Alfred Nobel (1833-1896), manifestó su esperanza de producir un material o una máquina que tuviera un efecto tan devastador, que por miedo o temor nadie la use. Él nació en Suecia dentro de una familia de ingenieros, su padre fue fabricante de armas. Quizá movido por ese ambiente, empieza a investigar y experimentar hasta crear un explosivo novedoso en aquella época, la nitroglicerina. Tras vetarse en su país su nuevo invento por un accidente, vende la patente a otras naciones donde comienza a comercializarse.
Cinco años antes de morir declaró que sus fábricas pondrán fin a la guerra, porque el día en que dos ejércitos vean que pueden aniquilarse mutuamente en un segundo, seguramente retrocederán con horror y disolverán sus tropas: “Mi dinamita conducirá a la paz más pronto que mil convenciones mundiales. Tan pronto como los hombres se den cuenta de que, en un instante, ejércitos enteros pueden ser totalmente destruidos, seguramente pactarán una paz dorada». Pero sólo fue un deseo, pues intuyendo un mal uso comenzó a trabajar muy activamente en el fomento de la paz mundial.
Albert Einstein “hizo un paralelismo en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial con la situación de Nobel al afirmar que «Alfred Nobel inventó un explosivo más poderoso que cualquier conocido entonces – un medio sumamente eficaz para la destrucción- Para aliviar su conciencia, instituyó el premio a la promoción de la paz «.
TESTAMENTO DE ALFRED NOBEL
Los premios Nobel nacieron de la voluntad del científico e industrial sueco, a fin de distribuir cada año los frutos de su inmensa fortuna a personalidades que obraron en beneficio de la humanidad. El inventor de la dinamita formuló ese deseo en un testamento firmado en París en 1895, un año antes de su muerte en San Remo, Italia (Emol.com).
«El que suscribe, Alfred Bernhard Nobel, declaro por este medio tras profunda reflexión, que mi última voluntad respecto a los bienes que puedo legar tras mi muerte es la siguiente:
Se dispondrá como sigue de todo el remanente de la fortuna realizable que deje al morir: el capital, realizado en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyo interés se distribuirá anualmente como recompensa a los que, durante el año anterior, hubieran prestado a la humanidad los mayores servicios. El total se dividirá en cinco partes iguales, que se concederán: una a quien, en el ramo de las Ciencias Físicas, haya hecho el descubrimiento o invento más importante; otra a quien lo haya hecho en Química o introducido en ella el mejor perfeccionamiento; la tercera al autor del más importante descubrimiento en Fisiología o Medicina; la cuarta al que haya producido la obra literaria más notable en el sentido del idealismo; por último, la quinta parte a quien haya laborado más y mejor en la obra de la fraternidad de los pueblos, a favor de la supresión o reducción de los ejércitos permanentes, y en pro de la formación y propagación de Congresos de la Paz.
Los premios serán otorgados: los de Física y Química por la Academia Sueca de Ciencias; el de Fisiología o Medicina por el Instituto Carolino de Estocolmo; el de Literatura, por la Academia de Estocolmo; el de la obra de la Paz, por una comisión de cinco individuos que elegirá el Storthing noruego. Es mi voluntad expresa que en la concesión de los premios no se tenga en cuenta la nacionalidad, de manera que los obtengan los más dignos, sean o no escandinavos. Como ejecutores de estas disposiciones testamentarias designo al señor Ragnar Sohman, con domicilio en Befors, Verlandia, así como al señor Rudolf Lilljequist, con residencia en Malmskildnadsgatan 31, Estocolmo, y Bengtfors en las proximidades de Uddevalla.
A partir de ahora, es éste el único testamento con valor legal. Con él quedan sin efecto todas las disposiciones testamentarias anteriores que puedan aparecer después de mi muerte.»
París, 27 de noviembre de 1895.
INFOGRAFÍA (EL COMERCIO-Lima, Perú)
“A lo largo de sus 63 años de vida, Nobel registró 350 patentes y su nombre sigue presente en muchos frentes, como con el elemento químico Nobelio, el asteroide (6032) llamado Nobel o un cráter localizado en la cara oculta de la Luna sin contar los prestigiosos Premios Nobel que se iniciaron con una donación del propio Nobel por más de 30 millones de coronas (cerca de 4 millones de euros) (cf Muy Interesante).
Sugerimos la lectura de nuestra fuente principal: ALFRED NOBEL, CREADOR DE LA DINAMITA Y CON UNA PECULIAR VISIÓN DE LA PAZ.
Este premio no se puede conceder a título póstumo, y otorga unos 8 millones de coronas suecas (unos 958 mil de dólares, 855.000 euros)
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF