La comunidad educativa de Guatemala quedó consternada tras conocerse un hecho sin precedentes: una niña de 12 años apuñaló mortalmente a su docente, Pedro Enrique Herrera Tello, de 72 años, dentro de un aula de la Escuela Oficial Rural Mixta de la aldea El Combote, en Huehuetenango. El crimen ocurrió al término de la jornada escolar, cuando la menor —que no había asistido a clases ese día— ingresó al establecimiento con uniforme, se dirigió al profesor y lo atacó con dos cuchillos que llevaba escondidos en su mochila. Herrera fue trasladado al hospital, pero falleció horas después debido a las heridas.
¿Qué se sabe del caso?
Según el Ministerio Público, la niña le propinó al docente al menos ocho puñaladas en el hombro, el brazo y la ingle. Aunque las causas del ataque aún se investigan, se barajan dos principales hipótesis: una discusión por el bajo rendimiento académico y ausencias reiteradas de la alumna, o posibles antecedentes de acoso o maltrato que la menor habría sufrido, presuntamente por parte del profesor u otras personas.
El Ministerio de Educación suspendió las clases en el establecimiento como medida de contención y anunció el despliegue de apoyo psicológico para la comunidad educativa.
¿Qué ocurre legalmente con la menor?
Por disposición de la legislación guatemalteca, los menores de 12 años son considerados inimputables, es decir, no pueden ser procesados penalmente. La niña, bajo la custodia de la Procuraduría General de la Nación, fue sometida a evaluaciones médicas y psicológicas. Las autoridades buscan definir medidas de protección adecuadas, así como determinar su entorno familiar, emocional y escolar.
Este vacío legal, aunque necesario para proteger los derechos de la infancia, deja sin respuesta inmediata a un acto violento con consecuencias irreversibles. No se trata de buscar castigo, sino de comprender y atender con urgencia lo que subyace a una conducta extrema de este tipo.
Un entorno de abandono
Los informes revelan que la menor provenía de una familia desintegrada, vivía con su abuela y no contaba con adultos responsables que acudieran regularmente a la escuela para monitorear su rendimiento o bienestar. Incluso, cuando se entregaban víveres escolares, la niña llegaba sola.
Este entorno vulnerable plantea preguntas clave: ¿qué señales se pasaron por alto? ¿Qué sistemas de apoyo fallaron antes de que ocurriera esta tragedia? ¿Por qué una menor accedió a armas blancas sin que nadie lo notara?
Una edad crítica: adolescencia temprana
Desde el punto de vista psicológico, los 12 años son una etapa de transición conocida como adolescencia temprana. Es un momento de importantes cambios físicos, emocionales y cognitivos. La niña ya era capaz de razonar, anticipar consecuencias y actuar por motivaciones personales, pero también estaba expuesta a impulsos emocionales intensos, falta de regulación afectiva y posibles traumas no resueltos.
Psicólogos entrevistados en medios locales advierten que muchas señales de alerta —como el aislamiento, los cambios bruscos de comportamiento, el rechazo escolar o los síntomas de depresión— suelen normalizarse o ignorarse hasta que ocurre una tragedia.
¿Un hecho aislado o síntoma de una crisis más profunda?
Este caso no puede entenderse únicamente como un crimen individual. Es un síntoma grave de un sistema educativo y social que, en muchas ocasiones, no logra detectar ni prevenir los problemas emocionales, familiares o psicológicos que viven sus estudiantes. También es una llamada de atención sobre los niveles de violencia, abandono y desprotección que enfrentan miles de niños y adolescentes en el país.
La respuesta institucional debe ir más allá de la contención inmediata. Requiere políticas públicas sostenidas: más psicólogos y orientadores en las escuelas, protocolos de detección temprana de violencia intrafamiliar o abuso, y una red de protección efectiva para menores en riesgo.
