Maestros al servicio de la educación

Bernabé Tierno: Enseñemos a saber aprovechar los fracasos y no perder ni un instante en lamentaciones y derrotismo

“La esencia de la grandeza radica en la capacidad de optar por la propia realización personal en circunstancias en que otros optan por la locura”. (W. W. Dyer).
Abraham H. Maslow defiende que en cada ser humano actúan dos sistemas de fuerzas en su interior: el primero, que se aferra a la seguridad y a las posiciones defensivas, temeroso de la novedad y del riesgo, y que se inclina por el retroceso y la fijación en el pasado, maximiza los peligros y minimiza los atractivos.

El segundo impulsa al sujeto hacia el desarrollo, hacia el futuro, viviendo con plenitud el presente, orientado al funcionamiento pleno de sus capacidades, hacia la totalidad y unidad del yo, la autonomía y la confianza en las propias posibilidades. Maximiza los atractivos y minimiza los peligros. Es este segundo sistema que impulsa el desarrollo el que activa los diversos procesos que conducen a la persona a la autorrealización definitiva que ocupa todo el período de nuestra vida. Como bien dijo Kierkegaard, «el yo no es algo que es, sino algo que será. Es una tarea».

La autorrealización es, pues, el más ambicioso programa de desarrollo personal del ser humano. A medida que aumenta la seguridad y quedan satisfechas las necesidades básicas de alimento, amor, respeto, aprobación, autoestima, etcétera, se va poniendo en marcha el segundo sistema de fuerzas que activa el desarrollo, la salud psíquica y la autorrealización.

LÍDERES VS AGITADORES (04´ 04”)

EL INDIVIDUO MOTIVADO POR NECESIDADES BÁSICAS DE SEGURIDAD

“Las personas que se autorrealizan, aquellas que han llegado a un autonivel de madurez, salud y desarrollo, pueden enseñarnos tantas cosas, que casi parecen algunas veces una raza distinta de seres humanos” (Abraham H. Maslow).

“Si quieres algo bueno, búscalo en ti mismo”. (Epicteto).

La persona motivada por necesidades básicas de seguridad es casi por completo dependiente del exterior, ya que las necesidades de seguridad, pertenencia, relaciones amorosas, aprobación y respeto sólo pueden ser satisfechas desde fuera de la persona. Como acertadamente afirma Maslow, «quien se encuentra en situación de dependencia no puede decirse que dirija su propio destino o se autogobierne, debe ser sensible a la aprobación, afecto y buena voluntad de los demás. Está temeroso de su entorno, porque existe la posibilidad de que pueda fallarle».

El problema se agrava en la persona motivada por necesidades básicas, ya que la angustiosa dependencia en que vive genera frustración y hostilidad. La relativa satisfacción y seguridad le viene del entorno, de los demás, pero no de sí mismo, como le sucede a quien está motivado por necesidades de desarrollo.

La autorrealización no es un estado perfecto, irreal, supremo, acabado y sobrehumano, cuyo logro supone trascender los problemas de cada día que nos afectan a todos los mortales, sino un proceso dinámico que hace posible el desarrollo de la personalidad de manera gradual y constante hasta adquirir un mínimo de madurez que nos permite cierta habilidad y autoafirmación a la hora de enfrentarnos a los problemas reales, soportar y superar frustraciones, asumir las propias defi ciencias y vivir en un equilibrio y paz relativa con nosotros mismos.

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Quien únicamente está motivado por necesidades básicas de seguridad sólo disfruta en circunstancias muy especiales de triunfos, aciertos, suerte, éxitos y experiencias únicas. Pero la persona autorrealizada, motivada por necesidades del desarrollo, tiene la curiosa habilidad de «transformar las actividades medio en experiencias finales», como afirma de nuevo Maslow; es decir, que el caminar se convierte en un disfrute no menos intenso que la consecución de la meta deseada.

