Motivos que te harán sentir orgullo de ser docente

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Sobran motivos para reconocer la labor docente, sin embargo, a veces el cansancio nubla nuestra vista y no nos permite ver lo valiosos e importantes que somos. Sin duda alguna, un buen docente lo es todo, puede inspirar, cambiar la vida de miles de alumnos, contagiar a sus colegas, contrarrestar el impacto de la condición social sobre el aprendizaje, y hacernos mejor personas.

Esta nota es un mimo para cada uno de los docentes que pasaron por nuestras vidas, espero que lo disfruten…

17 motivos que te harán sentir orgulloso de ser Maestro

Enseñan a amar.
Son un marco referencial imprescindible para la incorporación de un nuevo ser humano a la sociedad.
Son “acompañantes afectivos” y figuras de sostén para el alumno.
Promueven el aprendizaje por el descubrimiento, son facilitadores de ideas.
Fomentan la participación, cooperación y solidaridad.
Ayudan a los alumnos a ser más sensibles por las cosas y elementos del ambiente.
Transmiten valores, enseñan con el corazón.
Poseen mucha paciencia ante las ocurrencias de sus alumnos.
Adoptan la actitud democrática, antes que la autoritaria.
Promueven el aprendizaje comprensivo y significativo antes que el aprendizaje mecánico y repetitivo o de memoria.
Son dedicados en su profesión.
Se preocupan por sus alumnos como si fueran sus propios hijos.
Enseñan compartiendo expresiones de afecto, acompañando con la palabra.
Estimulan los procesos intelectuales creativos, la observación, el análisis, la imaginación, la fantasía y la solución de problemas.
Fomentan el desarrollo personal, social, y la alfabetización cultural.
Ayudan a superar los fracasos, incentivan al equilibrio y autocontrol emocional.
Siempre dan otra oportunidad a los que “no alcanzaron”.

