[Pedro Fulleda] Tres categorías básicas para comprender la Lúdica: necesidad, actividad, placer…

A diferencia de la teoría hedonística de Sigmund Freud -la del placer sexual como el principio rector fundamental en la conducta humana-, aceptamos como elemento clave para la obtención del placer al desarrollo, que la Filosofía hace presente en todas las formas de existencia, tanto animadas como inanimadas, y tanto en el plano individual como en el social. La tendencia al desarrollo, como necesidad universal, rige todos los procesos naturales y sociales y es piedra angular de la existencia misma en la Naturaleza y en la sociedad.
La base del desarrollo, su factor generador, es el movimiento, entendido como actividad de transformación renovadora de lo simple a lo complejo, de las formas inferiores a las superiores, del paso de una cualidad a otra más perfeccionada. Esta manifestación filogénica del movimiento para las especies animales resulta fuente de evolución ontogénica, y por tanto mecanismo de inserción y adaptación en su entorno para los individuos pertenecientes a ellas, vía para la realización de sus necesidades de subsistencia y de desarrollo, y en consecuencia causa esencial de satisfacción y de obtención de placer.

De tal modo, tenemos ante nosotros tres categorías que condicionan el concepto de lo lúdico desde el punto de vista filogénico y ontogénico: la necesidad, la actividad y el placer. La necesidad lúdica es la inevitabilidad, la urgencia irresistible de ejecutar, bajo un impulso vital, acciones de forma libre y espontánea como manifestación del movimiento dialéctico en pos del desarrollo. La actividad lúdica es la acción misma, conscientemente dirigida a la liberación voluntaria del impulso vital generado por la necesidad. El placer lúdico es la satisfacción estimuladora del desarrollo, alcanzada durante la realización de la necesidad a través de su actividad peculiar, que en este caso es el acto lúdico.

La necesidad lúdica tiene carácter instintivo e innato. La actividad lúdica comienza con semejante motivación, con el juego denominado «funcional», pero pasa rápidamente a ser un producto social como resultado de la inserción del individuo en su medio. El placer lúdico es consecuencia de la imbricación de los factores individuales e instintivos generados por la necesidad, con los colectivos y sociales propiciados por la actividad, como resultado de lo cual podrá surgir un estado de realización, en caso positivo, o de frustración, en el negativo, con el consiguiente efecto estimulador o inhibidor en la personalidad.

La necesidad lúdica nunca pierde su carácter biológico e interno, aun cuando se verá influida por los factores sociales que propician su realización en el placer a través de la actividad. En ella radica la causalidad del fenómeno antropológico del juego, en tanto la actividad resulta expresión de la casualidad, cuya presencia no es forzosa y, como señala la Dialéctica, no surge de la naturaleza del objeto, es inestable, temporal, y su razón se halla en las condiciones y circunstancias externas. Tal como la casualidad complementa a la causalidad y es una forma de su manifestación, la actividad lúdica es la expresión de la necesidad biológica esencial de ejecutar acciones libres y espontáneas en aras de la obtención del placer por la vía del desarrollo.

De tal modo llegamos a la raíz de nuestro objeto de estudio, al identificar a la necesidad lúdica como su factor esencial y primigenio, derivado de la existencia misma del ser humano cual ente biológicamente activo, y por tanto poseedor de capacidad, o impulso vital, para actuar sobre sí mismo y sobre el medio que le circunda. La Lúdica es, por tanto, la concreción de ese vital impulso antropológico destinado a propiciar el desarrollo mediante la realización de acciones ejecutadas de forma libre y espontánea, presididas por el reconocimiento que hace el individuo sobre su propia y personal capacidad existencial, por lo que se relaciona con el más importante de los estados de ánimo que puede regir a los seres humanos: el del ejercicio de la libertad.

Esa es la piedra angular de la Lúdica, su elemento definitorio por excelencia. Lo que diferencia principalmente al juego del trabajo es que mientras este es heterocondicionado -o impuesto de forma obligatoria por normas dictadas más allá de la voluntad del hombre, que lo acepta por responder a su necesidad de subsistencia-, la actividad lúdica sólo podrá ser tal cuando resulte autocondicionada, o determinada por la propia voluntad, u obligación interior de los participantes en ella.

Semejante cualidad de libertad es la razón esencial que convierte al acto lúdico en un momento de desarrollo personal, cuando el ser humano pone espontáneamente en acción todas sus potencialidades en el plano físico, volitivo, moral, social, y en los demás aspectos que definen y condicionan su personalidad. Siendo el ser social una cualidad de la condición humana, semejante ejercicio de la libertad sólo puede interpretarse en el marco de intereses de la especie en su conjunto. El respeto por el derecho al ejercicio de la libertad en el marco social es, por consiguiente, la más importante razón existencial de la condición humana.

De tal modo, el impulso lúdico vital, que tiene su génesis en mecanismos innatos e individuales, biológicamente determinados, se convierte en fenómeno cultural cuando resulta herramienta para el desarrollo de la sociedad, conjugándose los procesos ontogénicos y filogénicos durante la concreción del acto lúdico.

Así alcanzamos a comprender al juego como un tipo sui géneris de actividad lúdica que garantiza la obtención del placer mediante la satisfacción de la necesidad de desarrollo, cual razón universal de la existencia, en condiciones de relajamiento de las tensiones impuestas por la inviolabilidad de la obligación, lo que equivale a decir: con pleno ejercicio de la libertad.

NOTA DE REDACCIÓN: La Web del Maestro CMF publica los textos originales de su autor, no necesariamente coincide con lo expuesto en el tema, no se hace responsable de las opiniones expresadas, y no promociona ningún producto, servicio, marca o empresa. Sugerimos a nuestros lectores conocer la identidad de la fuente o de su autor o autores, para tener mayores elementos de juicio y la pertinencia a su realidad educativa.


Autor:
Pedro Fulleda Bandera, nacido en Cuba y residente en Ecuador.
Licenciado en Comunicación Social, con experiencia laboral como periodista especializado en temas históricos y culturales. Se desempeñó como docente de especialización en el Instituto Superior de Cultura Física. Presidió la sección «Juego y Sociedad» de la Asociación de Pedagogos de Cuba. Ha impartido cursos y conferencias sobre lúdica y desarrollo humano en diversos países iberoamericanos.
Autor de artículos y libros sobre Ludología y temas de actualidad política y social.
Enlaces de interés: pedrofulleda.blogspot.com / wattpad.com
E-mail: [email protected]

.



Comparte este artículo
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También puede leer:





Se desactivó la función de seleccionar y copiar en esta página.