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[LISBETH PIRE] CAMBIO EDUCATIVO DESDE LA PEDAGOGÍA DE LAS ARTES PLÁSTICAS

Cuando las artes plásticas sean consideradas por los sistemas educativos, como una disciplina del saber, generadora durante años de: contenidos y metodologías pedagógicas propias de los resultados de su teoría, técnicas y procesos, que la convierten además en una estrategia y recurso posible, para educar en docentes y estudiantes las emociones. Evidentemente, educar en y desde las artes plásticas a partir de una propuesta curricular real, fortalece el compromiso con la renovación pedagógica, desarrollando nuevas maneras de aprender, para lograr la reconstrucción social y ciudadana, desde la valoración de procesos y resultados, apreciando además la reflexión, la sensibilidad, los afectos, la creatividad y el pensamiento crítico.

En este sentido, las artes plásticas son un área del saber, una pedagogía para crear, que posee contenidos curriculares específicos, una disciplina del conocimiento estupenda para atender la diversidad en el aula. El impacto de las artes plásticas en la educación, se evidencia en su compromiso con la renovación pedagógica, innovando en conceptos como los de libertad, interés, espontaneidad, creatividad, experimentación, descubrimiento, expresión. En este contexto, organismos internacionales, como la UNESCO.

Siempre han destacado las potencialidades de la educación de las artes plásticas en otros ámbitos de la vida, como el desarrollo de valores ciudadanos, el aporte a la igualdad de género, la valoración de la diversidad, el conocimiento de la propia identidad cultural y la promoción del diálogo entre culturas; además de otros aspectos, como las dimensiones terapéuticas que puede alcanzar una experiencia con el arte.

[socialpug_tweet tweet=”Nuestro contexto educativo actual, aun se encuentra impregnado de la pedagogía dogmática, además de la violencia, pobreza, intolerancia, injusticia y desinterés…” display_tweet=”Nuestro contexto educativo actual, aun se encuentra impregnado de la pedagogía dogmática, además de la violencia, pobreza, intolerancia, injusticia y desinterés de estudiantes, docentes y comunidad; la realidad del país genera cada día una mayor desmotivación en los actores que hacen vida académica, profesional y laboral en Escuelas, Liceos y Universidades.”]

Con gran urgencia se requiere de un refrescamiento de la educación para poder avanzar y afrontar los retos y avances que promueven cada día en el mundo las sociedades del conocimiento. Elise Freinet afirma: «La escuela no debe desinteresarse de la formación en las artes de los niños y niñas, pues, esta formación no es sólo necesaria, sino imprescindible, sin ella no puede haber una formación auténticamente humana».

Indiscutiblemente, las artes plásticas ofrecen libertad y confianza didáctica a los docentes, relacionadas con su capacidad expresiva, afectiva y cognitiva; permiten desarrollar su espíritu de enseñanza democrático. Como educadores, debemos reconocer que liberar es permitir expresar, lo cual puede abrir el camino al respeto y la autonomía con sentido democrático. Además, no se trata solamente de preparar para el futuro, sino de vivir el presente, porque la vida es acción y sentido.


Autor:
Lisbeth Pire, ciudadana venezolana.
Experiencia laboral:
Licenciada en Artes Plásticas. Licenciada en Educación mención Artes Plásticas. Maestría en Gerencia Educativa. Doctorado en Ciencias de la Educación. 
Correo electrónico:
[email protected]
Cuenta de Instagram: pirecromia

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