Maestros al servicio de la educación

Siete consejos para acompañar el crecimiento personal de los niños

Si bien, es verdad, que no todos nuestros estudiantes provienen de familias estables y perfectas, parece que coincidimos en que los profesores tenemos en los padres de familia el principal apoyo, para que la específica y singular tarea que desarrollamos en la escuela dentro de nuestro delimitado rol, logre el efecto de consolidar la educación integral de nuestros estudiantes. Muchos maestros y maestras también son padres de familia y por lo tanto el tema de saber cómo conducirse frente a los hijos, no les es distante.

Por la premisa anterior, compartimos (en parte y modificado libremente) el artículo publicado por El País (España) de Pilar Jericó, sobre el aporte de que han desarrollado la española Montserrat Morán Moreno, Diplomada en magisterio y la pedagoga social húngara Elizabeth Fodor, sobre cómo ayudar a los hijos en su desarrollo y disfrutar de esta parte de su vida.

María Montessori, ya dijo que nuestra tarea como padres de familia y/o como maestros “es que al niño hay que trasmitirle el sentimiento de ser capaz de actuar sin depender constantemente del adulto, para que con el tiempo sean curiosos y creativos, y aprendan a pensar por sí mismos”.

Las propuestas de Fodor y Morán las compartimos con fines únicamente educativos – pastorales. Las hemos resumido, por motivos de brevedad digital, a fin de que sea una posible ayuda para dialogar y reflexionar, los maestros, con los padres y madres de familia, incluso con nuestros estudiantes. Agreguemos que el recurso del diálogo sincero, nos ayuda mucho para comprender mejor la realidad de cada uno de nuestros estudiantes.

La propuesta es compartir y reflexionar sobres estos siete consejos con los padres  y madres de nuestros estudiantes:

1. NECESITAN CONOCERSE MEJOR.

El primer paso para gestionar algo es conocerlo. Por ello, se recomienda dedicar tiempo para el autorreflexión. Hacerse preguntas sobre qué está ocurriendo realmente en casa, buscar personas de confianza para conversar sobre ello y encontrar nuevos puntos de vista.

2. DAR RIENDA SUELTA A LA TERNURA.

El cariño y el afecto es el primer lenguaje con los hijos y el que se ha de mantener a lo largo de los años. La ternura significa desear que la otra persona esté bien y que cuenta con una protección. Los padres deben aprender a tratarse bien a sí mismos. Sin culpabilidad constante o en la autoexigencia, la ternura desaparece por arte de magia…

3. DEJAR LOS JUICIOS DE LADO.

Cada niño(a) será lo que quiera ser, no lo que sus padres se empeñen en que sean. No hay que compararlos continuamente con lo que les gustaría que fueran. Aceptar sin expectativas es dar la libertad para cada uno sea él mismo.

4. RECUPERAR EL VALOR DE LA LENTITUD:

Es necesario buscar recursos para entrenar la paciencia. Es difícil educar a golpe de Messenger, WhatsApp, Instagram, … con celulares o móviles que son una tentadora distracción para todos. Construir una relación sana exige paciencia.

5. UNA ESCUCHA ACTIVA.

A los pequeños, muchas veces cuesta escucharles con interés. Sus temas no siempre atrapan nuestra atención, pero si no lo practicamos, será más difícil que de mayores cuenten sus problemas. Es necesario preguntar con sinceridad y dar tiempo a las conversaciones.

6. JUGAR Y PENSAR EN POSITIVO.

Hay que retomar el juego, disfrutar, sacar esa parte infantil que se lleva dentro. Enseñar la forma de pensar amable, a no caer en el victimismo o pesimismo, que vacía de fuerza y de vitalidad, es muy importante en el desarrollo sano de los niños y jóvenes. “Comencemos a mirar el vaso medio lleno y a reírnos un poco más de nosotros mismos y de lo que nos rodea”.

7. ESTAR SIEMPRE ORIENTADOS AL APRENDIZAJE.

“… la vida no es solo esperar a que pase la tormenta, sino aprender a bailar bajo la lluvia”. Y esto lo conseguimos cuando encontramos el aprendizaje en aquello que no nos gusta y conseguimos reinventarnos a pesar de la dificultad. De este modo, les estaremos dando pistas para entrenar la resiliencia. Por tanto, pregúntate: ¿qué me está enseñando este acontecimiento ahora?”

Fodor y Morán nos dicen que, aunque se haga todo lo anterior, no estamos exentos de equivocaremos muchas veces, porque seguiremos siendo humanos; y es importante seguir creciendo.

El artículo completo, que recomendamos leer es: SIETE CLAVES PARA SER MEJOR PADRE O MADRE SIN MORIR EN EL INTENTO.

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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