Miguel Jiménez para El País. En una rueda de prensa marcada por su estilo provocador y declaraciones cargadas de ambigüedad, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, evitó responder con claridad sobre sus intenciones militares respecto a Irán. «Podría hacerlo o podría no hacerlo. Nadie sabe lo que voy a hacer», dijo ante los periodistas al ser consultado por una posible participación directa de Estados Unidos en los ataques contra instalaciones nucleares iraníes.
La información, publicada por el periodista Miguel Jiménez en El País, detalla que Trump combinó su comparecencia pública con otras rutinas poco protocolares, como supervisar la instalación de dos grandes banderas frente a la Casa Blanca, que describió con tono hiperbólico como «los mástiles más magníficos jamás fabricados».
Más allá de la escenografía, Trump volvió a lanzar duras acusaciones contra Irán. Reclamó una “rendición incondicional” por parte del gobierno de Teherán, y aseguró que su paciencia se había “agotado”. Según sus declaraciones, Irán habría propuesto una reunión en la Casa Blanca, pero Trump la rechazó, calificando la iniciativa como tardía. Aun así, matizó: «Nunca es demasiado tarde. Lo único que es ‘demasiado tarde’ es Powell», ironizó en referencia al presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, con quien mantiene un conflicto público por las tasas de interés.
Durante la misma comparecencia, el exmandatario sostuvo que “Irán no tiene defensa aérea alguna” y que su gobierno “ha capturado totalmente el aire”, declaraciones que, más allá de su imprecisión técnica, refuerzan el tono beligerante de su postura. Sin embargo, evitó comprometerse con una acción concreta, burlándose incluso de la pregunta de un periodista: “¿Quieres saber a qué hora para estar allí?”
Otro momento relevante fue su mención a la conversación telefónica que mantuvo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Trump reconoció haberle dicho: “Sigue adelante”, una frase que muchos interpretan como un respaldo tácito a los ataques israelíes contra infraestructuras nucleares iraníes. Fuentes citadas por medios estadounidenses afirman que, tras esa conversación y una reunión con su consejo de seguridad, Trump estaría considerando la posibilidad de que Estados Unidos se sume al conflicto. La planta de enriquecimiento de uranio de Fordow, ubicada bajo una montaña, representa un desafío técnico que Israel difícilmente puede superar sin apoyo militar estadounidense.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, compareció también ante el Senado, pero evitó dar respuestas claras. Afirmó que su rol es proporcionar opciones al presidente y que cualquier decisión será tomada exclusivamente a nivel presidencial. “La mayor parte de lo que puedo o debo decir se reservaría para un entorno clasificado”, explicó a los legisladores, en una audiencia que luego continuó a puerta cerrada.
Desde Teherán, la respuesta no se hizo esperar. El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, advirtió que cualquier intervención estadounidense tendrá “daños irreparables”. En una declaración televisada, afirmó que «la nación iraní no se rendirá» y subrayó que “los iraníes no responden bien al lenguaje de las amenazas”. También lanzó una advertencia a Israel por sus recientes acciones militares: “Ha cometido un gran error y será castigado por ello”.
Irán, de hecho, ha activado protocolos de defensa y tiene misiles listos para atacar bases estadounidenses en Medio Oriente si Washington decide intervenir directamente. Además, el riesgo de una escalada regional es inminente: una acción de EE. UU. podría provocar la reanudación de los ataques hutíes en el mar Rojo y ataques por parte de milicias proiraníes en Irak y Siria contra posiciones estadounidenses.
Lo que queda claro es que, más allá de sus evasivas, Trump está dejando la puerta abierta a una escalada bélica de alto riesgo. Sus declaraciones no descartan nada, y su respaldo tácito a Netanyahu siembra dudas sobre si su gobierno busca mantener la presión diplomática o prepara el terreno para una intervención militar directa.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF
Puede ser pero no. Is un psicopata
Las personas dementes como él, por momentos no recuerdan sus propios pensamientos o acciones . No es que no quiera decirlo, ni siquiera lo recuerda. Lo que explica sus reiteradas marchas y contramarchas propias de una persona con patologias psiquiatricas.
Hay que sacarlos urgente antes que sea tarde y nuestro idioma sea el idish
UES que va a hacer, mandar invadir. No le importa la vida de sus propios soldados, solo vender armas
No se puede esperar otra cosa de un psicópata.
ESTE LOCO SE CREE DUEÑO DEL MUNDO…DEBEN COLOCARLE BOZAL
Los traicioneros son así, y más los bipolares y atracadores
Síndrome de la Chimoltrufia.
Y el presidente Milei ya manda apoyo Recorta todo en salud, educación, ciencia para meter a un pueblo pacífico en guerra