El académico esloveno Mihael Kovač, profesor del Departamento de Biblioteconomía, Ciencias de la Información y Estudios del Libro en la Universidad de Liubliana, alerta sobre el impacto de la tecnología en las habilidades lectoras y de concentración de las nuevas generaciones.
Firmante del Manifiesto Liubliana, Kovač destaca la relevancia de promover una lectura compleja y profunda para el desarrollo del pensamiento crítico y la empatía en una sociedad donde predomina el contenido digital.
Pregunta: ¿En qué consiste el Manifiesto Liubliana y cuál es su propósito?
Respuesta: El manifiesto es un llamado a promover la lectura de textos largos y complejos, que requieren atención y concentración para profundizar en conocimientos. Este tipo de lectura nos permite ampliar el vocabulario y adquirir estructuras gramaticales complejas, esenciales para el pensamiento crítico. Si solo conocemos palabras y conceptos básicos, nos limitamos y nos alejamos de la comprensión de sistemas complejos, lo cual es vital en un mundo que a menudo ofrece soluciones simplistas a problemas profundos.
¿Cuáles fueron las principales razones para crear este manifiesto?
El manifiesto surge de estudios que analizan cómo leemos en papel frente a pantallas. Encontramos que, incluso en jóvenes habituados a los dispositivos digitales, la lectura en papel favorece una mejor retención de la información y una concentración más profunda. La Declaración de Stavanger, por ejemplo, advierte a las autoridades educativas que la digitalización no resuelve todos los problemas y resalta la necesidad de recuperar el papel para mejorar habilidades lectoras.
¿Cuál es la meta que desean alcanzar con esta iniciativa?
Buscamos que los ministros de Educación también firmen este manifiesto, como ya lo hicieron varios ministros de Cultura. Nos inspira el caso de Suecia, donde se regresó al uso de libros en papel tras los resultados de PISA, que mostraron una correlación entre la comprensión lectora y el rendimiento en competencia digital. Es probable que los lectores asiduos de libros sean también mejores usuarios de tecnología, ya que la lectura desarrolla concentración e imaginación, cualidades necesarias para la competencia digital. Necesitamos equilibrar ambas herramientas, pues limitarse solo al papel o solo a lo digital sería un error.
¿Es contrario al uso de libros electrónicos?
En absoluto. Utilizo libros electrónicos para ciertos géneros, como novela policiaca o fantasía. Sin embargo, prefiero el papel para textos más complejos, ya que permite una lectura más reflexiva y sin tantas distracciones.
¿Qué efectos tienen las pantallas en el aprendizaje de los más jóvenes?
La lectura en libros nos entrena en la paciencia y la capacidad de concentrarnos en un solo tema durante un periodo extendido, mientras que las pantallas fomentan un cambio constante y una concentración breve. Me preocupa que si los niños usan dispositivos desde muy pequeños, puedan perder la capacidad de sentarse y reflexionar sin interrupciones. Por eso, creo que no es adecuado dar teléfonos inteligentes a niños muy pequeños.
¿Considera que deberíamos limitar el uso de ordenadores en las escuelas?
El uso de ordenadores puede ser positivo si se emplea con fines pedagógicos y bajo la supervisión docente. Sin embargo, en muchos casos, la entrega de dispositivos a los estudiantes ha acentuado las desigualdades, ya que no todos cuentan con apoyo en casa para aprovecharlos. En lugar de usarlos para aprender, algunos estudiantes terminan empleándolos para actividades poco productivas o incluso perjudiciales, como el ciberacoso.
¿Qué opina sobre la prohibición de los teléfonos móviles en las aulas?
Es una medida acertada. En mi país, las escuelas pueden prohibir su uso durante el horario escolar, y los resultados son positivos. Es comprensible que algunos padres quieran mantener el control sobre sus hijos, pero si el estudiante está en la escuela, esa preocupación debería relajarse.
En España, se observan dificultades de comprensión lectora. ¿Cuál podría ser la causa?
Este problema no es exclusivo de España; afecta a muchos países y debería ser motivo de alerta. Si los estudiantes no desarrollan habilidades lectoras sólidas, no solo les será difícil comprender problemas matemáticos, sino también procesar información compleja en general. Las causas pueden incluir la falta de un buen vocabulario y la presencia de textos digitales que fragmentan la atención. Sin embargo, para identificar con certeza los factores, se requiere un estudio profundo.
¿Qué propone para fomentar el hábito de la lectura en la población?
Así como en los años 40 se impulsaron campañas para reducir el tabaquismo o promover hábitos saludables, necesitamos campañas que expliquen los beneficios de la lectura. Si no leemos, perdemos habilidades para pensar críticamente y para empatizar con los demás.
Algunas personas consideran que leer no es una actividad placentera. ¿Qué opina?
Es cierto que leer exige más esfuerzo que ver videos en redes sociales, pero el esfuerzo vale la pena. La lectura es como un ejercicio; al principio cuesta, pero con práctica se vuelven posibles lecturas más complejas. Con el tiempo, existe una satisfacción en comprender temas profundos y resolver problemas complejos, ya sea en el ámbito social, político o ambiental.
¿Qué retos considera que enfrentaremos en el equilibrio entre tecnología y lectura?
El gran reto es integrar la inteligencia artificial y la tecnología con la sabiduría humana. Las máquinas pueden procesar información a gran velocidad, pero no tienen sabiduría. Nuestra meta como sociedad debe ser encontrar un equilibrio, aprovechar la tecnología sin renunciar a los beneficios de la lectura. Una civilización equilibrada entre libros y tecnología será más rica e interesante.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF