El profesor Gutmaro Gómez Bravo es un historiador español nacido en 1975. Es profesor titular de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid, donde dirige el Grupo de Investigación Complutense de la Guerra Civil y el Franquismo (GIGEFRA).
Su principal línea de investigación es la historia de la violencia política en España, con especial atención a la Guerra Civil Española y al franquismo. Ha publicado numerosos libros y artículos sobre estos temas, entre los que destacan:
- Crimen y castigo: cárceles, delito y violencia en la España del siglo XIX (2005)
- La redención de penas en España durante el franquismo (2007)
- La represión franquista en Madrid (2010)
- Verdugos impunes: los crímenes franquistas sin resolver (2017)
- A vida o muerte: la persecución de los republicanos españoles España-Europa (2018)
Gómez Bravo es un reconocido especialista en la historia de la represión franquista. Sus investigaciones han contribuido a visibilizar las víctimas de la dictadura y a denunciar la impunidad de los crímenes franquistas. Además de su labor académica, Gómez Bravo es un activo divulgador de la historia. Ha participado en numerosos programas de televisión y radio, y ha escrito artículos de opinión en medios de comunicación. En 2022, Gómez Bravo fue galardonado con el Premio Nacional de Historia por su obra Verdugos impunes.
En una entrevista concedida al portal El Mundo (España), el historiador y profesor universitario explicó que ha retomado la práctica de los exámenes tradicionales debido a su percepción de que «Mandar trabajos no sirve porque los alumnos usan ChatGPT«.
La lucha de un profesor contra la influencia de la inteligencia artificial en la educación
Gutmaro Gómez Bravo, un experimentado profesor titular de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense, ha enfrentado un dilema en su carrera educativa que refleja la creciente influencia de la inteligencia artificial en la forma en que los estudiantes abordan su aprendizaje y sus evaluaciones.
Con 17 años de experiencia en la enseñanza, Gómez Bravo se ha visto obligado a modificar su enfoque de evaluación debido a la evidencia de que muchos de sus estudiantes, incluyendo aquellos que se sientan en la primera fila del aula, utilizan ChatGPT para completar sus trabajos académicos. En esta entrevista, el profesor comparte sus reflexiones sobre este desafío y cómo está adaptando su enseñanza en respuesta.
He vuelto al examen tradicional, que creo que es un retroceso.
La era de la inteligencia artificial en la educación
Durante años, Gómez Bravo había asignado a sus estudiantes la tarea de leer libros de ensayo y de época, creyendo que la educación debe ir más allá de lo que el profesor pueda transmitir en el aula. Su método de evaluación consistía en que los estudiantes leyeran cuatro libros y luego escribieran trabajos que comentaran y analizaran estos libros, utilizando bibliografía adicional según fuera necesario. Sin embargo, el profesor se dio cuenta de que muchos estudiantes estaban recurriendo a la inteligencia artificial, específicamente a ChatGPT, para realizar sus trabajos. Algunos ni siquiera se tomaban la molestia de redactarlos, simplemente copiaban y pegaban capturas de pantalla generadas por la IA.
Este descubrimiento llevó a Gómez Bravo a tomar una decisión drástica: eliminar los trabajos y volver a los exámenes tradicionales. Para él, este cambio representa un retroceso en la educación, ya que obliga a los estudiantes a memorizar datos históricos en lugar de fomentar un pensamiento crítico y analítico.
El problema es que está sustituyendo la capacidad crítica de los alumnos.
La batalla contra la copia automatizada
Gómez Bravo admite que la copia siempre ha sido un problema, pero el uso de inteligencia artificial ha ampliado enormemente el alcance de este problema. Aproximadamente el 10% de su clase, incluso aquellos que se sientan en la primera fila, ahora recurre a la IA para completar sus tareas académicas. Aunque la universidad cuenta con herramientas como Turnitin para detectar el plagio, estas no son efectivas para identificar la copia generada por la inteligencia artificial.
El profesor ha desarrollado una perspicacia especial para detectar la copia generada por la IA, ya que tiende a seguir un patrón similar en términos de enfoque, secuencia y fuentes. La neutralidad y el lenguaje científico pretencioso a menudo delatan estos trabajos como producto de la IA. Gómez Bravo lamenta que muchos estudiantes no comprenden la gravedad de lo que están haciendo y no ven que está mal.
La lectura y la escritura se han quedado muy desplazadas.
El regreso a la enseñanza tradicional
Ante este panorama, Gómez Bravo ha decidido regresar a una forma más clásica de enseñanza. Ahora, él mismo se encargará de presentar los hechos históricos fundamentales en sus clases y, en lugar de requerir que los estudiantes lean los libros, los comentará en el aula. Los exámenes tradicionales serán la principal forma de evaluación, y los estudiantes deberán prepararse para responder preguntas sobre los libros y otros contenidos presentados en clase.
A pesar de esta transición, el profesor sigue creyendo en la importancia de utilizar la tecnología como un apoyo en la educación, siempre y cuando se utilice con moderación y se fomente el desarrollo de la capacidad crítica de los estudiantes. Además, destaca la necesidad de abordar la creciente brecha generacional en la relación de los estudiantes con la tecnología y el lenguaje, sin infantilizarlos, pero sin dejar que la educación se convierta en una mera prolongación de la enseñanza secundaria.
La culpa es nuestra. Si nosotros detectamos que está pasando esto, hay que hablarlo y abrir un debate, porque no puede ser que todo valga.
La educación en la era de la inteligencia artificial
La historia de Gutmaro Gómez Bravo destaca los desafíos que enfrenta la educación en la era de la inteligencia artificial. Si bien la tecnología puede ser una herramienta valiosa, su uso indebido puede erosionar la integridad académica y la capacidad de pensamiento crítico de los estudiantes. Los educadores, las instituciones educativas y la sociedad en general deben considerar cuidadosamente cómo incorporar la tecnología de manera efectiva en el aula y garantizar que la educación siga siendo un proceso que fomente el aprendizaje genuino y la reflexión crítica.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF