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Lista de cotejo y escala de apreciación

En este documento encontrarás indicaciones para elaborar adecuadamente dos tipos de instrumentos de evaluación: la lista de cotejo y la escala de apreciación. Tal como se vio en el módulo anterior, los instrumentos de evaluación admiten diferentes clasificaciones, según la orientación pedagógica y didáctica a que estén referidos.

En esta ocasión trabajaremos con dos modelos de instrumentos evaluativos: la lista de cotejo y la escala de apreciación.

Artículo relacionado: Lista de cotejo para evaluar en el aula: 8 ejemplos

Lista de cotejo

Este documento explora cómo se hacen las escalas de apreciación y las compara con las listas de cotejo. A diferencia de estas, las escalas de apreciación usan una graduación de desempeño expresada en números, conceptos, gráficos o descripciones. Aunque comparten estructura con las listas de cotejo, las escalas de apreciación son más precisas al observar más de dos aspectos. Para entenderlo mejor, usamos el mismo ejemplo de un programa de Lengua Castellana y Comunicación, donde las categorías de evaluación son “muy bien”, “bien”, “suficiente” e “insuficiente”. Esto refleja un rango de resultados que indica si se alcanzó o no el objetivo.

Ejemplo:

Lista de cotejo

En este ejemplo, a cada indicador le corresponden tres estados posibles: hecho, pendiente y no realizado. Esto convierte a esta lista de cotejo en una herramienta de ajuste de proceso, ya que de sus resultados dependerá el curso de acciones que se seguirá.  De lo anterior desprendemos, entonces, que las listas de cotejo poseen – al menos – dos componentes: un listado de indicadores y un rango de criterios de evaluación (logrado, no logrado; puntajes; notas; conceptos; etc.), que se pueden agrupar en una sola columna o en varias, si el caso así lo amerita.

Lista de cotejo

Producción de unalista de cotejo

Si bien es cierto que el ideal es producir in situ los indicadores, en tanto sólo en el trabajo directo en aula sabremos qué y cuánto queremos evaluar, también es posible tomar en préstamo indicadores ya formulados. Ello permite trabajar con indicadores que han sido previamente diseñados en un contexto didáctico, lo cual posibilita tomarlos como modelos o ejemplos para la formulación de nuevos indicadores (ver Indicadores), o bien, reformularlos, adaptándolos a los requerimientos en que se está realizando la práctica pedagógica.

Así por ejemplo, veamos cómo organizar los siguientes indicadores tomados del Programa de Lengua Castellana y Comunicación de IV Año Medio, Formación General (p. 46):

Lista de cotejo

Los indicadores de evaluación se centran en aspectos cualitativos y no se traducen directamente en notas. Para evaluarlos, es necesario decidir qué categorías usar, como sí-no, logrado-no logrado, correcto-incorrecto, etc. Es crucial asegurarse de que estas categorías reflejen de manera precisa la conducta o el contenido medido, ya que, de lo contrario, se convierten en herramientas que no ofrecen una retroalimentación positiva en relación con el contexto.

Supondremos que las categorías utilizadas serán conceptos, tales como logrado y no logrado. Con esta información construimos una tabla de doble entrada del siguiente modo, y – además – supondremos que sólo nos interesa verificar un resultado, por lo que utilizaremos un tic o visto bueno para cada casillero cuando corresponda:

En síntesis, las tablas de cotejo pueden ser de gran ayuda en la transformación de los criterios cualitativos en cuantitativos, siempre y cuando dichas decisiones respondan a los requerimientos efectivos de resolución de problemas en las situaciones reales de aula con las que estemos trabajando.

Escala de apreciación

Este documento explora cómo se crean las escalas de apreciación y las compara con las listas de cotejo. A diferencia de estas últimas, las escalas de apreciación tienen una forma de medir el desempeño, ya sea con números, conceptos, gráficos o descripciones. Aunque comparten la misma estructura básica que las listas de cotejo, las escalas de apreciación permiten ser más precisas al observar más de dos aspectos. Para entenderlo mejor, usamos el mismo ejemplo de un programa de Lengua Castellana y Comunicación, donde las categorías de evaluación son “muy bien”, “bien”, “suficiente” e “insuficiente”. Esto refleja un rango de resultados que indica si se alcanzó o no el objetivo.

Con esta información construimos una tabla de doble entrada del siguiente modo:

Lista de cotejo

En otras ocasiones, a fin de hacer más eficiente la transferencia a calificación, los casilleros pueden ser rellenados con porcentajes, notas o asignación de puntos:

Lista de cotejo

Esto significa que no solo estamos viendo si algo está o no presente, sino también la intensidad o grado en que se manifiesta. Por eso, las escalas de apreciación son más efectivas que las listas de cotejo para organizar los resultados en un orden jerárquico, ya sea de mayor a menor, del puntaje más alto al más bajo, y así sucesivamente.

ENLACE DE LECTURA: LISTAS DE COTEJO



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