El individuo motivado por necesidades superiores o del desarrollo:

  • Es mucho más autosuficiente y su conducta se rige más por determinantes internos que por ambientales y sociales; importa más la opinión que tenga sobre sí mismo que la que puedan tener los demás. Sus deseos y propósitos, el motivo o porqué de su existencia son el verdadero motor de sus actos; de ahí su independencia y libertad psicológica frente a las presiones del ambiente.
  • Necesita menos la alabanza y el afecto, al tiempo que concede menos importancia a los honores, prestigio, halagos y recompensas.
  • Soporta con relativa calma y estoicismo las circunstancias externas adversas: tragedias, privaciones, dificultades, frustraciones, carencias...
  • No utiliza a los demás ni los chantajea. Los percibe de forma desinteresada y los admira por las cualidades objetivamente admirables con independencia de las alabanzas, reconocimiento y amor que reciba de esas mismas personas. Al otro le permite ser él mismo.
  • El respeto y la aceptación de sí mismo y de los demás es una constante.
  • Criterio propio, firme y claro, autonomía y libertad de juicio y clara resistencia a la indoctrinación y manipulación.
  • Comprensión, tolerancia, actitudes democráticas, propensión a defender al débil, perseguido o necesitado, altruismo, generosidad...
  • Naturalidad, espontaneidad y trato afable con todos, sea cual fuere su condición sociocultural, prestigio o fama.
  • Actitud mental positiva en cualquier situación, tratando siempre de encontrar alternativas, sea cual fuere la dificultad.
  • Aunque necesita recibir amor, está más dispuesto a proporcionarlo a los demás y puede pasar largos períodos de tiempo sin ser amado.
  • Vive intensamente el presente sin permitir interferencias negativas del pasado, ni que le inquiete el futuro.
  • Unicidad e individualidad acusadas y bien definidas en un yo único, fuerte, comprensivo, eficaz, bondadoso y disfrutador incansable hasta de lo más sencillo y cotidiano.
¿CÓMO PODEMOS FAVORECER LA AUTORREALIZACIÓN?

“Los mejores artistas son los que hacen una obra de arte de su propia vida”. (G. Mateu).

Es deber de padres y educadores poner los medios que permitan satisfacer las necesidades básicas de seguridad: alimento, amor, respeto, aprobación, autoestima, aceptación de sí mismo. Al obrar así, estamos favoreciendo la autorrealización como proceso dinámico que va configurando las estructuras del sujeto equilibrado, seguro de sí mismo y que ha encontrado un sentido a su existencia. [...] es deber de padres y educadores poner los medios que permitan satisfacer las necesidades básicas de seguridad: alimento, amor, respeto, aprobación, autoestima, aceptación de sí mismo. Al obrar así, estamos favoreciendo la autorrealización como proceso dinámico que va configurando las estructuras del sujeto equilibrado, seguro de sí mismo y que ha encontrado un sentido a su existencia. Los puntos que siguen han de ser tenidos en cuenta en el diseño de estrategias para la autorrealización, tanto del niño como de cualquier individuo que pretenda disfrutar de una verdadera madurez y salud psíquica.

