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Cómo evaluar a un niño con síndrome de asperger

El síndrome de Asperger es uno de los trastornos del espectro autista (TEA). Aunque los síntomas se presentan a una edad temprana, el síndrome de Asperger se suele diagnosticar cuando el niño está en edad escolar. Tal como ocurre con otros trastornos del espectro autista, los científicos no saben exactamente qué causa el síndrome de Asperger, pero se conoce que el cerebro de alguien con esta afección funciona de forma diferente al de una persona que no la tiene.

Las personas con síndrome de Asperger tienen problemas con destrezas sociales, emocionales y de comunicación y además tienen conductas e intereses inusuales.

Los niños y adultos con el síndrome de Asperger podrían:

  • Tener problemas para comprender los sentimientos de otras personas o para expresar sus propios sentimientos.
  • Tener dificultades para entender el lenguaje corporal.
  • Evitar el contacto visual.
  • Desear estar solos; o querer interactuar pero no saber cómo hacerlo.
  • Tener intereses muy específicos, a veces obsesivos.
  • Hablar solo acerca de ellos mismos y de sus intereses.
  • Hablar de forma poco usual o con un tono de voz extraño.
  • Tener dificultad para hacer amigos.
  • Verse nerviosos en grupos sociales grandes.
  • Ser torpes o descuidados.
  • Tener rituales que se niegan a cambiar, como una rutina muy rígida para irse a dormir.
  • Realizar movimientos repetitivos o extraños.
  • Tener reacciones sensoriales poco comunes

Con el apoyo y los servicios adecuados, las personas con el síndrome de Asperger pueden mejorar la forma en que enfrentan y superan desafíos y pueden aprender a desarrollar sus fortalezas.

¿En qué se diferencia el síndrome de Asperger de otros trastornos del espectro autista?

Los niños con síndrome de Asperger no tienen retrasos del lenguaje, y por definición, tienen un coeficiente intelectual (medición de inteligencia) al mismo nivel o superior al de la mayoría de los niños. Los niños con otros trastornos del espectro autista pueden tener un retraso del lenguaje y un coeficiente intelectual de cualquier nivel.

¿Qué puedo hacer si creo que mi hijo tiene síndrome de Asperger?

Hable con el médico o la enfermera de su hijo. Si usted o su médico consideran que podría existir algún problema, pídale al doctor que remita a su hijo a un especialista, como un pediatra especializado en el desarrollo o un sicólogo. También hable con el maestro de su hijo o con el consejero de la escuela.

Su hijo podría beneficiarse de una capacitación intensiva de destrezas sociales en la escuela o la comunidad. Su hijo también podría necesitar terapia del habla para aprender cómo hablar con otras personas, o medicamentos, para ayudarle con la ansiedad y los problemas de atención. Otros tratamientos, como la terapia física y ocupacional también podrían ser útiles según las necesidades del niño.

Es muy importante empezar la intervención tan pronto sea posible para ayudar al niño a alcanzar su máximo potencial. ¡Actuar rápido puede hacer una gran diferencia!

CÓMO EVALUAR A UN NIÑO CON SÍNDROME DE ASPERGER

Es un trastorno del desarrollo cerebral muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1.000 niños de 7 a 16 años),  que tiene mayor incidencia en niños que niñas.

Que ha sido recientemente reconocido por la comunidad científica (Manual Estadístico de Diagnóstico de Trastornos Mentales  en su cuarta edición en 1994 de la Asociación Psiquiátrica Americana [DSM-4: Diagnostic and Statistical Manual]),  siendo desconocido el síndrome entre la población general e incluso por muchos profesionales.

La persona que lo presenta tiene un aspecto normal, capacidad normal de inteligencia, frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas,  pero tiene problemas para relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados.

La persona Asperger presenta un pensar distinto. Su pensar es lógico, concreto e hiperrealista. Su discapacidad no es evidente,  sólo se manifiesta al nivel de comportamientos sociales inadecuados proporcionándoles a ellos y sus familias.

Ellos luchan sin descanso, con la esperanza de conseguir un futuro más amable en el que puedan comprender el complejo mundo de los seres humanos y ser aceptados tal como son.

Compartimos con fines educativos pastorales la publicación del portal El Psicoasesor, creemos que la siguiente información es importante conocimiento para los docentes.

Cómo evaluar a un niño con Síndrome de Asperger

Es seguro que antes o después, nos encontraremos en algún momento con un niño con Síndrome de Asperger. Al inicio es normal que no sepamos aquello que le acontece, pero mientras empecemos a tener confianza con el niño lograremos ver avances.

Cómo evaluar a un niño con Síndrome de Asperger

Lo primero que debemos hacer para una evaluación es comenzar por pasarle alguna prueba de screening. Estas pruebas son pequeños test que puede completar cualquier persona del entorno del chico o chica. Es importante mencionar que estas pruebas no dan un diagnóstico ni sus resultados son concluyentes. Son solo un instrumento, con el que ir viendo si nuestras sospechas van bien encaminadas o por el contrario debemos pensar en otras hipótesis.

Las pruebas de screening habituales son las siguientes:

Para nivel infantil: Aunque algunos manuales recomiendan el M-CHAT, éste no es un buen instrumento para Síndrome de Asperger pues suelen pasarlo fácilmente.

Primaria: Escala Australiana de Gilbert
Secundaria: ASSQ (Cribaje para espectro autista)

Si estas pruebas nos indican que nuestras sospechas están fundamentadas, tendremos una referencia para poder dar el siguiente paso:

Hablar con la familia:

Es el más importante y a la vez delicado. Nunca es fácil decirles a unos padres que pensamos que su hijo tiene algún problema importante. Sin embargo, es absolutamente necesario que lo hagamos para poder iniciar el camino que llevará a atender al chico/a de la mejor manera posible.

Las reacciones de la familia pueden ser muy variadas, desde la negación y el enfado con el profesional que se lo comunica, hasta la rápida actuación y cierto alivio al ver que alguien empieza a poner nombre a sus preocupaciones. Es posible que necesiten un tiempo antes de ponerse manos a la obra o que lo hagan inmediatamente. Es un proceso complicado y que cada persona y familia realiza lo mejor que sabe. Nuestro papel es acompañarles en ese proceso, aconsejarles y orientarles, respetando siempre sus necesidades.

A partir de aquí, el siguiente paso es obtener un diagnóstico clínico profesional. Este será el diagnóstico que determine si existe una patología y de cuál se trata. Este diagnóstico se puede obtener acudiendo al psicólogo.

Los profesionales profesionales de la psicología cuentan con experiencia y formación en el manejo de las herramientas diagnósticas estandarizadas como el ADI-R o el ADOS-G, Pocos gabinetes privados suelen tenerlos, pero si los hay en las asociaciones de Asperger y de TEA  es mejor asistir a alguno de estos últimos.

Educativamente también será necesario iniciar el proceso de valoración psicopedagógica correspondiente, por el que se determinen cuáles son las necesidades concretas del alumno/a y sobre todo, cuáles son las actuaciones más adecuadas.

Ref: Asociación Sevillana de Síndrome de Asperger.

asperger

Este contenido ha sido publicado originalmente por El Psicoasesor en la siguiente dirección: elpsicoasesor.com

ENLACE DE LECTURA: PRUEBA: TEST INFANTIL DEL SÍNDROME DE ASPERGER (CAST) | PRIMARIA: ESCALA AUSTRALIANA DE GILBERG | SECUNDARIA: ASSQ (CRIBAJE PARA ESPECTRO AUTISTA)

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