El Aprendizaje Cooperativo: Su objetivo, su organización, tipos, el rol del docente y habilidades docentes

El Aprendizaje Cooperativo, una metodología educativa innovadora, se erige como un enfoque pedagógico que persigue transformar la dinámica tradicional del aula, promoviendo la colaboración entre estudiantes para alcanzar metas académicas compartidas. En este proceso, se organizan diversos tipos de actividades que fomentan la cooperación, donde el docente asume un papel crucial como facilitador del aprendizaje. Así, el Aprendizaje Cooperativo no solo se centra en el logro de objetivos académicos, sino que también cultiva habilidades sociales y cognitivas, desafiando al docente a desarrollar un conjunto específico de habilidades pedagógicas.

En esta breve introducción, exploraremos el objetivo fundamental del Aprendizaje Cooperativo, su organización, los diferentes tipos de actividades que lo componen, el rol esencial del docente en este contexto, así como las habilidades docentes requeridas para llevar a cabo con éxito esta metodología en el aula.

Una de las experiencias motivadoras más hermosas que los seres humanos disfrutamos con profunda sinceridad y convicción, al alcanzar una meta u objetivo, es sentir “en el corazón, en el alma” que estamos dando lo mejor de nosotros para conseguir o haber conseguido el llegar “hasta allí”.

Es muy reconfortante el estar totalmente convencido que hemos dado lo más que podíamos y que hemos superado nuestra marca anterior, … es una fuerza que no viene de la capacidad corporal, sino de la voluntad del alma (cf Gandhi). Ese alcanzar los objetivos, esa experiencia, se da en el proceso del aprendizaje; y puede hacerse el camino en solitario, con un guía o acompañante o en grupo. Y es en este último en el que se suelen distinguir dos enfoques en el proceso educativo: el de cooperación o el de colaboración.

Un buen número de profesores utilizamos “el trabajo en grupo como una estrategia para desarrollar las habilidades sociales. Sin embargo, nuestra función como profesores va más allá de agrupar a los alumnos para que desarrollen cierta tarea, va más allá de dar instrucciones y decirles a los alumnos: “desarrollen la actividad en pares o grupos de tres”. Tenemos que saber de qué forma enseñarles a los alumnos a alcanzar una meta cooperando y colaborando unos con otros, es decir, aprovechar la propia experiencia y la de los demás para maximizar el aprendizaje. Y por ello, nos es muy importante saber que no todo trabajo en grupo en el aula es necesariamente aprendizaje cooperativo o colaborativo.

“El aprendizaje cooperativo y el aprendizaje colaborativo son enfoques que en su forma son similares, ambos trabajan con grupos de alumnos, no obstante, características como el objetivo que persiguen, las estructuras o el rol del profesor los diferencian. El aprendizaje cooperativo tiene fines socio-afectivos, es decir, que los alumnos se ayuden para lograr una meta, por su lado el aprendizaje colaborativo busca desarrollar habilidades personales y sociales, los aportes de los integrantes para lograr una meta” (Macarena Guerra Azócar).

Para profundizar en estos conceptos les sugerimos leer nuestra fuente: APRENDIZAJE COOPERATIVO Y COLABORATIVO, DOS METODOLOGÍAS ÚTILES PARA DESARROLLAR HABILIDADES SOCIOAFECTIVAS Y COGNITIVAS EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO.

El Profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, Ángel Fidalgo, afirma que no hay acuerdo en las diferencias entre colaboración y cooperación, y que para saber si se coopera o colabora hay una serie de “dimensiones” que tener en cuenta: las personas, el recurso que comparten y la visión del resultado final. Porque “la realidad es que la intensidad de los vínculos entre personas, entre recursos y entre los aspectos comunes que compartimos es lo que define las distintas formas de compartir para llegar a desarrollar un bien común”. Su posición la podemos leer en: COLABORACIÓN Y COOPERACIÓN.

Orientados por el modelo educativo del pedagogo norteamericano John Dewey, nos preguntamos: ¿Qué es el Aprendizaje cooperativo? Creo que podemos estar de acuerdo que la cooperación consiste en trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes. “En una situación cooperativa, los individuos procuran obtener resultados que sean beneficiosos para ellos mismos y para todos los demás miembros del grupo. El aprendizaje cooperativo es el empleo didáctico de grupos reducidos en los que los alumnos trabajan juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de los demás. Este método contrasta con el aprendizaje competitivo, en el que cada alumno trabaja en contra de los demás para alcanzar objetivos escolares tales como una calificación de “10” que sólo uno o algunos pueden obtener, y con el aprendizaje individualista, en el que los estudiantes trabajan por su cuenta para lograr metas de aprendizaje desvinculadas de las de los demás alumnos.

Sabemos que “cooperar no es una actividad extraña. Desde siempre las personas nos hemos unido para lograr objetivos comunes, como manifestación clara de la vertiente social del género humano. Quizás, para algunos docentes, pueda resultar más innovador la idea de cooperar como metodología para aprender. Es decir, hacer de la cooperación una herramienta para aprender más y mejor. Aunque, …tampoco tan novedoso” (José Blas García Pérez).