  1. Hay que enseñar y contagiar la espontaneidad,el interés y la curiosidad por conocer y dominar bien el medio en que se vive. Que se sienta capaz, hábil y seguro de sí mismo y se autovalore.
  2. Los miedos y amenazas bloquean la mente y generan inseguridad; en consecuencia, son medidas antipedagógicas, siempre reprobables que han de ser sustituidas por actitudes y palabras esperanzadas, reforzantes y de aliento que les animen a ser capaces de correr riesgos.
  3. Conocer y saber conducen a obrar de manera espontánea. El conocimiento proporciona seguridad. Desarrollar las aptitudes de nuestros hijos, elevar su autoestima y sentimiento de competencia es propiciar la autorrealización.
  4. El conocimiento de las cosas y el aprendizaje en general han de resultar placenteros, agradables y divertidos para el ser humano desde los primeros años. Las experiencias de aprendizaje placenteras, además de proporcionarles seguridad, contribuirán a que se sienta impulsado a repetirlas una y otra vez, sin cansancio, hasta dominar la destreza o habilidad ejercida.
  5. El éxito obtenido por propios méritos servirá de acicate para avanzar hacia tareas, experimentos y aprendizajes más complicados, y la superación de dificultades crecientes, pero salvables, reforzará las conductas positivas, de esfuerzo y de riesgo prudencial.
  6. Toda experiencia gratificante y reforzante para el sujeto es un paso más hacia la autoestima y, en consecuencia, conduce a la plena autorrealización, pues potencia los sentimientos de autonomía, capacidad, dominio y autosuficiencia.
  7. Es fundamental estar en contacto frecuente con personas autorrealizadas que enseñen y contagien con su ejemplo valores positivos como la amabilidad, la serenidad, la bondad, la creatividad, la autenticidad, la alegría de vivir, la confianza en las propias capacidades...
  8. La prueba más clara de que un niño goza de buena salud psíquica y camina seguro hacia la autorrealización nos la ofrece el propio niño, si se siente verdaderamente feliz y disfruta desarrollándose y adquiriendo nuevas habilidades y destrezas.
  9. La ira, la hostilidad y la violencia incapacitan para la autorrealización; por eso importa tanto procurar que el niño lleve una existencia pacífica. Las peleas, discutas, descalificaciones y actitudes desconsideradas que se viven en el hogar dejan profundas cicatrices psicológicas en el hijo, que aprenderá a resolver sus diferencias con los demás empleando las mismas tácticas observadas en los mayores.

Artículo recomendado:

RADIOGRAFÍA DE LA PERSONA AUTORREALIZADA, MADURA Y FELIZ

“El individuo que se autorrealiza es mucho menos dependiente, mucho más autónomo y autodirigido”. (A. H. Maslow).

  1. Es autosuficiente, se siente entusiasmada consigo misma y no le preocupa el rechazo de los demás.
  2. No teme a lo desconocido, admite los cambios de buen grado y saca el máximo provecho a los fracasos, que sabe capitalizar para lograr mayores éxitos.
  3. Encuentra un sentido a su existencia, guiándose de los propios sentimientos y criterio interior. Es él mismo quien a cada instante elige ser lo que es y hacer lo que hace.
  4. No pierde el tiempo en lamentaciones inútiles ni culpa a los demás de sus propios fracasos.
  5. Ha aprendido a pensar en positivo y no permite que las preocupaciones y pensamientos angustiosos inhiban su capacidad de acción, es inmune a los celos y al qué dirán. Se alegra del éxito de los demás y rechaza la competitividad y las comparaciones.
  6. Se mantiene en serenidad y calma tanto exterior como interiormente. Su trato, su compañía, su presencia, transmiten una clara sensación de paz y bienestar.
  7. Utiliza el pasado sólo en la medida en que le puede servir para vivir con más plenitud y felicidad el presente, y piensa en el futuro como próximos momentos presentes que vivirá y disfrutará plenamente cuando lleguen.
  8. Cuida su cuerpo y se esfuerza por mantenerlo vigoroso, ágil y sano. La salud física favorece la salud mental y psíquica, la alegría y el sentido del humor. Desdramatiza y trata de ver siempre el lado bueno en las situaciones más problemáticas.
  9. Cree en el ser humano, comprende sus miserias e intenta descubrir en el interior de cada uno sus virtudes ocultas, su riqueza interior más preciada, sus valores. Sabe que por si mismo no puede acabar con el odio, la violencia, el hambre, la injusticia social y demás plagas que azotan a la humanidad, pero entrega su vida, su tiempo y sus ilusiones con tal calor y dedicación como si en sus manos estuviera el lograrlo.
  10. Está motivado y alentado por los valores humanos más altos y de rango superior, en su constante búsqueda de la verdad, la justicia, la generosidad, la bondad y la belleza.

