Las clases de Inteligencia emocional y de gestión de las emociones son mucho más divertidas cuando la imparte una perrita

La clase es mucho más divertida cuando la imparte una perrita. Es lo que pensaron ayer los niños de Infantil del Colegio Santa Olaya cuando recibieron a primera hora de la mañana en sus aulas a una peculiar y peluda maestra, la golden retriever Danka, con quien “estudian” a lo largo de cuatro sesiones la inteligencia emocional y la gestión de las emociones.
Se trata de “ayudarlos a reconocer a través del animal diferentes situaciones, lo que resulta mucho más fácil con los perros porque ayudan a los niños a mantener la concentración, el aspecto lúdico y motivador es muy importante”, sostiene Óscar Bueno, gerente de la asociación Entrecanes y encargado ayer de coordinar la actividad con los niños más pequeños del colegio.

El objetivo es el de “incrementar el éxito escolar haciendo hincapié en la inclusión de todos los alumnos”, algo que se contempla en el Contrato Programa de la Consejería, tal y como explica la directora del Santa Olaya, Rocío Paz.

Los niños aún disfrutarán de otras dos sesiones acompañados con el can, y todo ello se completa con una reordenación de los espacios del colegio dentro de una nueva estrategia de aprendizaje. Así, “intentamos reordenar de manera innovadora el centro para lograr un modelo educativo más inclusivo, equitativo y de más calidad”, apunta la directora, toda vez que “está comprobado que el ambiente acogedor e inspirador mejora el confort escolar y los resultados de aprendizaje”. Por ello, han transformado la biblioteca, incorporando un “aula futura”, donde los alumnos aprenderán a través de la indagación e investigación de los contenidos que se les plantean. En el proyecto están implicados todos los profesores del centro, que han ayudado a remodelar y decorar el espacio.

Otra clase con un invitado de 4Patas

Cada vez se conoce más historias que involucran a los perros en procesos educativos, laborales y terapéuticos. En este caso, la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), contó con la participación de Marqués, un golden retriever, en las clases de Derecho que dicta la profesora y abogada, Sandra Páez, quien es docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas en esta institución.

Todo comenzó con el objetivo de encontrar un método que facilitara las clases sin perder la rigurosidad académica y que a su vez, sirvieran para establecer una relación diferente con los estudiantes de noveno semestre. La profesora Sandra comenta que la meta era que sus alumnos se sintieran mejor y que “probablemente llegáramos a alcanzar un sentimiento de satisfacción entre todos a pesar de ser una jornada que se encontraría precedida por el estudio de un eje temático”.

“En la UNAB existe una apuesta rotunda por fomentar la creatividad en los docentes, y desde nosotros, trasladar esa motivación a los estudiantes. En ese orden, desde el Centro de creatividad, innovación y emprendimiento Unab Creative, liderado por el doctor César Darío Guerrero Santander, hemos emprendido diferentes caminos para mejorar nuestras experiencias pedagógicas”, explica la profesora.

Todo requirió de un proceso antes de implementarse, la profesora Sandra hizo bien la tarea y pasó por varias etapas que la llevaron exitosamente a la realización de su primera clase en compañía de un coequipero de 4Patas:

Primer paso: Estudiar modelos internacionales de inclusión de mascotas en los campus universitarios, algunos de los referentes fueron Harvard, Yale y Duke, en Estados Unidos, Dalhousie, Mc Gill, y Trinity Western en Canadá.

Segundo paso: Plantear un sello propio, que está en permanente evaluación y mejora con el objetivo de brindar un modelo mejor estructurado a los estudiantes.

Tercer paso: Presentación de la propuesta a los estudiantes y permitir que ellos decidan si querían participar en una clase diferente o no.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la decanatura de la facultad, los aplausos de las directivas de la universidad y la admiración de los profesores de otras facultades.

“Quisimos dejar abierta la puerta por si algún estudiante no se sentía cómodo, si prefería esperar a ver la experiencia desde lejos, o si no quería interactuar con un perrito en un aula de clase. La respuesta de aceptación fue del 98%”, agrega la profesora Sandra.

Para participar en la clase con Marqués, los estudiantes deben preparar un eje temático asignado con una semana de antelación. Antes de comenzar la sesión, ellos deben esperar afuera del aula de clase, lugar que previamente ha sido preparado con el espacio suficiente y música. Los estudiantes deben entrar después de Marqués, despacio uno a uno, se ordenan en dos equipos, y a partir de ese momento pueden interactuar con el perro.