Aprendizaje Cooperativo

El aprendizaje cooperativo comprende tres tipos de grupos de aprendizaje: los grupos formales, los informales y los de base. “No hay nada mágico en el trabajo en grupo. Algunos tipos de grupos facilitan el aprendizaje de los alumnos y mejoran la calidad de vida en el aula. Otros entorpecen el aprendizaje y provocan insatisfacción y falta de armonía en la clase. Para manejar con eficacia los grupos de aprendizaje, el docente debe saber qué es y qué no es un grupo cooperativo”.

La capacitación para emplear el aprendizaje cooperativo no es un proceso rápido. No basta con tener talento natural para ser un buen docente. También es necesario estar bien entrenado en el empleo del aprendizaje cooperativo y tener una excepcional disciplina para implementar los cinco elementos básicos en cada clase. La capacidad del docente de organizar tareas cooperativas se evidencia en su habilidad para:

  1. Tomar cualquier clase, de cualquier materia, con alumnos de cualquier nivel, y estructurarla cooperativamente.
  2. Emplear el aprendizaje cooperativo (como procedimiento de rutina) del 60 al 80 por ciento del tiempo.
  3. Describir con precisión lo que está haciendo y por qué a efectos de comunicar a otros las características y las ventajas del aprendizaje cooperativo, y enseñarles a los colegas cómo llevarlo a cabo.
  4. Aplicar los principios de la cooperación en otras esferas, como en las relaciones entre colegas y en las reuniones del cuerpo docente”.

El profesor, para aplicar el procedimiento de enseñanza usando el aprendizaje cooperativo, parte de la organización de la clase en pequeños grupos mixtos y heterogéneos donde los alumnos trabajan conjuntamente de forma coordinada entre sí para resolver tareas académicas y profundizar en su propio aprendizaje (cf Joan Rue, UAB). “No se trata de repartir tareas y que cada cual haga lo suyo para luego unirlos en el producto terminado, sino que todos se vean involucrados en cada una de las etapas y elementos de producción, para obtener el mejor resultado posible, y alcanzar conclusiones generales del grupo en conjunto. El rol del maestro es fundamental, como guía, como árbitro en la resolución de conflicto, como mediador, como referente y como evaluador de procesos y de resultados.” (DeConceptos.com).

El aprendizaje cooperativo exige decisiones previas, como la selección de materiales y objetivos didácticos, la confirmación de los grupos, la disposición del aula y la asignación de roles; la ejecución de las tareas y el trabajo en equipo que deben ser explicadas y definir la interdependencia positivas, así como las conductas deseables; la puesta en marcha, la supervisión, la finalización y la evaluación de la calidad y la cantidad del aprendizaje.

Una publicación anterior, que les puede ser útil: 54 TÉCNICAS DE APRENDIZAJE COOPERATIVO: DESARROLLO Y CONSEJOS PARA SU APLICACIÓN EN EL AULA.

David W. Johnson, Roger T. Johnson y Edythe J. Holubec, propulsores de este recurso, nos dicen que “los estudiantes mismos no están acostumbrados a trabajar juntos y tienden a ser competitivos. Nuestro consejo es empezar de a poco, empleando el aprendizaje cooperativo para un solo tema o en una sola clase, hasta que el docente se sienta cómodo al utilizar el método, y luego extenderlo a otros temas o clases. Implementar el aprendizaje cooperativo en el aula exige esfuerzo y disciplina. No es fácil. Pero vale la pena”.

Les invitamos a completar estas orientaciones, descargando en PDF y leer: EL APRENDIZAJE COOPERATIVO EN EL AULA.

Por otro lado, el profesor José Blas García Pérez afirma que “la misma estructura de la escuela es contraria a los principios cooperativos y hacen casi impracticable su desarrollo. Es necesario un cambio de cultura, un cambio organizativo y un cambio metodológico que esté orientado a la cooperación. La cooperación como vehículo hacia una escuela insertada en su contexto, democrática e inclusiva, al mismo tiempo que autónoma, crítica y empoderadora de individuos”, para hacer frente al aislamiento docente; la homogeneización de currículos y método; el culto al silencio, al esfuerzo y trabajo individual, a las calificaciones como símbolos de logro,…la división burocrática por cursos y aulas; la clasificación de las escuelas en ordinarias y especiales; la promoción a base de resultados; la especialización por asignaturas, por departamentos, por materiales; la organización por horas en las que cada maestro o profesor solo sabe y le interesa “lo suyo”; el conocimiento enlatado; los alumnos tratados bien como insumos o bien como piezas intercambiables de un puzzle [rompecabezas] …, contra las metodologías reproductoras, limitadoras de la creatividad y la iniciativa, visibilizadoras de las carencias y no de las posibilidades… (cf “Aprendizaje cooperativo hoy: una paradoja y tres interrogantes”).

Aprender cooperativamente representa una ocasión privilegiada para alcanzar objetivos de aprendizaje muy diversos, no solo referidos a los contenidos, sino también orientados al desarrollo de habilidades y destrezas interpersonales, con claros beneficios para el aprendizaje de los alumnos” (Leonor Prieto).

Les sugerimos ampliar los conceptos anteriores, la tabla de los beneficios del aprendizaje cooperativo en el aula, y el Decálogo a tener en cuenta para el desarrollo metodológico del aprendizaje cooperativo, en la publicación de INED21: APRENDIZAJE COOPERATIVO HOY: UNA PARADOJA Y TRES INTERROGANTES.



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