LA AUTORREALIZACIÓN COMIENZA EN LOS PRIMEROS AÑOS DE LA VIDA

“El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de la su vida”. (Víctor E. Frankl).

Tenemos la oportunidad de servir de modelos a nuestros hijos y formarles en el respeto por la libertad y la independencia, enseñándoles a comprender su misión y a vivir según los valores que hacen posible la plena autorrealización. Desde los primeros años de la existencia debemos alentar la sensación y el deseo de tener un objetivo, un proyecto de vida, un porqué para vivir que les acompañe a lo largo de toda la edad adulta.

Las sugerencias y consejos que se ofrecen a continuación pueden servirnos a padres y educadores para ayudar a nuestros hijos y educandos. sea cual sea su edad, a satisfacer las necesidades de rango superior de que venimos hablando. En la medida en que adopten los comportamientos superiores y los conviertan en actitud, serán personas con un proyecto de vida, autorrealizadas y maduras. Pero vayamos ya a esas valiosas sugerencias educativas.

  1. Para que tu hijo aprenda a ser él mismo, permítele tanta libertad cuanta sea posible con arreglo a su edad y que sea capaz de tener decisiones propias y elegir entre varias opciones, siempre que no peligre su seguridad.
  2. La naturaleza está plagada de vida y de enseñanzas. Pon a tu hijo en contacto con los animales, las plantas y los fenómenos naturales. Que disfrute del sol y de la lluvia. del valle, de la montaña y del arroyo y llene todo su ser de naturaleza y de vida.
  3. Transmite a tus hijos la certeza de que jamás está todo perdido, que siempre hay alternativas y que se logra el éxito en la medida en que sabemos aprovechar los fracasos y no perdemos ni un instante en lamentaciones y derrotismo.
  4. Elogia y alienta todas las buenas acciones más o menos meritorias de cada día y enseña a tus hijos a felicitarse y sentirse dichosos tras cada esfuerzo y conducta positiva. El niño que comparte hoy sus juguetes con otros niños o que se atreve a defender a un compañero maltratado, es el hombre del mañana cuyo proyecto de vida será hacer el bien a los demás.
  5. Enseña a tus hijos el autocontrol y dominio de sí mismos con tu ejemplo. Cada vez que vengan a ti llenos de ira, con conductas violentas o caprichosas, niégate a entablar discusión alguna con estas palabras:

«Sólo cuando estés calmado y tranquilo, podremos hablar y entendernos. Jamás hablaré contigo si no estás sereno y dispuesto a respetarme como yo te respeto.» A los niños pequeños invítales a retirarse a su habitación mientras se calman sus nervios y se tranquilizan. No admitas el diálogo, si no es con serenidad, respeto mutuo y modales civilizados.