Luego los estudiantes comienzan a resolver preguntas dirigidas en la clase entre los dos equipos. Aquí se destaca el componente del trabajo colaborativo, que demuestra el respeto y el reconocimiento del otro. “Mientras avanza la dinámica, los estudiantes juegan con Marqués, lo acarician, lo aprecian, lo reconocen, generando de esta manera un traspaso del respeto que inicialmente se dio entre ellos, hacia Marqués, en una identificación como ser sintiente”, indica la profesora.

Foto: UNAB.

¿Quién es Marqués?

Marqués es un golden retriever dorado, en esencia consentido, vive la profesora Sandra desde que tenía 4 meses, y ahora tiene 4 años. Vivieron un año los dos solos en Bogotá, pero ahora, viven en familia en Bucaramanga. “Es un integrante de la familia que nos vigoriza”, comenta Sandra.

Marqués va a una jornada de 1 hora y media, a cinco grupos en el semestre. Entra en acción con los estudiantes de una manera asombrosamente tranquila; sin conocerlos, se deja llevar, no les ladra, juega con ellos, permite que lo abracen, y cuando se cansa, se acuesta sin problema a su lado.

“Para los estudiantes es un referente de inquietud al principio, pero después, disfrutan y salen con una perspectiva más amplia, constatan por ellos mismos que sí es posible modificar las metodologías en las sesiones, y eso los acerca de manera diferente con la asignatura, con los seres sintientes, e indiscutiblemente, conmigo como docente”, indica con satisfacción la profesora.

Sandra comenta que en ninguna sesión se ha presentado alguna actitud irrespetuosa hacia Marqués, todos los estudiantes lo cuidan como si fuera su propio perro. Los estudiantes han aceptado metodologías nuevas con agrado. Ellos se inquietan porque llegará un perro al aula, pero es una conmoción positiva. Saben que no es una clase para jugar con Marqués y asumen que deben estudiar un eje temático que se evaluará.

“La evaluación de los ejes temáticos que se ha realizado en las clases con Marqués, nos ha permitido observar que los estudiantes llegan mejor preparados, y adicionalmente, la energía que se vive en esas sesiones es inspiradora”, agrega Páez.

Foto: UNAB.

Para concluir, estas son las recomendaciones de la profesora Sandra a quienes deseen implementar metodologías innovadoras en sus clases: “Lograr la alegría en los estudiantes universitarios, no es fácil, así que Marqués nos ha permitido tener sesiones que se disfruten. La recomendación es dejar abierta la puerta, que los estudiantes sean quienes decidan si quieren hacer una clase con una mascota”.

“A veces, puede ocurrir que uno como docente se sienta encantado con una metodología, y resulta que a los estudiantes no les agrada. En eso hay que intentar una y otra vez, hasta que en un momento dado, nuestros estudiantes y nosotros nos sintamos cómodos”, concluye Sandra Páez.

¿Quiéres ver cómo es una clase con Marqués? Aquí te presentamos el vídeo de la UNAB:

Golden Retriever, un peludo con inteligencia emocional

La inteligencia es la característica que mejor define a los Golden Retriever, los peludos que nacieron para regalarnos alegría y lealtad. Su capacidad para entender el entorno y expresar su amor por nosotros tiene que ver precisamente con su facilidad para sociabilizar y adaptarse al mundo (inteligencia emocional).

Acá te contamos las razones por las que esta raza de consentidos protagonizará los mejores momentos de tu vida.

  • Los ancestros de los Golden Retriever fueron criados desde el siglo XVII en Gran Bretaña, una época en la que estos peludos desarrollaron habilidades para la caza.
  • Es un consentido ideal para acompañar a los niños. El Golden Retriever tiene un carácter amistoso y tranquilo, lo que los hace los aliados ideales para los más pequeños de la casa.
  • -Les encanta el agua. El manto que protege su pelaje permite que los Golden Retriever disfruten de un buen chapuzón en la playa o el río.
  • -Es importante que estos peludos beban la cantidad de agua adecuada para mantener su melena sana, suave y reluciente.
  • -Son muy fáciles de adiestrar. Su inteligencia puede ser estimulada con un buen entrenamiento. Siempre que utilicemos el refuerzo positivo (y nunca el castigo), descubriremos resultados sorprendentes.
  • -Su sentido del olfato es muy agudo, por eso estos peludos son capaces de aprender a buscar objetos de todo tipo, ayudar en misiones de rescate y otras tareas de los cuerpos de seguridad.

Este contenido ha sido publicado originalmente por La nueva España, Semana y Dogourmet



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