100 razones para ser maestro o maestra

Porque siento que es mi verdadera vocación.
Porque siempre me gustó ser profesor.
Porque me gusta la sensación de hablar y que los niños y niñas me miren como si fuera un superhéroe.
Por el placer de enseñar y sentirme importante.
Para ofrecer a los alumnos lo que a mí me ha faltado en mi proceso educativo.
Para responder a las necesidades de los alumnos.
Porque me satisface ver a los alumnos cómo aprenden gracias a ti mismo.
Porque me gusta ayudarles personalmente, aparte de lo académico.
Por vocación. Siempre quise hacer Magisterio.
Por ser un trabajo dinámico y motivador.
Porque lo llevo queriendo hacer desde que tengo uso de razón.
Porque es mi mayor ilusión en la vida y me crea felicidad.
Por el estilo de vida que adquiere un maestro, tanto el nivel económico como las vacaciones.
Porque me gusta poder ser yo la que enseñe cosas a los niños y niñas.
Porque la enseñanza es el pilar de la sociedad.
Porque me es mucho más ameno que desempeñar cualquier otra tarea.
Para ver la evolución de los niños con dificultades y sentirme útil al ayudarles.
Para poder tener un futuro haciendo lo que me gusta.
Porque necesitamos luchar por una enseñanza de calidad.
Porque creo que es la herramienta que da igualdad de oportunidades, independientemente del origen social de cada uno.
Porque me parece uno de los trabajos más bonitos y gratificantes que hay.
Porque me encantan los niños.
Porque los niños y niñas son una parte de la sociedad, por la que se pueden empezar a cambiar los valores que transmitimos.
Porque el maestro puede aportar mucho, pero también recibe y crece como persona. La jornada laboral no es tan larga cuando haces algo que te gusta y te aporta.
Para hacer bien lo que conmigo no hicieron tan bien.
Porque me apasiona esa sensación que te queda al ver que puedes cambiar algo para mejor.
Porque desde que era pequeña he tenido claro que me gustaría ser maestra en el futuro.
Porque es una profesión que requiere trabajo y esfuerzo, pero también te conviertes en una persona importante para los niños.
Porque quiero compartir lo que sé, con otras personas.
Porque creo que la educación es algo fundamental para las personas y me gustaría intervenir en ese proceso formando personas educadas e inteligentes.
Porque creo que se puede mejorar la sociedad a través de la educación.
Porque es una profesión muy bonita y que hay que poner en alza.
Porque es una labor que permanece en el tiempo, a través del alumnado.
Porque creo que se puede favorecer un cambio social.
Porque, siendo especialista en Educación Física, espero colaborar en el desarrollo de hábitos saludables en mis alumnos.
Porque si has tenido un profesor bueno, te marca. Me gustaría que algún alumno tuviera ese concepto, tras mi paso por la enseñanza.
Para poder trabajar con personas puras (los niños y las niñas).
Para concienciar a las niñas y los niños de las cosas que están “escondidas” y no se muestran en clase.
Para enseñar lo que yo llevo dentro y transmitirlo siempre sin autoritarismo, con visión crítica.
Por la ilusión de iniciar un cambio en la sociedad, que nos da todo hecho y con unas directrices marcadas, sin ser conscientes de ello.
Porque me gusta pensar que con mi trabajo puedo ayudar a desarrollarse a los futuros adultos.
Porque me gusta ver cómo los niños avanzan y superan sus dificultades.
Porque creo que tenemos el “poder” de reformar la sociedad, a través de las nuevas generaciones.
Por vocación.
Porque es una carrera muy importante, ya que es la base de todo.
Por el placer de enseñar a los demás y aprender de ellos.
Para ampliar mi formación, mis conocimientos y vivir nuevas experiencias.
Para conocer gente interesante, abierta y divertida.
Para crear conciencia sobre las desigualdades existentes hoy en el mundo.
Porque la enseñanza es el primer motor para cambiar una sociedad enferma.
Porque siento que es una profesión muy bonita y entregada, además de ser una de las fundamentales.
Porque me gusta poder enseñar y ayudar a los niños para el futuro.
Porque trabajamos con niños en unas edades que –si lo haces bien- puede marcar su vida de una manera muy significativa.
Porque creo que trabajando en esta profesión nunca dejas de aprender. No solo enseñas, si no que los alumnos también te enseñan a ti.
Para mejorar la forma en la que nos han educado a nosotros y concederle prestigio a nuestra labor, ya que la educación es la base de cualquier sociedad.
Por la satisfacción que produce ver cómo nuestros alumnos superan las dificultades, formándolos de manera integral.
Para intentar que los errores que se cometieron conmigo, no vuelvan a cometerse.
Porque la sociedad y el futuro de la nación, dependen de la educación de los niños y niñas de hoy en día.
Porque es una manera de ayudar a cambiar el mundo, otorgando a los alumnos los conocimientos necesarios para entenderlo de forma justa para todos.
Porque me gustaría cambiar la forma en que se enseñan los contenidos.
Porque la interacción con los niños nos proporciona experiencias únicas y, para mí, muy gratificantes.
Porque me gusta transmitir conocimientos y nuevas experiencias.
Porque los niños son el futuro y el papel del maestro es muy importante a esas edades en las cuales sientan las bases de su personalidad.
Porque creo que es una profesión muy enriquecedora y satisfactoria.
Para formar a las personas, ya que la educación es la base de una buena convivencia en la sociedad.
Para enseñar todo lo que sabes y formar a personas que en el futuro tomarán tu relevo.
Porque la docencia es una labor que forma personas, forma personalidades que necesitan ayuda en su formación…
Porque considero que la Educación Primaria es un pilar fundamental del futuro de nuestra sociedad.
Porque con la educación es como crecemos más como personas.
Porque hay que darles a los niños las herramientas necesarias para que se conviertan en seres críticos con el mundo que les rodea y sus desigualdades.
Porque me gustaría ayudar a cambiar el modelo de enseñanza tradicional por otro que sea más provechoso.
Porque me parece un trabajo agradecido, aunque también exigente, en el que la rutina no tiene cabida, y eso me motiva.
Por la posibilidad de acceder a un puesto de trabajo fijo.
Porque esta profesión está infravalorada cuando, considero, que es de las más relevantes y realmente quiero contribuir a cambiar esa imagen.
Para formar futuros ciudadanos y trabajadores ejemplares.
Para que en el futuro valoren mi esfuerzo y se sientan orgullosos de haberme tenido como maestro.
Para transmitir a los niños el “gusto” por aprender.
Para potenciar y desarrollar las posibilidades de todos y cada uno de los niños; es decir, fomentar el principio de equidad en el aula.
Porque me gustaría que los alumnos y alumnas, cuando crezcan, echen la vista atrás y recuerden lo que les he enseñado, como algo útil en la vida.
Porque creo que la educación es algo muy importante y me gustaría formar parte de ella.
Porque me da la sensación de que esta profesión es de las pocas en las que no paras de aprender cosas abligatoria y gustosamente.
Para poner mi granito de arena en “Cambiar el mundo”. Creo que en este país llevamos un atraso importante en educación en valores y vivimos en una sociedad estresada, por culpa sobre todo, de no conocernos a nosotros y nosotras mismas.
Para vivir siempre la etapa de la niñez, aunque sea desde otro punto de vista.
Para intentar servir de ejemplo en algunos aspectos.
Porque quiero que los alumnos y las alumnas recuerden el colegio como una etapa feliz; en la que aprendieron y disfrutaron.
Porque desde pequeña sentía que sería mi profesión ideal.
Porque es una profesión que implica una gran dedicación.
Porque tenía claro que en el futuro quería dedicarme a algo que me hiciera feliz.
Porque creo que a la educación no se le da la importancia que se merece y quiero cambiar eso.
Porque podemos cambiar un poco la sociedad, dejando una mejor, a las próximas generaciones.
Porque me gusta enseñar temas desconocidos para ellos, de modo original.
Para tener un trabajo bueno y divertido como éste.
Para hacer una aportación, por pequeña que sea, a mejorar la sociedad en la que vivimos.
Para mí, Magisterio es de las carreras más importantes porque nuestro objetivo es formar a los niños y niñas. Sin maestras ni maestros y, por tanto, sin escuelas, estaríamos perdidos.
Porque la enseñanza primaria es básica para poder alcanzar los objetivos en el futuro y llevar una vida digna.
Porque considero que ser maestro es una satisfacción personal cuando haces bien tu trabajo y además, te gusta.
Porque siempre me ha parecido muy interesante la aportación de los niños y niñas al mundo.
Para sentir que formas parte de su formación en el futuro y de su “vida” en el presente.
Porque me gusta poder ayudar a los niños y niñas en el aprendizaje para la vida diaria.
Para mejorar yo como persona y que esa mejora influya en los que me rodean.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Brillante en la siguiente dirección: brillante.co

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