En el pasado, como padres, temíamos perder a nuestros hijos en ríos, matorrales o mares, pero en la actualidad enfrentamos una amenaza diferente y silenciosa. Hoy en día, estamos perdiendo a nuestros hijos dentro de sus propias habitaciones.
Antes, cuando jugaban en los patios, podíamos escuchar sus voces y sumergirnos en sus fantasías, lo que nos permitía comprender lo que pasaba por sus mentes, incluso a distancia. Sin embargo, con la presencia de la tecnología en cada rincón de nuestras vidas, esto ha cambiado drásticamente.
En el pasado, no había televisores en cada habitación ni dispositivos electrónicos en sus manos. Pero ahora, lamentablemente, ya no escuchamos sus voces ni entendemos sus pensamientos. Los niños se encierran en sus cuartos, con auriculares puestos, construyendo su propio conocimiento y sumergiéndose en un mundo tecnológico desconocido para nosotros. Erróneamente, creemos que están seguros dentro de sus habitaciones, pero nuestra inmadurez nos engaña.
Dentro de esas habitaciones, nuestros hijos se exponen a peligros que no siempre conocemos. Las drogas, las conversaciones con malas compañías y la pornografía se entrelazan en un mundo de fantasía. Sin embargo, el mayor daño recae en su identidad familiar. Se convierten en una amalgama de influencias y experiencias sin que los padres siempre tengan conocimiento de quiénes son realmente.
Hoy, al leer este texto, tienes la oportunidad de reflexionar y compartirlo con tus amigos. Sin embargo, la pregunta fundamental sigue siendo: ¿podremos rescatar a nuestros hijos? Invito a todos a sacar a sus hijos de las habitaciones, alejarlos de las tabletas, los celulares, los ordenadores y los auriculares. Te animo a comprar juegos de mesa y tableros, a tener a tus hijos a tu lado al menos dos días a la semana, más allá del sábado y el domingo, en tu propia habitación.
Juega y diviértete con ellos. Escucha sus voces y sus palabras. Ellos nos están hablando desde su mundo encerrado y silencioso. Como padres, es nuestra responsabilidad abrir las puertas de la comunicación y el entendimiento. Rescatemos a nuestros hijos de ese aislamiento tecnológico y volvamos a construir relaciones sólidas y significativas con ellos. Es hora de que los niños crezcan seguros y fuertes, tomando decisiones moralmente correctas y en línea con los valores familiares.
Reflexiona sobre estas palabras y toma acción para recuperar la conexión perdida con tus hijos. El futuro de ellos está en juego, y solo a través de un compromiso real y presencial podremos ayudarles a encontrar su verdadera identidad y formarlos como individuos íntegros y felices.
A continuación le dejamos la siguiente reflexión de la Psicopedagoga Cassiana Tardivo, esperamos que sea de utilidad y ayuda familiar.
¡Los hijos mueren en su cuarto!
Antes perdíamos hijos en los ríos, en los matorrales, en los mares, ¡hoy los hemos perdido dentro de su habitación!
Cuando jugaban en los patios oíamos sus voces, escuchábamos sus fantasías y al oírlos, a la distancia, sabíamos lo que pasaba en sus mentes.
Cuando entraban en casa no existía una TV en cada habitación, ni dispositivos electrónicos en sus manos.
Hoy no escuchamos sus voces, no oímos sus pensamientos. Los niños están allí, dentro de sus habitaciones, y por eso pensamos que están seguros. Cuánta inmadurez la nuestra!!!
Ahora se quedan con sus auriculares, encerrados en sus mundos, construyendo sus saberes sin que sepamos lo que es…
Perdiendo literalmente la vida, aún vivos en cuerpos, pero muertos en sus relaciones con sus padres, encerrados en un mundo de Tecnología que en nada contribuye a la formación de niños seguros y fuertes para tomar decisiones moralmente correctas y de acuerdo con sus valores familiares.
Dentro de sus habitaciones perdemos a nuestros hijos con las drogas, las conversaciones con malos amigos, la pornografía, inmersos en un mundo de fantasía. Muertos de su identidad familiar…
Se convierten en una mezcla de todo aquello por lo que han sido influenciados y los padres no siempre saben lo que sus hijos son.
Usted hoy pueden leer ese texto y enviarlo a los amigos; pero, podrán rescatar a sus hijos?… Puede ver en él verdades y reflexionar. Todo esto será excelente.
Pero como Psicopedagoga he visto tantas familias enfermas con hijos muertos dentro de la habitación, entonces te hago una invitación y, por favor acepte!
*Te invito a sacar a tu hijo de la habitación, de la tableta, del celular, del ordenador, del auricular, te invito a comprar juegos de mesa, tableros y tener hijos en la sala, a tu lado por lo menos 2 días establecidos en tu habitación semana a noche (más allá del sábado y del domingo).*
Y juegue, diviértete con ellos, escucha las voces, las palabras, los pensamientos y que tengas la gran oportunidad de tenerlos vivos, «dando trabajo» y que ellos aprendan a vivir en familia, se sientan pertenecientes en el hogar para que no ¡necesiten aventurarse en esos juegos locos para sentirse alguien o tener un poco de adrenalina que antes tenían con las bromas en el patio!
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF
