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Eugenio Magdaleno: “Educar, entre la angustia y la esperanza” y siete bienaventuranzas para los educadores del siglo XXI

El Hermano Marista Eugenio Magdaleno, profesor de Letras, Teólogo y profesor de Literatura Francesa, dio la conferencia titulada: “Educar, entre la angustia y la esperanza”, orientada a padres de familia y profesores, desde el espacio de “Conferencias para la vida” de Radio María de Argentina.
Por motivos únicamente educativos pastorales compartimos el audio de su charla, en que el Hermano Eugenio nos pide a los educadores nunca dejarnos llevar por prejuicios, “no debemos catalogar”, porque los estudiantes “tienen una especie de intuición y saben bien quién los quiere, quién los adula y quién presume de ellos, y no confunden al adulador con el que exige llámese padre o profesor”.

También invita a los papás y los educadores,” que ven el día de mañana y dicen “esto es lo que te corresponde”, que no exijan a los estudiantes que miren el futuro, porque “al futuro lo entendemos la gente grande y a veces no tanto”. A pesar de “que hay malos vientos de educación hay que tener esperanza”. “Y la esperanza la fundamentamos en dos puntos: – uno filosófico y existencial: el hombre es libertad e inteligencia y en cualquier momento cambia, tanto para bien como para mal”.

De la plataforma virtual FMM EDUCACIÓN de Federico Martín Maglio, compartimos siete de las diez bienaventuranzas escritas por el Hermano Eugenio Magdaleno:

  1. Bienaventurado el educador que cree y ama su tiempo, su historia y su siglo, porque sembrará esperanza y optimismo.
  2. Bienaventurado el educador que descubre su tarea como misión, como vocación, porque sublimará los sinsabores de los magros sueldos y la incomprensión de la gente.
  3. Bienaventurado el educador, la educadora, que infunde amor a la tecnología educativa, fuerza del hoy, pero no olvida la ética, el culto de la verdad, el cultivo de la fe, las fuerzas de siempre, porque serán maestros de verdad.
  4. Bienaventurados los educadores que poseen un corazón sin fronteras, abierto al pluralismo étnico, religioso, social, político e intelectual; un corazón en el que quepan todos los niños y los jóvenes todos, porque serán cultores de la unidad.
  5. Bienaventurados los educadores que saben mirar al futuro, que creen en el cambio, que saborean lo nuevo, porque prolongarán su juventud.
  6. Bienaventurados los educadores que con humildad se acercan a los chicos, para compartir con ellos la soledad, la inseguridad, la tristeza porque serán padres de muchas sonrisas.
  7. Bienaventurado el educador, la educadora que, al estilo de los grandes pedagogos, no esperan que los tiempos sean buenos, sino hacen de los malos momentos, tiempos óptimos, porque serán constructores de la mejor educación.

“Tanto a padres como a docentes les dejo este mensaje, crean en los jóvenes, fórmenlos, exíjanlos y háblenles de optimismo, sino terminamos todos llorando. Es decir, aplicar una visión positiva porque la persona que trabaja, estudia y es responsable va a triunfar en la vida”.

Les sugerimos, para completar nuestra libre síntesis, ingresar a “EDUCAR, ENTRE LA ANGUSTIA Y LA ESPERANZA” (audio) y BIENAVENTURANZAS DE LOS EDUCADORES DEL SIGLO XXI.

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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