Propuestas en discusión
Actualmente, en el Congreso de Guatemala se encuentra en trámite un proyecto de ley que busca imponer la presencia obligatoria de psicólogos y psiquiatras en los centros escolares. Además, se propone que los padres o tutores sean responsables de la asistencia escolar de sus hijos, con consecuencias legales en caso de negligencia. Este tipo de medidas podrían ayudar a evitar nuevas tragedias.
Sin embargo, la prevención no puede depender únicamente de leyes. La comunidad educativa, las familias, los servicios sociales y el Estado deben asumir un compromiso compartido por el bienestar integral de los niños y niñas.
Un duelo colectivo
La muerte de Pedro Enrique Herrera no solo deja un vacío en su familia y en la escuela donde enseñaba. Es también una herida abierta en la sociedad guatemalteca, que debe preguntarse cómo llegó una niña de 12 años a considerar la violencia como única salida. La respuesta no está en criminalizar la infancia, sino en protegerla mejor.
Como dijo una autoridad educativa tras el suceso: “No podemos volver a clases como si nada hubiera pasado. Este hecho nos obliga a intervenir, a reflexionar y a cuidar a todos los actores del sistema educativo”.
El duelo debe ser también un punto de partida para revisar, de forma honesta y urgente, el sistema de protección a la niñez en Guatemala. Porque cuando una menor es capaz de matar a su profesor, no solo ha fallado una niña: hemos fallado todos.
Redacción | Web del Maestro CMF







TANTA GENTE IDIOTA COMENTANDO ESTUPIDECES…. SÓLO FALTA UN JUEZ QUE CONDENE AL PROFE A CADENA PERPETUA…. QEPD
QUE TRISTE IMAGEN
DIOS DE FORTALEZA Y DERRAME AUN MAS BENDICIONES INFINITAS A ESTA FAMILIA Y A TODAS LAS FAMILIAS QUE CON SU TRABAJO Y AMOR AL SERVICIO INCONDICIONAL DAN Y DEJAN TODO
UNA FAMILIA MAS ENLUTADA
AÑOS DE TRABAJO QUE QUIENES TUVIERON LA DICHA DE SER PARTE DE ESAS SEMILLAS PLANTADAS LLENAS DE CONOCIMIENTOS Y EXPERIENCIAS LO LLEVARAN EN SU CORAZÓN POR SIEMPRE
ES UNA NOTICIA PREOCUPANTE
ELEVEMOS NUESTRAS ORACIONES
Y A LAS VOCES SILENCIADAS SE LE HAGA JUSTICIA
ADEMAS SER RECORDADAS Y NUNCA OLVIDADASMedia
Preguntemos que no estoy haciendo como padre que clase de hijos estamos creando hoy fue un maestro pregúntate cuando te toca a ti también
Primero saber la verdad antes de juzgar,
Asi es, ya no hay valores morales ni cristianos
Justicia para el maestro, y la niña no puede quedar impune de lo contrario estarían aplaudiendo la violencia hoy fue un maestro, esperemos que el día de mañana no sean sus padres
Irma Pucha yo también diría porque se dejó agarre a la matona y arrástrenla como se pudo dejar de una mal nacida que coraje yo me la como con ti patas 🥵🥵
Vuelva las reglas de antes obligatoriamente en el mundo, dónde el docente sea la máxima autoridad y el que le falta el respeto es falta grave y se les meta palo a los alumnos faltosos y malcriados.
En Guatemala. Menor/niña de 12 años. Algo pasó ahí. 🤦♀️
Esas películas ya muy feas q hacen.niños o.niñas.matando ya no deben hacerlas
Hernán Rafael García Ramírez los padres son los responsables del menor.
Y las autoridades dirán culpa del docente 😭😭😭que pena
Justicia para el maestro, que se vincule a proceso al violentador y si el argumento es que por ser menor de edad no se puede vincular, que se vincule a los padres.
Que agresivos inmediatamente una sanción ejemplar
Que está pasando en las escuelas!? Está situación ya es crítica