entre el hogar y la escuela.
3. En la Educación Básica Regular – Nivel Secundaria
El trabajo del auxiliar en secundaria tiene un enfoque formativo y de acompañamiento adolescente. Promueve el orden, la disciplina y el cumplimiento de las normas de convivencia, recorriendo los espacios del colegio para garantizar un ambiente seguro. En ausencia del profesor, mantiene el control del aula y registra la asistencia, las incidencias y los comportamientos observados. Participa activamente en la detección temprana de conflictos, violencia o discriminación, coordinando con tutores y directivos las acciones correspondientes. Además, apoya en tutorías, consejerías y actividades extracurriculares, siendo una figura de confianza que orienta, escucha y guía a los estudiantes en una etapa clave de su desarrollo.
El Portafolio del Auxiliar: evidencia de compromiso y organización
El portafolio es el conjunto de documentos que reflejan el trabajo, la planificación y la responsabilidad del auxiliar de educación. Su finalidad es registrar y sustentar de forma ordenada la labor diaria. Debe contener el Plan Anual de Trabajo, el Plan de Tutoría y Convivencia Escolar, nóminas de matrícula, reglamento interno, cuadernos de incidencias, fichas de seguimiento, registros de asistencia y comunicación con padres, así como los horarios, cronogramas y reportes diarios. Este material no es solo un requisito administrativo, sino una herramienta de gestión. Permite evidenciar la trazabilidad del trabajo, evaluar resultados y garantizar la transparencia en el acompañamiento de los estudiantes. El portafolio convierte el quehacer cotidiano del auxiliar en información útil para la mejora institucional y el bienestar del alumnado.
El auxiliar de educación no es un mero apoyo operativo, sino un agente formativo que colabora directamente con el desarrollo integral del estudiante. Sus funciones, tanto generales como específicas, revelan una vocación de servicio que combina disciplina, cuidado, empatía y compromiso ético. La R.V.M. N.º 126-2023-MINEDU no solo delimita tareas, sino que reconoce la importancia del auxiliar como parte del engranaje humano que sostiene el proceso educativo. Fortalecer su formación, dignificar su rol y dotarlo de recursos adecuados son pasos indispensables para garantizar una educación segura, inclusiva y de calidad para todos.
Redacción | Web del Maestro CMF