  1. Comenta con tus hijos la belleza de las buenas acciones, habla con ellos de los valores y de la necesidad de cultivar las necesidades superiores de bondad. belleza, verdad, amabilidad y de cómo se puede encontrar la auténtica felicidad disfrutando cada día haciendo el bien y realizando el propio proyecto de vida.
  2. Somos lo que son nuestros pensamientos. Enseña con tus actitudes y tu vida a tus hijos a pensar siempre de manera positiva y esperanzada. Como dice O. S. Marden, «el pensamiento recto y placentero es germen de salud y prosperidad y factor de éxito».
  3. Enséñales a sentirse orgullosos de si mismos, por ser únicos e irrepetibles. Que respeten su propia individualidad y a prendan a tener criterio de personalidad, a salir de la manada y tomar sus propios derroteros.
  4. La paz consigo mismo no tiene precio. Cada uno de nosotros, por ser personas, somos más importantes que todas las cosas por valiosas que sean. Que nuestros hijos aprendan que las personas siempre son más importantes que las cosas.
  5. No permitas a tus hijos que les sea rentable manipularte, sacarte de quicio, chantajearte, obligarte a castigarles o a responderles con actos violentos. Ignóralos cuando así se comporten, apártate, tómate tu tiempo y responde siempre con una actitud equilibrada, con calma y dominio de la situación.
  6. Jamás mientas a tus hijos. Sé veraz y auténtico y alábales siempre por ser sinceros, por decir la verdad, aunque las circunstancias no les sean favorables, por haber elegido ser fieles a sí mismos.
  7. Reduce al mínimo el número de exigencias, mandatos y normas. No les agobies ni atosigues constantemente. Permíteles aprender por sí mismos de sus propias experiencias.
  8. Enséñales a ser generosos y altruistas, a olvidarse un poco de sí mismos y pensar en los demás, a dar de lo que les sobra, a compartir lo que tienen, a ayudar a los más necesitados en alegre actitud de servicio.
  9. Respeta su intimidad, sus cosas, su mesa de estudio, su correspondencia... y enséñales a respetar a los demás y su intimidad.

Publicación muy recomendada:

EDUCAR PARA LA AUTORREALIZACIÓN

“Toda gran marcha empieza con un primer paso” (Prov. Chino)

Como dice Dyer, no sólo se trata de enseñar al niño a hacerle frente a la vida, a llevarse bien con el medio ambiente; hay que enseñarle, además, a crearse su propia vida». Es necesario que el niño cultive en su mundo interior necesidades superiores como la verdad, la bondad, etc.

A medida que el niño aprende a olvidarse de sí mismo y comienza a pensar en los demás, crece más y más en su interior el deseo de ser y sentir la verdad, la bondad, belleza, amor y espiritualidad.

Conforme se avanza hacia la cima de la autorrealización en el propio proyecto personal que ocupará toda nuestra vida, deseamos más contribuir a la noble tarea de hacer del mundo un lugar más hermoso, cálido y humano para todos; dejan de inquietarnos las necesidades materiales y de seguridad y nos entregamos a satisfacer las necesidades de rango superior a que acabamos de referirnos.

Educar para la autorrealización, en definitiva, es enseñar a la persona que para serlo todo (verdad, bondad, belleza y espiritualidad) tiene que aprender a dejar de buscarlo todo de forma inquietante. Por eso siguen plenamente vigentes las palabras de Epicteto: «Si quieres algo bueno, búscalo en ti mismo». La verdad no es algo que yo descubro, es algo que vivo, al igual que la bondad, la belleza y la espiritualidad son formas de ser, sentir y vivir”.

Por motivos únicamente educativos y de formación permanente compartimos esta publicación. En las redes puede Usted encontrar enlaces que ofrecen descargas PDF (gratuitas) de esta obra del profesor Tierno. Nuestra Fuente es:  VALORES HUMANOS (pág. 69-74).

Dejamos constancia, que nos hemos permitido intercalar enlaces relevantes y un video para identificar los líderes de los agitadores, que tanto daño hacen al desarrollo limpio y sano de la autorrealización de los niños y jóvenes (y de algunos adultos); así mismo indicamos que algunas de las letras en negritas y cursivas, son nuestras. Con este recurso deseamos escuchar al profesor Tierno, y sobre todo reflexionar con quien nos sugiere que “una lectura sosegada que facilite tu aprendizaje hacia el equilibrio psicofísico y hacia una profunda paz interior, de la que te sentirás cada vez más pleno, a medida que te adentres en sus páginas. Toda la obra pretende ayudarte a saber vivir y a ser feliz”.

Esta publicación pertenece a la SERIE SOBRE LOS VALORES, LA EDUCACION Y LA DOCENCIA

“Educar para la amabilidad no es otra cosa que educar para la empatía, el amor a los demás, la cordialidad, las buenas formas y, en definitiva, para vivir mejor y más en paz con uno mismo y con los demás”.

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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