Maestros al servicio de la educación

Educar requiere un máximo de paciencia, empatía, creatividad y amor por lo que haces

El comportamiento humano ha sido objeto de atenta consideración y estudio por parte de filósofos, pedagogos y psicólogos desde los tiempos antiguos, pero los más interesados en conocer y gestionar adecuadamente los “malos comportamientos” siempre serán los educadores: padres de familia y profesores.

Resolver los conflictos, como consecuencia de malos comportamientos, debe partir del presupuesto que las conductas siempre estarán en un proceso de ajuste, y que dura toda la vida.

Cuando el educador busca el cómo resolver un conflicto de comportamiento, puede quedarse (como los padres de familia) en encontrar la manera más adecuada, “sin ver ir más allá y tratar de entender por qué se provocó y qué está detrás de un mal comportamiento”.

El artículo de Olga Carmona, publicado El País (España), nos exhorta a trabajar en dos direcciones paralelamente: la intervención y la reflexión. Y se nos propone algunas habilidades a tener en cuenta:

  • Pedir cuente lo ocurrido y escuchar sin corregirle, sin juzgarle.
  • Si no es capaz de hacerlo (por edad, por falta de recursos lingüísticos, etc.), ayudarle a la reconstrucción de lo que ocurrió, con un lenguaje calmado.
  • Identificar la emoción que le llevó a hacerlo y lo que sintió después de haberlo hecho”.
  • Reconocer la emoción y darle importancia proporcionada.
  • Explicar cómo nos sentimos nosotros frente a su mal comportamiento.
  • Ayudarle a que se haga cargo de sus emociones.
  • Enseñarle la importancia de la empatía con ejemplos que le conecten con una emoción parecida.
  • Usar recursos de creatividad.
  • Estar vigilantes, atentos, y ser capaces de adelantarse a la situación, para prevenir un conflicto.
  • Enunciar frases en positivo.
  • Tener conciencia que el aprender, es un proceso que requiere paciencia y dependerá de cada persona.
  • Reconocer el esfuerzo cada intento. Volver a empezar, dar una nueva oportunidad, desde lo aprendido.
  • El sentido del humor es un maravilloso comodín a la hora de educar.
  • Solo aprendemos aquello que está asociado a una emoción. Entonces, tratemos de hacerlo en positivo.
  • Confiar, confiar, confiar… enviar mensajes emocionales de creer que será capaz de cambiar y de hacerlo mejor.
  • Necesita tu mirada
  • Recordarle lo hablado o volver a hablarlo las veces que hagan falta.
  • Es esencial también tomar conciencia de que esto no es una carrera de fondo.
  • Estamos enseñando comunicación emocional, estrategias de aprendizaje vital, recursos para preservar y construir la autoestima, poner los andamiajes del adulto feliz y pleno que pretendemos sea algún día.

Todas estas pautas, y otras que encontremos en nuestra experiencia docente, nos ayudarán a “conectarnos con la situación objetiva y valorar con suficiente distancia lo que de verdad ocurrió y hasta qué punto era tan importante”, y así poder intervenir como educadores, no como parte del problema. Este es un interesante recurso para trabajar con los padres de familia que “son educadores 24 horas al día, siete días a la semana”, y con los cuales debemos mantener una comunicación cercana, cordial y sincera; nosotros, los profesores, que somos una de las personas que más tiempo durante el día estamos con sus hijos.

¿Cómo lograr un estado de ánimo sereno y con ganas de construir, frente a un mal comportamiento? ¿Qué puede enseñar la educación emocional sobre el mal uso de la libertad y la alteración de la convivencia pacífica? ¿Qué opina Usted sobre estas pautas propuestas por Olga Carmona?

Le recomendamos completar e incrementar estas consideraciones leyendo EL SENTIDO DEL HUMOR ES UN COMODÍN FANTÁSTICO A LA HORA DE EDUCAR.

El arte de educar

La educación es una de las mayores necesidades, lujos y prioridad del ser humano, incluso desde tiempos antiguos. Dado que a través de las enseñanzas y el conocimiento se logra generar un cambio real en la población y lentamente en la sociedad.

Esto ocurre debido a que los maestros son la profesión con mayor importancia dentro de las sociedades del mundo. Ya que a través de ella, se logra educar e identificar los problemas morales, éticos, filosóficos, físicos, monetarios que existen en el mundo actual.

Con el objetivo de informar y dar a conocer las diferentes realidades que las personas alrededor del mundo experimentan. Al tiempo que incentivan, motivan y favorecen la búsqueda de soluciones y de nuevas alternativas de parte de sus estudiantes.

Esta ardua labor no solo busca transmitir el conocimiento, sino que busca siempre dejar un cambio moral y emocional en los alumnos. Al explicar mediante los ejemplos y convirtiéndose asimismo en un ejemplo viviente, del cual su estudiantes pueden tomar referencias para su futuro.

De ahí la importancia de la educación y de los maestros para la humanidad, ya que son las personas encargadas de educar y formar a las nuevas generaciones. Son seres llenos de conocimiento, anécdotas, memorias, recuerdos y vivencias, que sirven como reflexión y referencia para los más jóvenes.

Sin duda una labor, que en muchos países no se recompensa en base a su valor real, pero que nadie puede negar su importancia para la sociedad y para el ser humano.

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF

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ENLACE DE LECTURA: GUÍA PARA PROMOVER LA EMPATÍA Y LA INCLUSIÓN



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